Para conocer mejor el cuerpo Videocolposcopía: un examen ginecológico con video en vivo.

Permite explorar el interior del cuello del útero en una pantalla y genera reacciones diversas en las pacientes.

Gladys Fernández (55) es Jefa del departamento de Endocrinología Ginecológica del Hospital de Clínicas de la Ciudad de Buenos Aires y docente en la Universidad de Favaloro. Es una de las profesionales que realizan videocolposcopías en el país. Además de la prevención de enfermedades genitales (como las colposcopías «tradicionales»), esta innovación tecnológica tiene un plus, ya que les permite a las pacientes descubrir el propio cuerpo.

Comencemos por el principio, ¿qué es un colposcopio? Es un instrumento de uso médico con un sistema de lentes binoculares que permite visualizar en forma detallada el cuello del útero, pero también la vagina y la vulva.

Sirve para realizar la colposcopia, que es una palabra que proviene del griego: kolpos skopein que, en conjunto, significa visualización de la vagina. Si bien el estudio obligatorio de rutina en las mujeres entre 21 y 65 años es el papanicolau, en nuestro país es muy común que se realice junto con «la colpo» (no así en otros países como Estados Unidos o países europeos, donde no es una práctica habitual).

«No es común encontrar un videocolposcopio en los consultorios -explica Fernández- aunque hay algunos en el país, el aparato es costoso. Hace menos de un año que le instalé la cámara y toda la tecnología para poder proyectar la imagen».

«Cuenta con una serie de lentes y un sistema de luz que permite visualizar el cuello del útero con un aumento aproximadamente de 20 veces el tamaño real. Luego de colocarle el espéculo a la paciente, y de realizarle la toma del pap, se aplica ácido acético para poder visualizar el cuello uterino y evaluar si presenta o no lesiones», comenta.

Para mirarme mejor

El primer colposcopio de creó en 1924 y desde allí se han producido muchos avances llegando finalmente al videocolposcopio, la «versión 2.0», con una cámara en su interior adaptada que permite proyectar la imagen del cuello del útero sobre una pantalla. «De este modo, la paciente visualiza conjuntamente con el ginecólogo la imagen del cuello del útero, se pueden tomar fotos y se puede filmar», explica la especialista.

¿Cómo reaccionan las pacientes? «La mayoría reacciona muy positivamente; les encanta la posibilidad de descubrir su cuerpo, de conocer su anatomía. La gran importancia de la videocolposcopia radica en que es el primer contacto audiovisual y a color que tienen la mujeres con sus genitales internos y que está disponible para que ellas miren y pregunten. Muchas dicen sorprendidas, ‘¡qué loco, nunca me imaginé cómo era!’, y más aún, cuando señalando la pantalla les explico que por allí sale la cabeza de un bebé».

Pap y colpo: cada cuánto hacerlas y para qué sirven

El papanicolaou «es una técnica histológica mediante la cual se toma una muestra de células del cuello uterino, se ponen en un portaobjetos, se fijan y el patólogo mira con el microscopio óptico. Se observa si las células tienen anomalías o si son células sanas», explica Marianela Atencio, ginecóloga de Halitus Instituto Médico.

Se hace para «recolectar células del cuello uterino para revisar si presentan cambios que pudieran ser una señal de cáncer y para buscar la presencia de los tipos de alto riesgo del VPH que se sabe causan cáncer del cuello del útero», detalla la doctora Sally Ann Pantin, de la Clínica Mayo.

La colposcopía es otro estudio fundamental en la detección precoz del cáncer genital y también para detectar algunas enfermedades de trasmisión sexual.

«Con el colposcopio, se mira a gran aumento el estado del cuello uterino para ver si hay alguna lesión que llame la atención y de donde se puede tomar una biopsia, por ejemplo por más que una paciente tenga un pap normal», dice Atencio.

Ambos estudios se hacen a partir de que la mujer comienza a tener relaciones sexuales. Y, en cualquier caso, se deben comenzar a partir de los 21 años; y repetir una vez por año.

Link Noticia Original