Salud. Los beneficios de una práctica cada vez más popular

Más que relajación. Según las expertos, el yoga practicado regularmente reduce el riesgo de ataque cardiaco y de ACV, ayuda a controlar la presión y los niveles de colesterol.

El yoga hace tan bien al corazón como andar en bici o salir a trotar. A esa conclusión llegan 37 estudios sobre sus efectos publicados ayer por la Sociedad Europea de Cardiología.

Creemos, por lo general, que para prevenir enfermedades cardiovasculares hay que evitar el tabaquismo, comer sano y hacer una actividad física aeróbica de intensidad moderada o alta. Creemos que bailar tango hacer yoga, por ejemplo, no sirven para este fin. Sin embargo, un nuevo trabajo que acaba de publicar la Sociedad Europea de Cardiología llegó para romper con ese mito: practicar regularmente una actividad aeróbica de baja intensidad como el yoga puede ser tan efectivo para prevenir enfermedades cardiovasculares como andar en bicicleta, caminar rápido o salir a trotar. ¿La clave? La relajación física y mental. Los autores reunieron los resultados de 37 estudios anteriores (en 2.768 personas) que ya habían analizado algunos beneficios del yoga. La conclusión a la que llegaron, publicada en el European Joumal of Preventive Cardiology, es que hacer yoga contribuye a reducir el riesgo de ataque al corazón y de accidente cerebrovascular, ayuda a controlar la presión sanguínea y los niveles de colesterol, tal como lo hace la actividad física aeróbica de intensidad moderada o alta. No ayuda, en cambio, a controlar los niveles de azúcar en la sangre. La clave, sugieren los autores, podría ser la capacidad del yoga para ayudar a reducir el entrés. «Los por qué de los beneficios del yoga para el corazón hay que buscarlos en varias causas: por un lado, el ejercido en si del yoga mejora la función muscular y este mejoramiento se asocia a una estado de bienestar y tranquilidad. Por eso deberíamos buscar mas allá de lo físico, es decir, en el aspecto psicosocial, como la relajación mental para afrontar diferentes situaciones de la vida», dice Roberto Peidró, cardiólogo, especialista en medicina del deporte y vicepresidente de la Fundación cardiológica argentina. «Por otra parte, es probable que quienes hacen yoga también´ sigan otros parámetros: mejor alimentación, caminan más. Quiero decir que probablemente no sea el ejercicio en forma aislada lo que ayude a combatir las enfermedades cardiovasculares», agrega. Natalia Bonansea, instructora de yoga del departamento Mente Cuerpo de Halitus Instituto Médico dice: «Muchas personas hallaron en el yoga la manera de reducir su estrés: su práctica reporta alivio y calma espiritual porque permite centrarse en uno mismo y alcanzar un óptimo estado de salud mental y corporal, sin pensar todo el tiempo en los problemas. Además, también aporta una sensación de reconexión con el propio cuerpo». Claudia Ledo, directora del programa «Yoga en las escuelas» del gobierno de la Ciudad, suma: “Gracias a la respiración, el yoga es compatible con la frecuencia cardíaca sana: cada ácana (postura) va acompañada con la inhalación y la exhalación y la mente está enfocada siempre en el cuerpo físico, la respiración y lo que está percibiendo nuestro sistema nervioso central, por eso ayuda a combatir el estrés”. Y agrega: “Una rutina de dos clases semanales permite llevar todo estos beneficios a la vida diaria. Así, cuando estás ante una situación emocional violenta o difícil el cuerpo se retrae, se impacta, la respiración se corta y la adrenalina se dispara, pero si sabés respirar y estar presente aquí y ahora se puede manejar esa situación de estrés mucho mejor».

Una guía práctica

Cuánto cuesta.
Entre 400 y 600 pesos mensuales cuesta tomar clases de yoga dos veces por semana.

Yoga en las escuelas.
En marzo de 2015 arranca el taller de yoga en las escuelas. Comienza en la comuna 8 de Villa Lugano, uno de las comunas con Índices más altos de violencia de la Ciudad.

Yoga para niños.
Hay cada vez más centros que ofrecen clases de yoga para niños y adolescentes. Además, canales de televisión como Paka Paka y Discovery ya tienen programas donde enseñan a los chicos a hacer «Om».

Aseguran que sentirse más joven ayuda a prolongar la vida

Se puede ser muy joven y sentirse viejo. Y al revés: se puede tener muchos años y tener un espíritu joven. Sentirse joven entonces, no importa cuál sea nuestra edad, no sólo es un plus para mejorar la calidad de vida. Un nuevo estudio publicado ayer mostró que las personas que se sienten tres o cuatro años más jóvenes de lo que son registran una tasa de mortalidad menor que las que se ven mayores. Los investigadores analizaron los datos de un informe sobre envejecimiento de 6.489 personas de un promedio de 65,8 años. La mayoría (69,6%) se sentía tres o cuatro años más joven de lo que era mientras que 25,6% tenía el sentimiento de tener su edad real, y4,8% tenía la impresión de tener al menos un año más. Durante un período de 99 meses, la tasa de mortalidad fue de 14,3% entre los que se sentían más jóvenes, 18,5% entre los que vendan que tenían la edad cronológica exacta y 24,6% entre los participantes que se sentían mayores, precisó el estudio publicado en la revista médica, JAMA Internal Medicine. La percepción que las personas tienen de su edad podría reflejar su estado de salud, sus límites físicos y su bienestar, destacaron los científicos. Hace un mes, una revisión de más de 200 estudios mostró una relación entre los atributos psicológicos positivos (la felicidad y el optimismo y un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares).