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Por: Marcela Fittipaldi | 21/11/23

La Identidad y el Derecho del Niño a Saber su Origen: Un Vínculo Fundacional


Lic. Patricia Martinez, (MN 24.411) psicóloga especialista en Fertilidad de Halitus Instituto Médico

El 20 de noviembre marca la celebración de los derechos del niño, y entre estos, el derecho a conocer su origen e identidad se presenta como un pilar esencial. En el marco de las técnicas de reproducción asistida, como la ovodonación, espermodonación o embriodonación, surge un aspecto crucial: la necesidad de que estos niños conozcan cómo llegaron al mundo.

La Convención de los Derechos del Niño, un documento vital para la protección infantil establece una serie de derechos fundamentales, entre ellos, el derecho a la identidad. Sin embargo, en el contexto de las técnicas de reproducción asistida, la transmisión de la verdad genética a menudo se vuelve un terreno complejo para los padres.

La identidad, a diferencia de lo que se creía, no es estática ni puramente genética. Es un relato en construcción, una narrativa que comienza desde el momento del nacimiento y se moldea a lo largo de la vida, influenciada por las interacciones familiares y sociales.

Las nuevas estructuras familiares, facilitadas por estas técnicas, plantean desafíos respecto a la transmisión de la verdad genética. ¿Cómo influye esto en la identidad del niño? ¿Cuándo y cómo se debe comunicar esta información?

Los niños comienzan a manifestar su interés por el origen alrededor de los cuatro a seis años, y es crucial aprovechar este momento para comenzar a construir su historia, su identidad. La verdad genética no solo es un derecho, sino también una forma de construir los cimientos de una relación amorosa y saludable entre padres e hijos, basada en la confianza y el respeto mutuo.

¿Qué es la identidad en sí misma? Es esa sensación de ser uno mismo, de pertenecer. Transmitir a los niños la historia de cómo llegaron al mundo, incluyendo el profundo deseo de sus padres y la ayuda de alguien que ofreció su genética, es esencial para su desarrollo y construcción de la identidad.

Sin embargo, esta comunicación debe estar respaldada por padres preparados, seguros y que hayan trabajado el proceso emocional que implica la reproducción asistida. Es un proceso que no solo honra el derecho del niño, sino que también fortalece el vínculo familiar, trascendiendo la genética para construir un amor basado en la verdad y la comprensión.

La identidad de un niño nacido a partir de donaciones de gametas se construye en parte sobre la historia que se le cuenta. Es una narrativa que moldea su comprensión de sí mismo y del mundo que lo rodea.

El camino para transmitir esta verdad genética puede ser desafiante, pero es un camino fundamental para la construcción de una identidad sólida y para cultivar relaciones familiares amorosas y saludables. En última instancia, es un paso esencial en la garantía de los derechos fundamentales de los niños: el derecho a saber quiénes son y de dónde vienen.


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