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Por: Revista Única Mi Bebe | 12/05/14

Llegó la hora de dejar de dar la teta


¿Volvés a trabajar y evalúas abandonar la lactancia? Es importante que sepas cuál es la mejor forma de realizar el destete para que no sea un hecho traumático para tu bebé.

No hay una indicación médica precisa de cuando suspender la lactancia materna. Eso depende de cada caos. En hogares de bajos recursos, se tratará de continuar lo más posible hasta los 2 años, por ejemplo, para garantizar un aporte de alimentación adecuado y prolongar en cierta forma el período intergenésico. Por su parte, en la mayoría de las familias, rara vez se supera el año de lactancia y, en muchos casos, a los 6 meses ya dejan de amamantar.
En general, la suspensión pasa más por una producción insuficiente de leche que por una decisión propia de la madre. En estos casos, se comienza a suplementar con mamaderas (siempre posterior a la teta) para que el bebé adquiera facilidad para conseguir un mayor volumen de leche con menos esfuerzo. De lo contrario, en ocasiones genera que comience a rechazar el pecho. De ser necesaria la suspensión y si puede programarse, se recomienda que se comience un tiempo antes a retirarle el pecho, y reemplazarlo por mamaderas de forma gradual para no generar un cese abrupto que sea traumático tanto para el bebé como para la mamá.

La vuelta al trabajo

Para la reincorporación laboral, si la madre pudo ir recolectando leche (por medio de un sacaleches manual o eléctrico) y almacenándola en el freezer, eso siempre es bueno. La idea en estas situaciones es que en los momentos donde no se encuentre la mamá, alguna persona le administre con mamadera la leche materna o la leche maternizada artificial. En su trabajo, la madre deberá extraerse manualmente con el sacaleches en una o dos oportunidades (dependiendo de las horas que trabaje y de la producción de leche que tenga), siempre teniendo en cuenta las medidas higiénicas necesarias y conservando esa leche en un lugar refrigerado.
La madre puede desear suspender la lactancia por incomodidad ante su reincorporación laboral, dolor ante la salida de los dientes del bebé o por indicación médica ante una enfermedad. En este caso, la suspensión se hace por medio de medicamentos como la cabergolina, que se indica tomar por 48hs. Este tratamiento médico se acompaña de una última extracción manual de leche hasta que las mamas queden blandas y vacías. Luego se indica utilizar el corpiño deportivo más ajustado que tenga en casa y no volver a sacarse leche, porque si no, continuaría estimulando la producción. Hay que tener cuidado en los días sucesivos de que las mamas no se pongan muy turgentes y/o tomen una coloración rojiza y presenten dolor por acumulación de leche. En esta situación, se debe realizar una nueva extracción manual del contenido y, en ocasiones, repetir la toma de medicación.

La técnica de extracción manual

Una vez nacido el niño, y cuando la madre ya se encuentra amamantando de forma correcta, es importante enseñarle la técnica de extracción de leche, para que se vaya ejercitando y adquiera la práctica suficiente una vez que deba volver al trabajo.
Además, de esta manera se puede ir armando un stock de la leche extraída y almacenarla en la heladera, el congelador o el freezer por varios días e incluso meses.
¿En qué consiste la técnica de extracción manual? Colocar el pulgar y el dedo índice extendidos sobre el borde de la aréola y hacer un movimiento que permita empujar la mama hacia atrás; la idea es que se junte con las costillas. A continuación, deberá cerrar los dedos en movimiento de pinza, tratando que se toquen por detrás de la aréola. Si logra hacer la maniobra en forma correcta, deberá salir un chorrito de leche.
La leche extraída debe almacenarse en un recipiente limpio y bien cerrado. Para descongelarla, no es conveniente usar microondas ni baño maria porque puede generar la perdida de los nutrientes de la leche. Sólo basta con ponerla debajo del chorro de agua caliente de la canilla. Una vez descongelada, se puede guardar hasta 24 horas en la heladera, pero no volver a congelar.

Fabián Penno
Asesoraron: Dr. Ignacio Pérez Tomasone, obstetra, y Lic. Lucía Molina, nutricionista, de Halitus Instituto Médico.

Fuente: Revista Única Mi Bebe | 09.12.13