Querida hija:

Me despierto a mirar si seguís a mi lado, como si todo fuera un sueño del que no quiero despertar. Pero no, está todo bien.

Después de varios fracasos y de abandonar tu búsqueda por un tiempo, hace solo un año que acepte que mi opción era la ovodonación y hoy sos mi realidad.

De todos los caminos que iniciamos, pudimos llegar a vos cuando nos sentimos seguros. Esa seguridad recién la encontramos cuando el Dr. Pasqualini contesto amablemente varias de nuestras consultas y dudas. Hoy siento que hicimos las cosas bien, porque se que no nos equivocamos, porque nos hemos sentidos contenidos y porque se cuido todo para que estés hermosa y a nuestro lado.

Que te puedo decir hija, solo que te agradezco que me hayas elegido; le agradezco con mi corazón a la mujer que generosamente me permitió hoy poder estar a tu lado, poder haberte tenido en mi panza lo cual fue una experiencia maravillosa que festejo no haberme perdido en la vida y el poder cuidarte y darte todo este amor que por tanto tiempo tuve guardado para vos.

Te agradezco toda esta felicidad nueva que hace que papá estrene cada día una sonrisa cuando te ve tan sana y se refleja en tus ojos iguales a los suyos. De papá heredaste su belleza y de mi, vas a heredar la constancia para buscar la felicidad, las ganas por el chocolate y el gusto por el mar y juntos… vamos a recorrer este nuevo camino, porque gracias a vos hoy nos hemos convertido en una hermosa familia.

Te amo.
Tu mamá