“Durante el embarazo y con la llegada de un nuevo bebé suelen aparecer dudas y temores, que se acrecientan al transitar la actual cuarentena por coronavirus. Hay que darse tiempo para adaptarse e integrar al nuevo bebé a la familia, para aprender de a poco”, explica la licenciada en psicología y especialista en vínculos tempranos, primera infancia y crianza, María Paula Gerardi a Entremujeres Clarín.
La especialista explica que es normal que surjan diferentes emociones y acciones, tanto en los niños como en los adultos: impaciencia, intolerancia e irritabilidad al tener que compartir el mismo espacio tanto tiempo, enojo porque las cosas no salen como estaban planeadas, y tristeza e incertidumbre porque no se podrá contar con los abuelos o con ayuda doméstica por un tiempo. Para Paula, lo mejor es confiar en la intuición y guiarse por el amor y el respeto tratando de aceptar aciertos y errores, y soltando exigencias y culpas.
La psicóloga cuenta que la necesidad de tener todo bajo control y organizado antes y después de la llegada del bebé, tanto en el área emocional como en la rutina y la organización familiar, puede ser poco flexible y hasta rígida. También ponerse «optimista en exceso» tratando de generar bienestar constante con ideas para ocupar el tiempo, y hacer chistes sin parar para levantar el ánimo de los demás puede desconectarnos de nuestras propias necesidades y temores.
Desde el aspecto clínico, el doctor Ariel Masquef, obstetra del Instituto Médico Halitus, explica: “Cada embarazo que transita la mujer es diferente, es como arrancar de cero. En cuanto a la sintomatología médica, una mujer que experimentó malestar y vómitos en el primer embarazo, puede transitar un segundo sin ninguno de estos síntomas, o con alguno, o con todos. La mayor diferencia reside en la parte emocional. En general, un segundo embarazo se encara con menor ansiedad, más tranquilas y relajadas. Cómo sabiendo más o menos qué esperar de ese estado”.
En cuanto a la “distancia prudencial” recomendada entre el primero y el segundo, el doctor asegura que está marcada por la vía de nacimiento. “Si la mujer tuvo un parto por vía vaginal, no es necesario que espere demasiado. Lo recomendable es un año y medio o dos. En cambio, si es por cesárea, lo mínimo aconsejado son dos años”, cuenta.
Ante la posibilidad de dos lactancias simultáneas no hay opiniones concluyentes, pero el doctor Masquef recomienda no hacerlo por la liberación de oxitocina: “Lo ideal es siempre darle la teta la mayor cantidad de tiempo posible al hijo que está lactando. Es cuando la mujer se entera que está embarazada, que existen diferentes opiniones. El tema de la lactancia con el embarazo es muy controversial. Si bien yo tuve pocas pacientes que dieron la teta durante toda la gestación sin complicaciones, mi recomendación sigue siendo que no lo hagan por un tema de liberación de oxitocina, que no juega a favor del embarazo que se está transitando. No vi en mi experiencia profesional que los hermanos compartieran lactancia simultánea”.
«La llegada de un nuevo bebé genera un cambio en la organización de la dinámica familiar, implica un proceso de reacomodamiento y si a esto le agregamos la situación de encierro, donde hay poco contacto con el exterior, la situación se complejiza un poco más. En algunos casos ambos padres también se encuentran trabajando dentro de casa y esto implica redistribuir y organizar espacios y tiempos», problematiza Paula y explica los miedos que pueden surgir.
Paula propone estas ideas para encontrar un equilibrio y regular la «catarata» emocional que puede surgir en lo cotidiano.
“El nacimiento de un nuevo hermano despierta en nuestro hijo mayor una combinación de sensaciones y sentimientos, como alegría, amor, curiosidad, miedo, rechazo, bronca y culpa. ¿Me van a seguir queriendo? ¿Van a estar todo el tiempo con el bebé? ¿Mamá no va a jugar más conmigo?”, explica la licenciada Gerardi y estructura una serie de comportamientos que nuestros pequeños pueden manifestar.
Comportarse como bebé
Pueden aparecer algunas conductas como empezar a hablar como bebé, hacerse pis o caca encima, pedir la teta, gatear, pedir la mamadera, etc. Es importante sostenerlo afectuosamente, decirle que no necesita ser bebe de nuevo para que la mamá lo quiera, que la mamá y el papá lo quieren como es.
Es común que aparezcan reacciones de enojo y bronca en relación a la panza de la mamá y al nuevo hermano. Los chicos pueden pegarle a la panza, decir no quererlo, etc. Pensemos que se siente amenazado frente a la presencia de este bebé. Puede estar irritable, contestar mal a los papás, hacer berrinches y desafiar. También suelen aparecer manifestaciones en la escuela, por ejemplo, no hacerle caso a la maestra, estar desatento o pelear con los compañeros.
Celos
Es normal y esperable que los celos aparezcan. Hay que ayudarlo a manejar este sentimiento y no tratar de taparlo, hacer que no existe o enojarse con el nene por sentirlo. Es bueno saber que en la relación entre hermanos aparecen sentimientos encontrados de amor-odio. Hay cierta rivalidad normal entre ellos por obtener el amor de sus padres. Los chicos tendrán que aprender a esperar, ceder, compartir y también tendrán alguien a quien querer y cuidar, con quien pelearse y amigarse, aprender, divertirse y jugar.
Miedo de perder a papá y mamá
Los chicos más grandes tendrán que ir haciéndole lugar en su psiquismo a este nuevo hermano, crear un espacio para él, renunciar a ser el único hijo. Es común que surja miedo de perder el amor de los papás. Es importante hacerle saber que hay amor y tiempo para todos.
En relación a esto, Paula comparte una serie de tips que pueden ayudarnos durante las distintas etapas. «Estas son algunas ideas para acompañar el proceso, sin embargo, me parece que lo importante es que los padres puedan ir encontrando en su interior y en función de sus experiencias y recuerdos, distintas ideas, recursos y estrategias que vayan surgiendo espontáneamente».
Puede ser que se niegue a conocer a su hermano, que pase por al lado y no lo mire, que diga que es feo, etc. Esto es normal. Hay que darle tiempo, no presionarlo ni enojarse con él. Algunos consejos:
“En este momento es importante que las mamás puedan conectarse consigo mismas y el bebé, respetar sus necesidades físicas pero también las emocionales y poder pedir lo que necesitan. Por ejemplo, participar de manera online en grupos de apoyo para embarazadas, clases de yoga y meditación para poder compartir emociones, vivencias, temores y experiencias con otras mamás que están transitando el mismo proceso”, explica la licenciada, y propone dos aspectos que pueden ayudarnos a transitar mejor el embarazo y los primeros días del nuevo integrante en casa.
Las mamás necesitan mucha ayuda y sostén de su pareja, de su propia mamá, de otras madres, de amigas, y hermanas. Es importante que a pesar de la distancia se generen espacios de sostén y acompañamiento de manera online.
Estar pendiente de cómo se siente y en qué la podemos ayudar para que ella pueda amamantar y conectarse con su bebé que es muy pequeño y necesita de su presencia constante.