Cómo cuidar la fertilidad

Al hablar de infertilidad, nos referimos fundamentalmente a la incapacidad de fecundar en el varón y en la incapacidad para concebir en la mujer. Sin embargo, no solo se trata de tener en cuenta todo lo relacionado con las gametas -el óvulo y el espermatozoide- sino que es indispensable poner atención en otros factores: el estrés, el cigarrillo, la alimentación, la cafeína, las drogas y el alcohol.

RELAJARSE

El organismo genera naturalmente estrés como respuesta a situaciones que atentan contra su supervivencia. En cantidades adecuadas, es considerada una respuesta positiva pero si esta respuesta supera determinado umbral o se prolonga en el tiempo, puede provocar ansiedad, depresión y una alteración en la función del organismo. Ya sea que el estrés aparezca antes de la búsqueda del embarazo y pueda retrasar su llegada o que sea consecuencia de ese camino de búsqueda, puede modificar el ciclo ovulatorio, la calidad de los óvulos y espermatozoides, o afectar la implantación. Está probado que la relajación, la meditación y otras técnicas pueden resultar beneficiosas.

DEJAR DE FUMAR

La cantidad de cigarrillos consumidos tiene una relación directa con las posibilidades de presentar dificultades para concebir. Las toxinas liberadas por el cigarrillo pueden afectar en forma directa a espermatozoides y óvulos -más aún a los óvulos que están en el período de maduración previo a la ovulación– y tener efecto sobre los vasos sanguíneos afectando el normal funcionamiento del sistema reproductor.

ALIMENTARSE SANAMENTE

No existe una dieta de la fertilidad pero los estudios sugieren que debería reducirse la ingesta de grasas saturadas, hidratos de carbono refinados, proteínas de origen animal y bebidas azucaradas; la dieta mediterránea es la ideal. La mala nutrición puede impactar sobre el normal funcionamiento del sistema reproductor y las posibilidades de lograr un embarazo. En las mujeres, el exceso de peso, aunque no fuese significativo, y el bajo peso, sin llegar al extremo de la anorexia, pueden afectar el ciclo menstrual y la ovulación, así como la producción y calidad de los espermatozoides en el hombre.
RECUERDE: el solo hecho de llevar adelante una dieta adecuada, acompañada de ejercicio físico, puede revertir la situación o mejorar las posibilidades de los tratamientos de fertilidad.

LIMITAR EL CAFÉ

Existe evidencia que demuestra que el exceso de café podría afectar la fertilidad por distintos mecanismos, por lo tanto, si se está en la búsqueda de un embarazo, disminuir su ingesta es recomendable.

PRESTAR ATENCIÓN A LAS DROGAS Y EL ALCOHOL

En algunos casos, las drogas y el alcohol pueden afectar la calidad y cantidad de óvulos y espermatozoides y hasta afectar la sexualidad. Hay una relación directa entre la dosis y los efectos, varían según la sensibilidad particular de cada persona. Los óvulos en los días previos a la ovulación, así como los espermatozoides en sus últimos días de maduración, son muy sensibles a los tóxicos, cualquiera sean éstos.

Cuando una persona se embarca en la búsqueda de un hijo puede lograrlo en el corto plazo o que esa búsqueda se prolongue en el tiempo y hasta que deba recurrir a distintos tratamientos. Ponerse en las mejores condiciones para aumentar las posibilidades de lograr el embarazo -en forma natural o por medio de algún tratamiento-, que éste tenga las mayores chances y que se desarrolle sin contratiempos, es una tarea a la que hay que abocarse y que nosotros como médicos, tenemos la obligación de fomentar.

Dr. R. Sergio Pasqualini, (MN 39914)
Director científico de Halitus Instituto Médico, Presidente de Fundación Repro y autor del libro Cuidar la fertilidad, de Editorial Paidós.