‘El bebé nació hace poco más de un año, pero los resultados se van a publicar en el próximo número de la revista Fertility and Sterility, órgano oficial de la American Society for Reproductive Medicine’, dijo Sergio Pasqualini, director médico del Instituto Halitus, donde se hizo la experiencia.
CUATRO EMBRIONES. Tanto la mujer que tuvo el nene, como su marido, de 45 años, son estériles. Ella tiene una falla ovárica completa y él un cuadro de azoospermia, que es la ausencia de espermatozoides en el semen. Por eso se usaron cuatro embriones que habían quedado disponibles de otro matrimonio, que también había realizado un tratamiento de fertilización en 1992.
La pareja donante logró tener dos hijos (uno en 1992 y otro en 1996) por mecanismos de inseminación artificial y optó por mantener criopreservados (congelados en nitrógeno líquido a -197 grados) los embriones sobrantes.
‘Se transfirieron los embriones y a los 15 días se confirmó el embarazo, que llegó a buen término’, explicó Pasqualini en declaraciones al diario La Nación. Según el médico, la transferencia embrionaria fue un procedimiento de rutina, lo llamativo es el largo tiempo de preservación de los embriones y su perfecto desarrollo una vez implantados. Paso a paso |