Las pautas culturales han cambiado y modifican el significado y la representación social de la maternidad o la paternidad. Se posterga la búsqueda de un hijo por diversos motivos: crecer en lo profesional, fructificarse en logros y conquistas personales, encontrar una buena pareja, etc. Sin embargo, y sobre todo para las mujeres, la biología no acompaña estos cambios. Por eso, a la simple posibilidad biológica de formar una familia hay que relacionarla con las transformaciones sociales. Por suerte, el avance de la ciencia generó una cantidad de herramientas y técnicas que ayudan a lograr la concepción a una edad más avanzada.
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Si una persona padece cáncer y tiene que iniciar un tratamiento urgente, debe hacer una interconsulta para evaluar preservar su fertilidad para prevenir el daño por quimio y radioterapia en el aparato reproductor y mantener su viabilidad. En Halitus Instituto Médico trabajamos junto al oncólogo y al paciente para determinar la elección del método en función de su historial clínico, su edad y la premura con que deban iniciar el tratamiento.
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Permite mantener los óvulos a muy bajas temperaturas (-196 °C) disminuyendo las funciones vitales a un grado mínimo para preservarlos durante mucho tiempo. Dado que el período más fértil de la mujer es alrededor de los 25 años y luego disminuye, es conveniente realizar el procedimiento antes de los 35. Asimismo, como en reproducción asistida para lograr un bebé se requiere en promedio de 12 ovocitos, conviene vitrificar suficiente cantidad, quizás con más de un ciclo de estimulación ovárica. Aunque el pronóstico también va a depender de la experiencia del centro médico que lo efectúe, diversos estudios sugieren que pueden alcanzar las mismas tasas de fertilización, embarazos y nacidos vivos que aquellos procedimientos realizados con óvulos en fresco. El tiempo más prolongado de mantenerlos criopreservados con nacimiento al descriopreservarlos, en el mundo, es de 14 años y fue logrado en nuestro Instituto.
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A diferencia de los óvulos, los espermatozoides resisten mejor los cambios térmicos y la posterior descongelación, dado que admiten una difusión más homogénea del frío. Las muestras se obtienen por eyaculación, punción o biopsia testicular con muy buenos resultados. Se congela más de una muestra y se guardan varias alícuotas en forma de unas pastillas muy pequeñas.
Mediante una cirugía mínimamente invasiva o laparoscopía, se extrae porciones de la corteza ovárica, que son las que contienen los folículos inmaduros (más resistentes al proceso de congelamiento). Luego se congela en forma lenta o por vitrificación y se guarda sin límite de tiempo.
Se realiza una biopsia que extrae porciones útiles del testículo, y luego se congela por vitrificación. En el caso de los prepúberes, el desafío es madurar ese tejido que todavía no se desarrolló para el momento en que se lo quiera utilizar o bien realizar un autotrasplante en el testículo para que madure in vivo. Pero se trata todavía de un procedimiento incipiente y se ignora aún cuál es la tasa de éxito reproductivo real que se puede conseguir.
Consiste en realizar la fecundación de óvulos y de espermatozoides, lo cual da como resultado la obtención de embriones. Dichos embriones se congelan en nitrógeno líquido. Es la metodología con mejores resultados en cuanto a la tasa de efectividad del embarazo y se realiza normalmente con los embriones remanentes de un ciclo de tratamiento in vitro para el posterior uso.
Campaña de vitrificación social «Abrazá tu fertilidad»
Consultar y evaluar la reserva ovárica es el primer paso para planificar el futuro reproductivo.
Campaña de vitrificación oncológica «Preservar sueños»
Protege tu fertilidad. Cuida tu futuro. Una doble apuesta a la vida
Son técnicas complementarias con indicaciones precisas en el diagnostico y tratamiento de la infertilidad.