Nada es comparable con la ternura y el amor que nos irradia día a día, minuto a minuto. Recién ahora, entendemos el significado de la frase que dice que un hijo te cambia la vida. Te la cambia tanto, que pasarías horas viéndola dormir.
Nos es muy difícil poder transmitir con palabras lo agradecidos que estamos al Dr. Pascualini y a su excelente equipo de colaboradores por haber hecho posible que este milagro sucediera.
Estábamos llenos de miedos, de dudas, de una angustia que no nos permitía pensar en otra cosa. Mes a mes, al ver fracasar nuestro anhelo de engendrar un hijo, nos sentíamos cada vez con menos fuerzas, con un sabor amargo muy difícil de cambiar.
Hasta que llegamos a Halitus, un lugar en donde encontramos desde el primer momento en que decidimos realizar el tratamiento de fertilización asistida, no sólo la excelencia de un equipo de profesionales de primera línea, sino además, contamos con toda la ternura y la contención que necesitamos.
No podemos dejar de mencionar y agradecer al doctor Marcelo Martínez, quien acompañó nuestra panza desde el primer instante, aun cuando todavía no era panza, era solamente un puntito que latía en las ecografías y que nosotros disfrutábamos con cada cambio que se iba produciendo.
Hoy al mirar la carita de nuestra beba, sentimos que nunca se debe perder la esperanza, que cuando uno desea profundamente algo y ese sueño es algo bueno y tiene que ver con el amor, siempre llega a convertirse en realidad.
Una vez más gracias a todos ustedes por esta María Belén que se metió en nuestras vidas transformándolas para siempre.
Silvia y José María