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Por: Entremujeres.com | 19/11/10

Cuando la violencia no tiene sexo


En los últimos días se habló de las mujeres que, ante un hecho que les parece injusto, responden a los hombres de manera violenta. ¿El “cachetazo” está socialmente permitido? ¿Es distinto si pega una mujer que si pega un hombre? Responden dos psicólogas y una sexóloga.

“La violencia en sí misma no tiene sexo. No hay violencia de hombres o violencia de mujeres, la violencia es siempre violencia”, opina María Beatriz Müller, licenciada en psicología, directora de Salud Activa.

“Al analizar la violencia ejercida por una mujer hacia un hombre, no podemos pensar que está socialmente permitida”, agrega la especialista.

Pero la sociedad busca excusas para justificarla: “que le llegó la menopausia, el síndrome pre-menstrual y está en sus días. Que tiene depresión, estrés o traumas de la niñez… Sin embargo, los hombres también son afectados por muchos de estos problemas”, asegura la licenciada en psicología Paula Arrieta.

Por qué pega una mujer

“En la violencia basada en género lo que se juega es el abuso de poder: el poder del más fuerte, de quien domina, por sobre el dominado”, dice Müller. Según la psicóloga, en ese interjuego de potencia e impotencia, muchas veces se generan situaciones en las que la mujer se siente impotente y reacciona con violencia.

Por su parte, la Dra. Beatriz Literat, médica sexóloga de Halitus Instituto Médico, relaciona a las mujeres violentas con su educación previa. “Por lo general provienen de hogares donde no aprendieron modelos asertivos de comportamiento. Entonces expresan su disgusto, su insatisfacción y su impotencia con gritos, amenazas, arañazos, mordidas, etc.”, explica.

Qué hacer

Según Müller, “debemos tener bien claro que la violencia es una conducta aprendida. Por lo tanto, para evitar y contener cualquier reacción violenta debemos desaprender esas conductas y modificar nuestro modo comunicacional”.

“La primera escuela de comportamiento es el hogar”, opina Literat. “Desde pequeñas, las mujeres –y también los hombres- deberían ser enseñados con modelos de comportamiento y de resolución de problemas que sean pacíficos y efectivos, para que no asuman que el único modo de hacerse escuchar o de conseguir algo es con el grito o el golpe”, agrega.

«Consultar con un especialista en materia jurídica y buscar ayuda psicológica, en el caso que sea necesario, son las primeras y más urgentes recomendaciones», concluye Arrieta.

Fuente: Entremujeres.com