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Por: Infobae | 20/03/20

Spa vaginal: de qué hablamos cuando hablamos de “rejuvenecer” la zona genital femenina


Si bien es cierto que muchas mujeres se someten a determinados tratamientos quirúrgicos o láser para sentirse más seguras o a gusto en su intimidad, la realidad es que lo que motiva a la gran mayoría son síntomas o molestias propias de la menopausia o bien como consecuencia de los partos en mujeres más jóvenes. Qué opciones existen y cuáles los resultados esperables.

Según el momento de la vida, el cuerpo femenino atraviesa diferentes etapas. Si bien son naturales, muchas de ellas traen consecuencias que bien pueden generar malestar no sólo físico, sino también emocional y afectan la salud sexual de las mujeres, la relación con sus parejas y generan un estado de ánimo negativo.

Es cierto que hay muchas mujeres que se someten a determinados tratamientos porque quieren sentirse seguras y a gusto en su intimidad -un motivo tan respetable como los estrictamente ligados a la salud-, pero la realidad es que la incontinencia urinaria, la sequedad, el ardor o el dolor en la zona genital son los motivos que principalmente empujan a la gran mayoría a someterse a lo que se conoce como “rejuvenecimiento vaginal”.

Durante el parto vaginal, por ejemplo, ocurre un estiramiento inevitable del tejido que conforma las paredes vaginales, introito y labios mayores y menores. Si bien ésto se regenera de manera variable con el tiempo, empeora con cada nuevo parto. Además, con la edad, los cambios hormonales y neuroendocrinos asociados a la menopausia y el envejecimiento fisiológico contribuyen a disminuir la calidad del tejido conectivo lo que llevan a la atrofia y a la flacidez vulvovaginal.

Frente a esto, la medicina avanzó en tecnologías que devuelvan a la mujer el confort y bienestar especialmente en su vida sexual. El rejuvenecimiento vaginal aparece como una alternativa innovadora que, si bien al comienzo se utilizaba con fines estéticos, hoy es aplicado en mujeres que quieren recuperar la sensación de placer y disfrute general.

Consultado por Infobae sobre cuáles son los principales problemas ginecológicos (estéticos o físicos) por los que consultan las mujeres, el médico ginecólogo Emiliano Labate (MN 136.432) señaló que “en mujeres menopáusicas se centran en sequedad, dolor en las relaciones e incontinencia de orina, mientras que en mujeres más jóvenes durante el post parto las inquietudes pasan por sequedad, dolor por cicatrices, incontinencia de orina, o mala estética de la cicatriz”.

Al respecto, la médica especialista en estética y láser María Julia de la Torre (MN 165.527), sostuvo a este medio que “las principales consultas tienen que ver fundamentalmente con el aspecto externo del aparato reproductor femenino, o sea la vulva, en lo que se refiere al aclaramiento del pigmento de los labios mayores y el contorno de la vulva -lo que conocemos como cavado- y también el aspecto de los labios menores, que lógicamente van sufriendo una evolución a lo largo del tiempo que hace que se vayan afinando y estirando y eso lleva a que se afecte la estética,lo cual repercute en el confort sexual o el uso de determinadas prendas o lleva a que la mujer sienta algún pudor en relación acerca de cómo evolucionó su parte genital externa”.

“Además, recibimos consultas sobre el confort sexual en sí mismo, sobre todo a partir de los 40 años, pero también vinculado al post parto en mujeres más jóvenes, en las que la baja estrogénica hace que la vagina deje de tener una lubricación adecuada y durante la relación sexual la mujer tenga algún tipo de molestia o dolor”, especificó la especialista, quien puntualizó que en otro orden, también le llegan “consultas relacionadas a la incontinencia urinaria que se llama ‘de esfuerzo’, es decir, ese pequeño escape de orina que se da frente a determinados esfuerzos de la mujer como puede ser estornudar o hacer actividad física”.

Estas son -según De la Torre- “las principales consultas a las que es posible dar respuesta en el consultorio a través de la utilización de determinados tratamientos láser”.

