Padres gay (2 de 4)

NOTICIAS: ¿Tiene amigos gays?
Enríquez: Un asesor mío, sí, pero yo no ando preguntando. Entienda: son cosas de su privacidad. La privacidad es un templo sagrado.
A mediados de año, en el último Congreso Mundial de Psiconálisis en Río de Janeiro, el panel sobre adopción en parejas homosexuales tuvo tanto éxito que debieron cerrar las puertas porque el público ya superaba las 2.500 personas y necesitaron repetirlo un día más tarde como si fuera la avant premiere de «El señor de los anillos». Era la primera vez que se debatía el tema en una cumbre internacional. Lo coordinó la psicóloga Eva Rotenberg, quien dirige una Escuela para Padres en la Argentina desde hace cinco años. «¿Esta crianza puede perjudicar a los niños? ¿Cuál es el mejor tipo de paternalidad? Estas eran las preguntas que debatimos», explica Rotenberg.
«La mayoría coincidió en que el eje no debería estar puesto en la homosexualidad o heterosexualidad, sino en la psicopatología de los padres. ¿Cuál es la patología de los familiares?»

NOTICIAS: ¿Quiere decir que más que con quién se acuestan los padres, lo importante es saber si son proclives a matarse entre ellos?
Rotenberg: Algo así. Hay muchos heteros que son perversos y violadores.
Eso no es privativo de la homosexualidad. Además, la gente homosexual nació de un papá y de una mamá. En lo personal, recibí consultas de parejas hetero donde el hombre formó pareja con otro hombre, y se presentaba el problema de cómo hablarlo con los hijos.

NOTICIAS: ¿Y qué le decía?
Rotenberg: Primero que lo tenía que entender él. Esa persona se pudo relacionar bien con los hijos. Otro caso fue el de un padre que se juntó con otro hombre, y ponía a su hijo entre ambos en la cama. Lo tuvimos que trabajar con la mas allá para que no lo permitiera.
Los niños son seres cautivos de los adultos. Cuando uno adopta, tiene que construir el vínculo. Aún así, hay padres biológicos que no se conectan nunca con sus hijos.

CASOS y COSAS. Si la unión civil, que rige sólo en la Ciudad de Buenos Aires, se convierte en ley nacional y comienza a ser legislada junto al derecho a la herencia y adopción, hay cosas que van cambiar.

En agosto, una psicóloga de 39 años dio a luz a una beba de 3,600 kilos, en la ciudad de Córdoba, fecundada con semen de un donante anónimo. Está en pareja hace más de tres años con una mujer. La nena cuando crezca, no tendrá una mamá: tendrá dos.

Sin embargo, no puede recibir el apellido ni la herencia de ambas. Seis años atrás, un argentino, Martín Farach-Colton pudo fecundar mellizos con su pareja gay, alquilando un vientre -los óvulos los cedíó una amiga-o Se casaron en Toronto, Canadá, donde el matrimonio gay es legal y registraron a los chicos en los Estados Unidos, donde en once estados se permite la adopción por parte de padres homosexuales.