Pocos temas en medicina acarrea tantos mitos como la anticoncepción. Por definición, «un mito es una historia imaginaria que altera las verdaderas cualidades de una persona o de una cosa y les da más valor del que tienen en realidad».
En anticoncepción los mitos se convierten en construcciones muchas veces falsas o sustentadas por conocimientos científicos que ya no están vigentes. Lo malo es que persisten, incluso, entre los profesionales médicos y generan barreras para acceder a los métodos anticonceptivos más efectivos.
El acceso a esos métodos de manera segura disminuye ni más ni menos que las chances de embarazos no planificados y evita, por lo tanto, abortos inducidos y muertes maternas por abortos inseguros.
El acceso a métodos anticonceptivos seguros reduce los riesgos de embarazos no planificados y, en consecuencia, evita muertes maternas por abortos inseguros
La doctora María Elisa Moltoni (MN 114737) es médica ginecóloga del Departamento de Planificación Reproductiva de Halitus Instituto Médico y repasó los cinco mitos más escuchados sobre el tema.
1- La pastilla «del día después» es abortiva. «No es abortiva, intenta frenar la ovulación de la mujer y transforma el moco de la entrada del útero en un moco impenetrable para los espermatozoides -explicó la especialista-. Por eso es mejor no esperar al día después para tomarla, si no lo antes posible».
Moltoni aseguró que esa píldora «no logra evitar todos los embarazos, porque si la mujer ya ovuló y tiene relaciones sin protección, a veces la pastilla no hace efecto». «Si luego de tomarla se produce igualmente un embarazo, no aumenta la tasa de aborto ni produce ningún tipo de malformación en el feto», destacó.
2- Sólo se puede tomar una pastilla «del día después» por año. «La pastilla de emergencia intenta evitar embarazos no planificados. No contiene estrógenos, y es una sola dosis de levonorgestrel. Es un mito que hay un máximo de veces para tomarla», aseguró Moltoni, y agregó: «Si bien la pastilla frena la ovulación, el óvulo ´que no salió´ puede hacerlo más tarde ese mes. Por lo tanto, si la mujer tiene otra relación sin protección, aunque sea al día siguiente, tiene que volver a tomarla. Desde ya, habrá que aconsejarle a esa mujer buscar otro método de anticoncepción más efectivo, así como usar correctamente el preservativo siempre, para evitar enfermedades de transmisión sexual».
3- Los anticonceptivos hormonales causan cáncer. «Los anticonceptivos hormonales demostraron disminuir el riesgo de cáncer de ovario y de endometrio, con un efecto beneficioso que dura varios años post suspensión del anticonceptivo. También, disminuyen los tumores malignos de colon y recto», destacó Moltoni.
Un estudio del Royal College of General Practitioners del Reino Unido publicado en 2017, que abarcó más de 40 mil mujeres usuarias en su juventud y ahora mayores, corroboran estos hallazgos. «Con respecto al cáncer de mama, se observó que casi no aumenta durante el uso de pastillas o en gente que las usó hace poco. Este mínimo efecto parece diluirse en el tiempo, sin observarse influencia sobre este tumor si el uso de pastillas fue hace más de cinco años», explicó la especialista, quien manifestó que «algo similar ocurre con el cáncer de cuello de útero, del cual el principal responsable es un virus».
Las pastillas anticonceptivas, en especial las que contienen estrógenos, modifican algunas proteínas que intervienen en la coagulación de la sangre
A pesar de esto, no se aconsejan hormonas si la mujer tuvo cáncer de mama en el pasado. Con el uso de anticonceptivos hormonales no se observa influencia positiva ni negativa en otros tumores como el cáncer de piel, pulmón, etc. «Debemos decir además que las dosis hormonales que contienen hoy en día, son mucho menores de las que se usaron en el pasado. La eficacia se mantiene a pesar de la menor dosis, sin embargo, los efectos adversos han bajado», remarcó.
4- Los anticonceptivos orales engordan. «En la mayoría de los estudios no se observa aumento de peso significativo de las usuarias de anticonceptivos hormonales combinados -aseguró Moltoni-. Es probable que este mito provenga del pasado, donde se usaban dosis más altas que hacían ganar peso y retener líquido. De todas maneras, algunos tipos de anticonceptivos pueden generar aumento de peso en un pequeño porcentaje de usuarias, tal es el caso del acetato de medroxiprogesterona. De todas maneras, el embarazo produce mucha más ganancia de peso que cualquier anticonceptivo».
5- Los anticonceptivos generan trombosis. Las pastillas, en especial las que contienen estrógenos, modifican algunas proteínas que intervienen en la coagulación de la sangre. Por eso el riesgo de problemas relacionados a trombosis y ACV aumenta. «Este aumento de riesgo depende, a su vez, de otros factores de la usuaria, el mayor riesgo está asociado a mujeres que fuman, a obesas, a si tiene trombofilias y con la mayor edad», detalló la especialista.
Es por ello que el médico evalúa estos factores en la entrevista para ver si puede, o no, tomar anticonceptivos. La posibilidad de que ocurra una trombosis en mujeres en edad reproductiva es, según Moltoni, de cinco casos cada 10 mil, mientras que con el uso de anticonceptivos es de ocho a nueve cada 10 mil usuarias, y se da más en mujeres con los factores de riesgo antes mencionados.
«En el embarazo el riesgo de trombosis es de 29 cada 10.000 mujeres y mayor aún en el período post parto, riesgos mucho mayores a los observados con las pastillas. Entonces, si bien el riesgo de trombosis aumenta, el aumento en cuanto a una posibilidad real de que ocurra es bajo, y en general, son mucho mayores los beneficios de usar un anticonceptivo para evitar un embarazo no planificado», finalizó.