“Puntualmente en lo que se refiere a la incontinencia urinaria hay opciones quirúrgicas; lo que hay que hacer es un correcto diagnóstico de la paciente para determinar el origen del problema: la incontinencia puede aparecer a través del paso del tiempo por un deterioro del aparato urinario de la mujer o puede estar relacionada con el aparato reproductor -explicó-. Muchas veces observamos en mujeres multíparas que se producen prolapsos en el aparato ginecológico que repercuten en el aparato urinario porque la pared posterior de la uretra es compartida con la pared anterior de la vagina”.

Y puntualizó: “En algunos casos la solución es quirúrgica porque el descenso de la pared vaginal a través del introito vaginal no puede ser solventada a través de la utilización de un láser. En otros sí es posible, tensando la pared de la vagina, darle respuesta a la mujer a su problema de incontinencia urinaria. Esto requiere un exhaustivo análisis de la situación y un diagnóstico acertado para que el tratamiento resulte efectivo”.

Lo ideal para ella “es trabajar con un equipo interdisciplinario compuesto por médicos que se dedican a la estética junto con especialistas en ginecología”.

Entre las opciones quirúrgicas, Labate sostuvo que “hay distintas soluciones a distintos problemas”. “Si bien el síntoma es común (dolor o sequedad) dependerá de la causa. Muchas veces un himen imperforado, una cicatriz del parto anómala, requerirán de una cirugía reconstructiva vaginal, que suelen ser ambulatorias y de muy pronta y buena recuperación”, ahondó el especialista de Halitus Instituto Médico.

“Es muy común en el caso del postparto tener dolor en las relaciones y muchas pacientes lo toman como normal y no consultan. Esto hace que el problema progrese y empeore, lo que requiere de otras técnicas más complejas y costosas para resolverlo. Por eso, una buena consulta a tiempo nos dará la oportunidad de hacer tratamientos no invasivos en consultorio”, agregó.

Entre los no quirúrgicos, el especialista mencionó la neuroestimulación con electrodos como una muy buena opción para recuperar una buena sexualidad y a la vez prevenir o tratar la incontinencia de orina y el prolapso genital. “El láser vaginal es otra opción no invasiva, el tratamiento no es doloroso, no tiene contraindicaciones médicas, ni efectos adversos importantes”, agregó.

¿De qué hablamos cuando hablamos de rejuvenecimiento vaginal?

De la Torre, señaló que “muchas veces la gente interpreta que se habla del aparato reproductor femenino en su porción externa y en realidad el rejuvenecimiento vaginal se refiere a recuperar la función del epitelio vaginal, es decir la lubricación de la vagina para que la mujer vuelva a disfrutar de la relación sexual y deje de tener síntomas relacionados al climaterio, como ser el prurito, o incluso la colonización de la vagina por determinada flora como puede ser las cándidas”.

“El rejuvenecimiento vaginal puede ser tanto interno como externo. En lo interno es para mejorar el normal funcionamiento de la vagina, sobre todo en mujeres postmenopáusicas con sequedad y dolores en las relaciones sexuales -detalló Labate-. Puede ser mediante técnica láser (en consultorio, ambulatorio, sin dolor) con una eficacia cercana al 100% cuando la paciente es debidamente seleccionada. Pero esto no es excluyente de la menopausia. Muchas mujeres jóvenes pueden padecerlo y una consulta a tiempo puede curarla y prevenir problemas más graves”.

También existe el tratamiento de relleno y ampliación de punto G, que deja de ser un mito y pasa a ser una realidad. “Previa consulta con un sexólogo o ginecólogo especializado para aprender a identificarlo, se inyecta una solución natural que al hidratarlo y mejorar su vascularización lo estimula, mejora su funcionamiento y a la vez aumenta su superficie de contacto dando mayor placer en las relaciones”, ahondó el especialista.

“En cuanto a lo externo ese mismo relleno puede servir para dar un aspecto más juvenil a los labios menores que con los años se adelgazan y como el resto de la piel pierden tonicidad”, agregó.

