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Por: Revista Ahora Mamá | 01/07/08

FERTILIZACIÓN IN VITRO, 30 años de éxito


Pasaron treinta años, y la ciencia no se detuvo. Los métodos son cada vez más diversos y evolucionados. Gracias a la fertilización in Vitro, muchas parejas pueden concretar su sueño de formar una familia.

La historia comenzó hace treinta años, cuando llegó al mundo la primer “bebé de probeta”. El nacimiento de Louise Brown, el 25 de julio de 1978, concebida mediante un tratamiento de fertilización in Vitro, estuvo rodeado de mucha polémica. Era algo así como ciencia ficción.
Sin embargo, a partir de ese primer éxito, estos procedimientos probaron su eficacia para tratar factores de infertilidad femenina, especialmente aquellos debido a problemas en las trompas de Falopio y a endometriosis, e incluso los relacionados con la infertilidad masculina.


Los números hablan
Para 1984, se calculaba que en el mundo habían nacido unos 600 chicos gracias a la fertilización in Vitro. En 2000, se reportaba que la cifra había aumentado a 2622 bebés, y más adelante, en 2003, ya había llegado a 6268 niños.
En la actualidad, se estima que 15 de cada 100 personas sufre problemas de fertilidad, y que al menos un nacimiento diario es producto de un procedimiento de fertilización asistida.
Los cambios sociales, la aceptación de estos métodos y los avances de la ciencia, que permitieron aumentar la tasa de éxito, reducir los riesgos de la hiperestimulación ovárica y perfeccionar las técnicas de obtención de óvulos, animaron a muchas parejas a intentar cumplir su deseo de ser padres con la ayuda de la ciencia. Esto permitió que para 2005, en Estados Unidos, por ejemplo, se informara una cantidad de 134260 ciclos de tratamiento que dieron como resultado 38910 nacimientos.


Los grandes avances
A continuación, un resumen de los progresos más significativos en el campo de la reproducción asistida


*Fertilización in Vitro convencional
Se extraen uno o más óvulos, y se seleccionan los espermatozoides de mejor calidad. En el laboratorio, se colocan unos 150000 espermatozoides alrededor de cada óvulo, muchos de los cuales intentarán penetrarlo, aunque sólo uno lo logrará. Entre dos y cinco días después de la fecundación, los embriones se colocan dentro del útero por vía transvaginal.


*El método ICSI
A medida que pasaban los años, pudo comprobarse que los resultados de la fertilización in Vitro convencional mostraban menor eficacia cuando las características del semen se encontraban por debajo de los parámetros de concentración, morfología y movimiento considerados normales. La solución a este problema llegó con la técnica ICSI, un procedimiento que consiste en la inyección de un solo espermatozoide directamente en el citoplasma de un huevo maduro (ovocito) mediante la utilización de una aguja de cristal (pipeta).
El ICSI resulta apropiado cuando la cantidad de espermatozoides o de óvulos es escasa, o bien cuando la calidad de cualquiera de ellos es dudosa. “Se trata de la técnica de más alta complejidad en fertilización asistida utilizada en el mundo desde 1992, que dio como resultado una baja significativa en la necesidad de donantes de esperma”, explica el Dr. Sergio Pasqualini, de Halitus Instituto Médico, centro especializado en técnicas de fertilización asistida.


*Diagnóstico genético preimplantatorio
 Otro de los grandes progresos en el campo de la salud reproductiva es el uso de la técnica de diagnóstico genético preimplantatorio.
Se trata de una opción de diagnóstico temprano para parejas con alto riesgo de descendencia con enfermedades genéticas, y no implica riesgo para el embarazo –dado que este aún no se ha producido- porque el diagnóstico se realiza antes de transferir los embriones al útero.
Mediante este procedimiento, es posible detectar aquellos embriones que pueden presentar anomalías genéticas o cromosómicas, y transferir al útero únicamente los embriones sanos.


*Estimulación ovárica
 En la mayoría de los casos, la fertilización in Vitro implica, además, la estimulación de los ovarios con hormonas, con el objetivo de obtener una aceptable cantidad de óvulos para ser colocados con los espermatozoides. Normalmente la mujer produce un solo óvulo por ciclo. Con la estimulación producirá más. Esa cantidad dependerá del funcionamiento de los ovarios, de la edad, y de la dosis y el esquema de hormonas aplicadas.


*Criopreservación
Hoy en día la criopreservación permite conservar no sólo aquellos embriones que – para evitar embarazos múltiples- no deberían ser transferidos en ese ciclo y reservarlos para un ciclo futuro, sino también óvulos.
La criopreservación consiste en utilizar muy bajas temperaturas para disminuir las funciones vitales de una célula y poder mantenerla en condiciones durante mucho tiempo. El primer nacimiento de embriones congelados en el mundo fue reportado en 1984 en Melbourne. Desde entonces, se convirtió en una práctica estándar en las clínicas de fertilización in Vitro.
En cuanto a los óvulos, las posibilidades para criopreservarlos se multiplicaron. No sólo gracias a la evolución de las técnicas de criopreservación lentas sino también, recientemente, a las de congelación rápida (vitrificación), que ya comienzan a mostrar resultados alentadores. “La vitrificación abre un nuevo camino para la preservación propia de de la fertilidad mediante los mejores resultados en criopreservación de óvulos. Pero además, para los programas de ovodonación y l para la posible creación de un banco de óvulos, con los consiguientes beneficios que esto implicaría”, sostiene el Dr. Pasqualini.
De esta manera, la preservación de la fertilidad es una opción para pacientes que por razones sociales, económicas, de realización personal, o de salud deciden postergar el momento de la paternidad.


*Cocultivo de endometrio
Otro avances significativo, que se indica en casos de pacientes con fallas repetidas de procedimientos de alta complejidad.
La técnica consiste en realizar- durante un ciclo anterior- una biopsia de endometrio y cultivarla. ¿Para qué? Con la finalidad de colocar luego los embriones sobre una capa de células endometriales y brindarles, así, un ambiente más natural para su desarrollo.


LA CIENCIA SIGUE AVANZANDO


El reloj de la ciencia no se detiene, y los progresos en el campo de la fertilidad siguen creciendo día a día. Hasta ahora, los maores esfuerzos se centraban en la recuperación de ovocitos, en la transferencia embrionaria, y en última instancia, en el logro del embarazo.
Hoy, estos paradigmas han cambiado y se recurre más a la estimulación moderada y al ciclo natural. Al mismo tiempo, se enfrenta un nuevo desafío: reducir la cantidad de embarazos múltiples sin restarle posibilidades a la pareja.
Las investigaciones y los avances en cultivo embrionario y criopreservación lograrán beneficiar aún más las estrategias de estimulación moderada, y algunos pregonan que llegará el momento en que la alta calidad de los embriones, las mejoras en la criopreservación y la optimización de las condiciones preconcepcionales, permitirán transferir – con el consentimiento de la pareja- un solo embrión por ciclo. Así, abren las puertas de la ciencia para muchas parejas que aún persiguen el sueño de formar una familia.