Las cosas que nos cambiaron la vida

El primer gran avance fue la técnica ICSI, que permitió inyectar el espermatozoide en el óvulo con una técnica microscópica. El segundo avance fue la reducción de los embarazos múltiples. Además, en el protocolo de estimulación para estos tratamientos, ha habido grandes cambios: uno de ellos fue la aparición de nuevas drogas, que tienen menos efectos secundarios y requieren menos inyecciones. El otro aspecto que está avanzando rápidamente es el congelamiento de óvulos, que no es una técnica nueva pero durante años no tuvo mucho éxito. En los últimos 3, 4 ó 5 años se están empezando a perfeccionar las técnicas, y tiene bastantes ventajas respecto a congelar embriones, sobre todo porque no hay discusión ética cuando no se utilizan».

Para Sergio Pasqualini, director de Halitus, «en los últimos diez años se lograron los primeros embarazos con congelamiento de óvulos, y hubo cuatro nacimientos. Después, los grandes cambios fueron la introducción del estudio preimplantatorio, que permite saber si el embrión que se va a transferir es genéticamente normal. Eso en caso de que los padres tengan algún tipo de enfermedad genética, ya que permite asegurar que el bebé no va a tener esa misma enfermedad». También se avanzó en los medios de cultivo, en el agregado de células endometriales, que favorecen los resultados. «Se mejoró mucho la medicación con la cual se estimulan los ovarios: se pasó de las gonadotrofinas urinarias a las producidas por ingeniería genética -agrega Pasqualini-. En los últimos diez años, también se empezó a tratar a las parejas donde, por ejemplo, aunque el hombre sea portador de HIV, la mujer puede quedar embarazada sin riesgos, por medio de una técnica de lavado del semen con el que se realiza la fertilización». Silvana Boschi