Sobre disfunción sexual femenina y el “rejuvenecimiento vaginal” como opción

“En primer lugar, la terapia psico sexual clásica en la actualidad realizamos los sexólogos clínicos que también somos ginecólogos. Esto nos ofrece posibilidades de abordaje más amplias porque se incluyen tanto los aspectos ginecológicos como los sexológicos y psicológicos”. Beatriz Literat es médica sexóloga clínica y ginecóloga (MN 50294) y destacó que “existen técnicas de avanzada porque las disfunciones sexuales femeninas por lo general están muy relacionadas con problemas de comunicación en la pareja, o con problemas de autoestima, o con algún trauma o conflicto que la mujer tiene en relación a su propio cuerpo o a algún antecedente de abuso, acoso o de falta de educación simplemente en el conocimiento de su respuesta sexual”.

La especialista de Halitus Instituto Médico señaló que “si bien existen tratamientos semi quirúrgicos o terapia láser, no se trata nada más de utilizarlo para solucionar un problema de índole anatómica, sino que se trata de trabajar con la conciencia sexual de esa mujer. Cómo se ve como ser sexuado y sexual, cómo se ve en su feminidad, cómo acepta la realidad de su cuerpo, tenga la edad que tenga, cómo afronta un pasado sexual que tal vez no fue favorable por parejas no adecuadas, en vistas de una pareja nueva. Las diferentes etapas por las que atraviesa su cuerpo: embarazo, partos, climaterio”. En este último, un poco por la edad biológica y otra poco por la cultura, muchas mujeres asumen que llegó el momento de abandonar la sexualidad, “cuando esto es equivocado porque es una función biológica que nos acompaña a lo largo de la vida, como la respiración”.

“Entonces las disfunciones hoy tienen muchas vías de abordaje, es importante no tomar sólo la vía biológica sino también la psicológica y ginecológica -consideró Literat-. Y trabajar sobre la comunicación, para poder derribar mitos tabúes o creencias erróneas que esa mujer pueda tener. Poder asumir una sexualidad con autonomía como corresponde a una mujer moderna”.

Y tras aclarar que “los tratamientos son ultra rápidos” y que “no existen más en la moderna sexología tratamientos que duren meses, sino de algunas semanas”, la especialista destacó que “es importante recalcar que antes, durante y después del tratamiento láser es importante que vaya acompañado de la orientación sexológica. Porque esa es la única forma que una paciente puede cambiar una realidad que no es solo en una parte de su cuerpo, sino dentro de su mente”.

Según ella, “uno de los síntomas por los cuales las mujeres recurren a los tratamientos láser es cuando tienen dispareunia (dolor en el coito) o vaginismo (contracción involuntaria de los músculos perivaginales), pero cuando trabajan en simultáneo con el tratamiento láser el sexológico, y trabajan con una realidad diferente con su cuerpo, acerca de cómo pueden dejar de sentir el miedo al dolor y se dan cuenta que pueden manejar el cuerpo de una manera saludable eso potencia el tratamiento láser y optimiza los resultados del mismo”.

Al respecto, De la Torre coincidió en que “el tema de la disfunción sexual en la mujer va más allá de lo físico; el tratamiento abarca pero no se limita al tratamiento del aparato reproductor en sí mismo”. “Dentro de lo que es la función sexual, muchas veces la mujer sufre disconfort o no puede lograr el placer que lograba anteriormente en virtud de haber caído por el paso del tiempo la función estrogénica, en el caso del climaterio o en mujeres jóvenes después de los partos”, describió la especialista, para quien “este punto sí puede tratarse con láser, existe un amplio abanico de posibilidades actualmente y el mejor -lo que se llama el gold standard a nivel mundial- es el láser de dióxido de carbono o láser de CO2”.

 

  • En síntesis, entre los principales resultados y beneficios del rejuvenecimiento vaginal podrían mencionarse:
  • Combate la sequedad, prurito, ardor, disuria -dolor al orinar- y dispareunia -dolor en el acto sexual-.
  • Mejora la lubricación vaginal, debido al incremento de la secreción glandular.
  • Incrementa la sensación durante el acto sexual.
  • Tensa las paredes vaginales, provoca el estrechamiento del canal vaginal, lo que incrementa la sensación durante el acto sexual.
  • Disminuye los síntomas de incontinencia urinaria de esfuerzo.
  • Disminuye las molestias asociadas a la irritabilidad.

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