Las vacaciones pueden ser un buen momento para que la pareja haga borrón y cuenta nueva, se saque de encima viejas problemáticas e intente reeditar una nueva “luna de miel”, aunque a veces se torna una pesadilla. A pesar de las posibilidades de compartir que brinda el tiempo libre, en ocasiones, la memoria se niega a olvidar enojosas cuentas pendientes. La rutina del comportamiento impide innovar o innovarse, aunque dentro de las cabezas martillee un reclamo. En esas ocasiones suele surgir la fantasía de que estando solo o con otra persona uno podría comportarse diferente y aún mejor. Sin embargo, las vacaciones pueden ser el momento adecuado para mirar a la pareja y recordar las razones que los motivaron a unirse y a construir el proyecto común, y volverse a elegir. Puede ser una buena oportunidad para sacudir los resentimientos y animarse, entablando un diálogo afectuoso y sincero en el cual se deje claro que se espera lo mismo del otro y se está dispuesto a un nuevo aprendizaje juntos. Aprovechar el tiempo libre para volverse a encontrar y disfrutarse es la clave, según indican desde el Departamento de Sexología y Disfunciones Sexuales de Halitus Instituto Médico. Para lograr que este “reencuentro” sea más peno, se proponen algunas pautas a tener en cuenta: * Erotizar el cerebro, nuestro órgano sexual más importante. Fantasee. * Para vivir un encuentro físico intenso, primero es necesario cultivar el acercamiento emocional; hable, dialogue y seduzca con la palabra. * Reírse, inventar y divertirse. La sexualidad no tiene que ser solemne. |