Afecta al 15% de los hombres. Aunque la mayoría no presenta síntomas, el dolor, la pesadez y el aumento del volumen testicular pueden ser indicios. La microcirugía, una técnica de avanzada.
Patricia Losada
plosada@diariouno.net.ar
Para algunas parejas tener un hijo no es tarea sencilla. Saltar de un especialista a otro durante años y someterse a diferentes tratamientos resulta agotador y a veces desesperanzador.
En Argentina, entre 10 a 15% de las parejas consultan por infertilidad. Y las causas están repartidas: un tercio se debe a motivos femeninos, otro tercio a problemas masculinos y el resto son por causas desconocidas.
Entre los trastornos masculinos más importantes figura el varicocele, una patología frecuente que compromete al 15% de la población general, al 35% de los pacientes que presentan infertilidad primaria y al 75 a 80 % de aquellos que presentan infertilidad secundaria.
“Se trata de la dilatación patológica de venas del cordón espermático, que puede desarrollarse en forma unilateral o bilateral”, precisó Omar Layús, andrólogo de Halitus Instituto Médico.
Debido a la deficiencia circulatoria generada por la presencia del varicocele, la sangre circulante aumenta la temperatura escrotal y a su vez la de los testículos. Este aumento de temperatura podría ser una de las causa de la alteración de la espermatogénesis.
Tratamientos
Hay diferentes técnicas quirúrgicas para su tratamiento y dentro de estas existe la varicocelectomía microquirúrgica.
“Con el intento de disminuir la tasa de complicaciones se ha desarrollado hace más de 15 años una técnica con microcirugía. Ésta se efectúa con un abordaje subinguinal (a nivel del orificio inguinal superficial), que se realiza en forma ambulatoria, con un posoperatorio más confortable y con más rápida recuperación física”, detalló Sergio Pasqualini, director médico de Halitus Instituto Médico.
La utilización de la técnica microquirúrgica permite disminuir las posibles complicaciones, efectuar un procedimiento mínimamente invasivo, realizado en forma ambulatoria y con rápida recuperación para la actividad laboral.
Entre las causas que pueden alterar la calidad espermática mencionó los antecedentes personales, es decir tener historia de prostatitis, torsión testicular, mal descenso testicular y parotiditis.
También cirugías en la infancia de hernia inguinal, cirugía de descenso testicular, exposición a tóxicos (quimioterápicos, drogas), alteraciones cromosómicas como el síndrome de Klineferlter y genéticas como las alteraciones del AZF, que corresponde a un conjunto de genes encargados de la espermatogénesis, ubicados en el cromosoma Y.
