La búsqueda de concebir puede ser un proceso lleno de estrés y ansiedad para muchas parejas. El yoga, con sus beneficios físicos, emocionales y espirituales se presenta como una herramienta poderosa para afrontar estos desafíos. Cómo el yoga puede ayudar en este camino, desde posturas específicas hasta prácticas de meditación, y recomendaciones adicionales para mejorar la fertilidad.
El yoga ofrece técnicas de movilidad corporal y respiración consciente que ayudan a las parejas a conocerse mejor y afrontar el estrés y la ansiedad durante el proceso de fertilidad. A través de prácticas regulares, se puede lograr una mayor calma y equilibrio emocional, lo cual es crucial durante este tiempo.
En lo que respecta a las mujeres, el yoga proporciona herramientas para gestionar el estrés y la ansiedad, permitiendo una mejor gestión emocional. También facilita el autoconocimiento del cuerpo, sus ciclos y señales físicas, promoviendo una mejor conexión con los cambios hormonales y emocionales que ocurren durante este período. Si pensamos en las posturas recomendadas, las dinámicas y de apertura son ideales para flexibilizar el cuerpo y calmar el sistema nervioso. Ejercicios como los saludos al sol y posturas de estiramiento, tanto pasivas como activas, son altamente recomendados para mujeres en este proceso.
Además, debemos hacer especial hincapié en la conexión Mente-Cuerpo. El yoga fomenta un vínculo profundo con el cuerpo, entender cómo se mueve y qué partes tensionamos o relajamos permite una conexión nerviosa y emocional directa. Este autoconocimiento es esencial para concebir y prepararse para el embarazo y el parto; así mismo, la respiración es una herramienta poderosa en el yoga. Respiraciones largas y suaves pueden activar el sistema nervioso parasimpático que ayuda a reducir el tono muscular, bajar la frecuencia cardíaca y traer calma. La meditación y las visualizaciones del presente, del momento de concebir, y del cuerpo sano y fértil, junto con mantras cantados, generan vibraciones positivas en el cuerpo.
Se recomienda el estilo Balance, que es dinámico, y el Yin Balance, que se enfoca en la apertura, el estiramiento y la relajación. No obstante, todos los estilos de yoga traen beneficios infinitos. Para la gestión del estrés y la ansiedad durante un proceso de fertilidad, se sugiere practicar yoga al menos dos veces por semana. Las sesiones pueden variar de 10 minutos a una hora, priorizando la calidad del momento sobre la cantidad de horas de práctica.
A modo de resumen, es fundamental mantener un diálogo interno positivo, meditar y visualizarse con un cuerpo sano y fértil. El movimiento es clave para destrabar la energía y cambiar el estado emocional. Además del yoga, es importante cuidar el bienestar general: descansar bien, tener buenos hábitos alimenticios, ejercitarse regularmente, meditar, caminar, observar la naturaleza y mantener relaciones saludables. Cultivar el amor propio eleva la vibración y mejora la conciencia, facilitando así la manifestación de los deseos más profundos.
El yoga no solo proporciona alivio físico y emocional, sino que también fomenta una conexión más profunda con uno mismo, creando un entorno óptimo para la concepción y el bienestar general durante el proceso de fertilidad.