Sin embargo, los especialistas en reproducción vuelven a alertar sobre los peligros de postergar la maternidad en demasía.
Ya durante el Congreso Nacional de la Sociedad Española de Fertilidad que se llevó a cabo este año en la ciudad de Oviedo, los médicos analizaron nuevas soluciones de reproducción asistida frente a la demora en la búsqueda del primer bebé. Con este retraso, la búsqueda comienza cada vez más cerca del deterioro de la fertilidad e incluso, los tratamientos suelen ser menos eficaces en mujeres de más de 35 años, ya que a esa edad comienza la disminución de la reserva ovárica y baja la calidad de los óvulos y con ello las posibilidades de embarazo. En casos en los que la mujer decide, ya sea por motivos de salud (enfermedad oncológica) o por razones personales, postergar el momento de la gestación, pueden criopreservarse óvulos o tejido ovárico e intentar preservar su fertilidad a futuro. Así, es importante entonces no sólo no postergar la maternidad por razones nimias sino evaluar la fertilidad tempranamente para poder planificar la futura familia. Hoy en día, mediante una ecografía al inicio del ciclo y el análisis de algunas hormonas como FSH (los niveles de FSH se elevan a medida que la mujer envejece), LH, tiroides y Antimulleriana es posible obtener datos de la reserva ovárica y compararlos con la media de la edad de la mujer, esto permite a los especialistas evaluar la fertilidad.
“El ovario femenino y con él la fertilidad femenina declinan a partir de la primera menstruación. Inicialmente ese declive es muy lento pero a la edad de 37 ó 38 años aproximadamente, cuando se cree que el ovario tiene cerca de 25.000 folículos, el descenso de la fertilidad se acelera hasta que alrededor de los 1.000 folículos, se alcanza la menopausia, a la edad de 51 o 52 años. Entre las mujeres, para evaluar la fertilidad pueden llevarse a cabo determinaciones hormonales, entre ellas la de la hormona antimulleriana – a diferencia de la FSH, puede ser dosada en cualquier momento, refleja mejor que aquella y acompaña los datos aportados por los niveles de FSH- y una ecografía ovárica al inicio del ciclo. También la hormona FSH, o folículo estimulante es aquella que estimula el desarrollo folicular. Es más baja al comienzo del ciclo y, cuando el ovario empieza a fallar en sus funciones, comienza a subir esta hormona. Por eso es utilizada como un indicador de envejecimiento ovárico. Estos estudios pueden ser analizados en relación a la edad de la paciente y permiten determinar el estado de la reserva ovárica. Si surgiera alguna alarma, podemos aconsejar buscar el bebé sin demora y no dilatar por motivos triviales o intentar congelar óvulos. Pero lo ideal es siempre criopreservar óvulos antes de esa alarma y recordar siempre que el período más fértil de la mujer es alrededor de los 25 años, disminuye lentamente hasta los 30 y algo más hasta los 35, acentuándose a partir de ese momento. Por lo tanto, la mejor edad para pensar en criopreservar son los 28 años y consultar es indispensable para poder hacer una buena planificación”, sostiene el Dr. Sergio Pasqualini.
Incluso hoy en día, se alcanzaron fuertes avances en criopreservación de óvulos que abren nuevas oportunidades. La vitrificación o congelamiento rápido permite no sólo abrir las puertas para pensar en ampliar las posibilidades futuras de embarazo sino que como a la hora de criopreservar, siempre se congelan aquellos de mejor calidad y con mayores posibilidades de seguir siendo viables luego de la descongelación, sean aún más altas las tasas de éxito. Porque el éxito de la vitrificación de óvulos se basa en el congelamiento de óvulos de buena calidad que puedan aún ser viables luego del proceso. E incluso, permite a los especialistas pensar en la creación a futuro de un banco de óvulos. La formación de esos bancos admitiría congelar los mejores óvulos seleccionados mejorando luego las posibilidades de éxito.
En el caso de los hombres, para quienes hace ya unos años varios estudios establecieron que la edad también jugaba un rol importante en la fertilidad, es recomendable realizarse un espermograma a los 25 años y un chequeo andrológico para, en caso de que se presentara alguna anomalía -un bajo conteo, un varicocele- resolverla con tiempo y sin demora.