Una polémica bebida que promete

Afrodisíaca es cualquier sustancia que estimule el deseo sexual. Cualquier sustancia real o apoyada en fantasías populares. Bajo ese concepto, ayer se presentó en España una bebida en lata con feromonas, una sustancia que sería la supuesta responsable de la atracción sexual aunque, científicamente, nunca se ha probado en humanos. Los sexólogos dudan de que pueda aumentar la atracción y dicen que tal vez sólo provoque un «efecto placebo».
«Estimulante, afrodisíaca y picante», se promociona en su Web (www.yxaiio.com). Se autoproclama como la evolución de las bebidas energizantes: «Yxaiio contiene excitación total en una lata». ¿Cómo? Dicen que las feromonas permiten «atraer», se ocupan de que «haya química» y «aumentan el deseo». Por ahora, sólo se vende por Internet en España.
Las feromonas son elaboradas por las glándulas de la axila y los alrededores de los órganos genitales. «Los estudios científicos que las relacionan con la atracción sexual se hicieron en insectos y en animales inferiores, como mariposas, mosquitos, pero nunca en humanos», cuestiona Beatriz Literat, médica ginecóloga y especialista en sexología del instituto Halitus. Y avanza: «Además, no hay evidencia que indique que puedan percibirse a través de otro modo que no sea la respiración. Otra duda es cómo funcionarán a nivel digestivo sabiendo que los jugos gástricos degradan ciertas sustancias químicas», dice.
Hasta que no se prueben sus efectos, los médicos suponen un «efecto placebo» (cuando los síntomas mejoran con un «falso» tratamiento porque el enfermo espera o cree que funciona): «Uno le puede dar a alguien un caramelo de menta y decirle que le va a subir la libido. Si es sugestionable, seguramente ocurra», dice Literat. «El erotismo es pura imaginación: si me dan algo y me dicen que es afrodisíaco, el psiquismo se predispone y sin dudas va a hacer efecto», coincide la sexóloga Adriana Arias.
La Web dice que el límite son tres latas diarias, que no se debe mezclar con alcohol y que puede ser «adictiva»: «Por el efecto que producen en el organismo como sustancias endócrinas naturales, no producirían efectos de adicción como las drogas de abuso», explicó Mónica Nápoli, toxicóloga del Hospital Penna.
Los especialistas lanzan un alerta: «Todo lo que propicie el lenguaje de la erótica es válido, pero no se debe suponer que se necesita de estas bebidas para que la erótica se expanda: el verdadero erotismo está en el mundo interno, en la conexión con el otro, en la posibilidad de ampliar las fantasías», dice Arias. Literat deja otro interrogante: «¿Por qué, siendo la respuesta sexual humana una condición natural, se busca exacer barla con sustancias desconocidas en personas que son naturalmente potentes y naturalmente eróticas?».

¿Se puede aumentar la libido?

Si afrodisíaco es todo aquello capaz de estimular el apetito sexual, existen dos grandes grupos. Por un lado, los del tipo visual, táctil, olfativo, auditivo. Y otros procedentes de la comida, las bebidas. Los naturales, en los alimentos, no actúan mágicamente: «La asociación de ciertos oligoelementos, vitaminas y minerales pueden tener efectos en el sistema nervioso y en el aparato circulatorio. La persona pasa a estar en mejor condición física y a aumentar su libido», explica Beatriz Literat.
Los afrodisíacos más comunes son el ginkgo Biloba, la jalea real, el apio, las avellanas, el té de ginseng, las hojas de menta, el muérdago, la nuez, el romero, el polen, el chocolate, la miel, el poleo y todo lo que tenga vitaminas C y E, y las ostras. También lo es el vino, que es vasodilatador, desinhibe y relaja.