En el último boletín VIH – Sida de diciembre de 2012, el Ministerio de Salud de la Nación indica que en Argentina viven alrededor de 110.000 personas con VIH, 4 de cada 1.000 jóvenes y adultos están infectados con el virus y el 40% de ellos desconoce su condición. Sin embargo, también sostiene que las curvas de incidencia, prevalencia y mortalidad por Sida se han estancado en los últimos 5 años.
En este contexto, la ampliación de la cobertura del tratamiento con antirretrovirales de alta eficacia (HAART) y la mejora en el enfoque terapéutico de infecciones produjeron un aumento significativo en la calidad y proyección de vida. De esta manera, personas VIH reactivas que se encuentran en edad reproductiva evalúan la posibilidad de tener hijos debido al crecimiento de la expectativa de vida. Los avances de la ciencia permiten también que esos niños nazcan sanos.
Técnicas de fertilización para concebir hijos sanos
En todo caso de hombre infectado, se realiza el procesamiento de la muestra de semen con lavado, que consiste en separar los espermatozoides del líquido seminal y determinar entonces la carga viral. El riesgo de transmisión con esta técnica en cualquier tratamiento de fertilidad es menos a 1 entre 5000, es decir un 0,0002%, según diferentes publicaciones.
·• Inseminación intrauterina:
En el caso de hombres seropositivos y mujeres seronegativas, se lleva a cabo en el hombre el procesamiento y lavado del semen durante el cual se seleccionan los espermatozoides de mayor motilidad y se determina la carga viral en el líquido seminal. Los espermatozoides aptos, con carga viral negativa, son depositados en el útero de la mujer en fecha ovulatoria a través de una cánula conectada a una jeringa.
Por su parte, en el caso que la mujer sea seropositiva y el hombre seronegativo, la técnica requiere el procesamiento de la muestra pero sin el lavado seminal.
Para mujeres y hombres seropositivos, el semen deberá ser procesado con determinación de carga viral para evitar el contagio de diferentes cepas virales.
·• FIV-ICSI:
En el caso de hombres seropositivos y mujeres seronegativas, consiste en la fecundación del ovocito por el espermatozoide en condiciones de cultivo In Vitro (en el laboratorio), previa obtención de los óvulos por aspiración folicular bajo control ecográfico y procesamiento y lavado seminal. Los embriones desarrollados son transferidos a la cavidad uterina a través de un catéter.
Cuando una mujer es seropositiva y el hombre seronegativo, se realiza la misma técnica pero sin el lavado seminal.
Por su parte, en casos de la pareja seropostivia se realiza solo ICSI con la muestra de semen con la preparación ya citada.
·• Ovodonación:
Cuando un hombre es seropositivo y la mujer seronegativa pero presenta una falla ovárica severa, la indicación terapéutica es la ovodonación. Es una técnica en la cual el óvulo es aportado por una mujer distinta (donante), fecundado In Vitro con el espermatozoide de la pareja receptora, previo procesamiento y lavado seminal, y el embrión formado es transferido a la mujer de la pareja receptora.
Mujeres seropositivas y hombres seronegativos, en los casos de falla ovárica se lleva a cabo esta técnica sin el lavado seminal.
• Transmisión vertical (madre a hijo):
La transmisión vertical del virus es responsable de la mayor parte de la infección en los niños.
En los últimos años se ha progresado mucho en los conocimientos sobre las vías de transmisión vertical del HIV y los modos de prevenirla.
En estos casos, el tratamiento con drogas que inhiban la replicación del virus y reduzcan la carga viral es fundamental para prevenir la transmisión al feto. Las combinaciones de fármacos retardan la propagación del VIH por el organismo, mantienen baja la concentración de virus en la sangre (o incluso indetectable) y ayudan a prevenir las infecciones relacionadas con este virus.
Se debe:
• Tener en cuenta si existe una historia de tratamiento antirretroviral previo.
• Considerar la edad gestacional.
• Evaluar la necesidad de tratamientos adicionales o de químico profilaxis.
• Descartar otras ETS.
• Conocer la serología de la pareja.
• Conocer el estado clínico: recuento de glóbulos blancos CD4 y Carga Viral (cantidad de carga que tiene el virus, cuanto más alta más posibilidad de transmisión vertical). El tratamiento tiene dos objetivos: controlar la enfermedad y reducir el riesgo de transmisión al bebé. Ya que es conocido que el mayor porcentaje de transmisión ocurre cerca del momento del parto o durante el mismo y que los niveles de carga viral plasmática se correlacionan con dicho riesgo.
En todos los casos, el correcto asesoramiento médico y médico reproductivo permitiría indicar la técnica asistida más adecuada y así ofrecer un medio seguro y efectivo para lograr el embarazo tan deseado y sin riesgos.
Fuente: todoenunclick.com.ar