Dr Sergio Pasqualini:
Cada mañana, cuando Franco despierta luego de mansas 10 horas de sueño y nos encontramos con sus sonrisas o lagrimones colgados de los cachetes, no dejamos de sorprendernos y agradecer a la vida por todo lo hecho.
Por no dejar de luchar para traer un hijo al mundo, por caminar, preguntar, leer, escuchar, elegir.
Les estamos eternamente agradecidos a Ud., a Néstor Matarazzo, a Liliana Blanco y a todo el equipo que tan cálidamente nos acompañó en la aventura de traer a Franco a nuestro lado.
Mario Borra y Lucía Ipes