Embarazo adolescente, otra arista de inequidad

«En el país, en donde la fecundidad total es relativamente baja, la tasa de fecundidad adolescente es desproporcionadamente alta y no ha descendido de la misma manera que la de las adultas», señala un estudio del Observatorio de Salud Sexual y Reproductiva (OSSYR) del Centro de Estudios de Estado y Sociedad (CEDES) y el Centro Rosarino de Estudios Perinatales (CREP).

En el mundo, se calcula que más del 40% de los embarazos son no planificados o no deseados, con cifras cercanas al 60% en Argentina. En adolescentes, la cifra asciende a 70%, según datos oficiales.

Hay muchas aristas a analizar para determinar las causas del embarazo adolescente, y una de ellas es desde la inequidad de género. «Lo más importante en este momento, teniendo en cuenta todo lo que aconteció en el país en los últimos meses, es que el embarazo adolescente evidencia la inequidad de género», sostuvo la Doctora Beatriz Literat (MN 50.294), médica sexóloga clínica y ginecóloga, a cargo del Departamento Sexología y Disfunciones Sexuales de Halitus Instituto Médico.

«El embarazo se produce por una equidad biológica, donde el varón aporta un espermatozoide y la mujer, un óvulo. Ahí se tiene que cada uno da un 50% para constituir al embrión, que será el futuro bebé. Sin embargo, el bebé se aloja en el cuerpo de la mujer, y acá es donde empieza la inequidad», detalló la profesional.

Lo que pasa es que estos embarazos, en su gran mayoría, son no deseados, por lo que «la que se tiene que hacer cargo de todo termina siendo la chica«. «El compañero sexual termina borrándose, dejando a la chica y a su familia como encargados de la crianza de ese chico», agregó Literat.

Al hablar de una prevención del embarazo adolescente cabe destacar que no hay una sola forma, como así tampoco es algo de cada uno. «La solución debe involucrar y comprometer a toda la sociedad, así como al sistema educativo y al de salud», aseguró la Doctora María Elisa Moltoni (MN 114.737), ginecóloga del Departamento de Planificación Reproductiva de Halitus Instituto Médico.

«Hay que pensar en la educación que los adolescentes tienen para poder acceder y usar correctamente los métodos anticonceptivos. Además de prevenir el embarazo, debemos educar en conductas sexuales seguras, incentivando el uso del preservativo para la prevención de las infecciones de transmisión sexual«, puntualizó la especialista.

Educación, la clave

Ambas profesionales concuerdan en que la educación es la herramienta clave para solucionar el problema del embarazo adolescente. Por su parte, Literat propone lo que ella denomina ‘educación en valores’: «Hay que profundizar en el respeto por el propio cuerpo, por los propios sentimientos, como así también por los de los otros. Que los chicos entiendan que no se puede usar a la otra persona como una herramienta para descargar las necesidades fisiológicas propias. Hay que tener en cuenta que mi salud reproductiva en el futuro va a depender del cuidado que yo ponga en mi salud sexual hoy«, concluyó la médica.