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Por: Loreoos blog | 08/11/08

Sexo en el embarazo


A pesar del embarazo, vos y tu pareja pueden alcanzar la plenitud en los momentos íntimos. Lo que tenés que saber para reducir al máximo las molestias que pueden aparecer.

La sexualidad durante el embarazo se vive de manera diferente. Los cambios que experimenta tu cuerpo pueden generarte molestias a la hora de tener sexo con tu pareja: tu deseo fluctuó considerablemente este último tiempo, las posiciones que antes te resultaban placenteras, ahora te incomodan y te cuesta transmitir la revolución hormonal que estás sintiendo. El aumento de tu sensibilidad, el dolor mamario y el tamaño de tu abdomen, entre otras cosas, pueden complicar un momento que debiera ser sumamente placentero y que encima acarrea el miedo a molestar al bebé.


«El embarazo y la sexualidad son funciones fisiológicas perfectamente compatibles. Durante los nueve meses, existen variaciones en las sensaciones que experimentan las embarazadas: desde un estado de total plenitud física y mental, hasta el sentirse raras, diferentes, incómodas e indispuestas. La pareja tendrá que adaptarse a esta nueva condición en la mujer y descubrir una sexualidad diferente a la que acostumbraban tener», explica la Dra. Beatriz Literat, sexóloga y ginecóloga del Instituto Halitus.


Placeres saludables


Según la especialista, la vida sexual de la pareja durante la gestación debe desarrollarse de manera que no haya brusquedades, cuidando que la penetración no sea tan profunda y que la futura madre no se sienta aplastada por su pareja. «Los límites los pone el mayor o menor grado de confort y seguridad que la embarazada sienta. Las posiciones contrarias a la ley de gravedad no son recomendables, tampoco movimientos que exijan de ella un esfuerzo físico. Es el varón quien tendría que actuar de modo más activo para adaptarse al estado y buscando el bienestar de su compañera», señala la Dra. Literat.


«Durante el tercer trimestre, el mayor desafío de la pareja es el volumen corporal de la embarazada y su dificultad para moverse como solía hacerlo. Es, entonces, cuando hay que recordar que el órgano sexual más importante es el cerebro y que los sentidos como el oído, el olfato y el tacto son poderosos estímulos eróticos. El secreto de la plenitud sexual en el embarazo está en que la pareja sea receptiva de los deseos y necesidades de cada uno, creativos y solidarios en su capacidad de adaptación a este momento que están viviendo», explica Literat. Además, agrega que durante los últimos meses de gestación, contrariamente a lo que señala el mito, el sexo ayuda a la mamá a prepararse para el parto. «Promueve un mayor tono muscular del piso pélvico, que son los músculos que más trabajan durante el período expulsivo del parto. Es como ponerlos a punto para el gran momento», indica la especialista.


Temores masculinos


La especialista cuenta que mientras la mujer se adapta a la modificación de su cuerpo, a los típicos síntomas del embarazo y a la revolución hormonal y emocional, el hombre también vive momentos de cambio: se encuentra frente a un cuerpo diferente, que desea, pero al que tiene miedo de dañar. Y que algunos padres optan por la abstinencia cuando lo ideal es ir disipando aquellos temores irracionales que puedan surgir. La Dra. Literat concluye: «Un hombre sensible debería estar muy receptivo a todos los cambios, seguramente ya anunciados por el obstetra en las consultas periódicas, y hacerle sentir a su mujer que la ve más linda y atractiva que nunca. Así alienta en ella el deseo que podría estar reprimido por temor o pudor».


En tanto, la Lic. Esther Bulcholz, psicóloga especialista en sexualidad, miembro de la comisión directiva de la Sociedad Argentina de Sexualidad Humana (SASH) asegura que el romanticismo, la comprensión y la paciencia serán fundamentales para evitar dificultades. «Cada mujer vive su embarazo y todo lo relacionado con este momento, de una manera particular. Caricias, masajitos, besos… todo lo que tiene que ver con el placer y que está más allá de la penetración, es necesario. Los mimos son fundamentales para que la pareja viva con plenitud la sexualidad», señala la sexóloga.


Luego explica que durante este período, es necesaria la comprensión de ambas partes: a veces, es la mujer la que está muy metida para adentro y no se fija en lo que le pasa al hombre. Desde el punto de vista psicológico, cuanto más amor hay en la pareja, mejores son las relaciones sexuales y mejor está el bebé.