María Elena Sardone, psicóloga responsable del “Sistema de entrenamiento especial para tratamientos de infertilidad” de Halitus Instituto Médico, destacó que esta noción «llevó a ver a la salud reproductiva desde una perspectiva más integral donde los aspectos mentales, emocionales y físicos de la infertilidad están entrelazados».
«Con la evolución de las técnicas diagnósticas las causas psicológicas de la infertilidad tomaron una nueva dimensión y protagonismo. Hoy no hay duda de la existencia de una variedad de matices que entrecruza factores psicológicos con los fisiológicos», remarcó Sardone.
Además, la psicóloga explicó que la definición técnica de estrés «involucra una respuesta del cuerpo a cualquier situación amenazante o demandante o como consecuencia de una gran variedad de estímulos físicos y emocionales incluyendo conflictos internos e hitos significativos».
«Este estado produce reacciones químicas internas con el fin de ayudar al organismo a adaptarse y enfrentar las nuevas condiciones y circunstancias del entorno. La experiencia negativa del diagnóstico de infertilidad o los continuos fracasos en los intentos por lograr un embarazo elevan considerablemente los niveles de estrés que disminuye las probabilidades de éxito de un tratamiento de fertilidad y tiñen la vida emocional de quienes transitan esta experiencia con sentimientos de angustia y ansiedad que pueden llegarlos a estados depresivos», indicó la especialista.
Ñas primeras investigaciones sobre medicina del comportamiento o medicina mente-cuerpo e infertilidad se remontan a 1987. Estudios avalados por la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard de 1993 pusieron en evidencia que los niveles de depresión y ansiedad por los que atraviesa una mujer con diagnóstico de infertilidad son comparables a los que puede atravesar un paciente con enfermedades graves coronarias, VIH e incluso cáncer.
«Los síntomas de la depresión, se corresponden con un estado de ánimo triste o deprimido persistente que puede ir acompañado de: disminución o aumento de apetito, aumento o disminución significativo de peso, insomnio o hipersomnia, fatiga, intranquilidad, sentimientos de culpa excesiva o inadecuada, pensamientos de muerte e ideas suicidas, aislamiento social, falta de interés por las actividades que le son agradables, dificultad para pensar o concentrarse, autoestima disminuída, son signos de ansiedad la preocupación o miedo de que algo malo va a ocurrir, temblores o contracciones nerviosas, fatiga, inquietud, tensión muscular, nerviosismo, mareos, pulso o respiración acelerados, hiperventilación, sudor frío y manos húmedas, boca seca, síntomas gastrointestinales como náuseas o diarrea, irritabilidad o impaciencia, atención dispersa», añadió Sardone.
«Este contexto y luego de años de experiencia en la búsqueda por revertir esta situación con la incorporación de complementos a la terapéutica clínica, llevan a que hoy Halitus brinde el denominado “Sistema de Entrenamiento Especial” para tratamientos de infertilidad, basado en los lineamientos del P.A.R.A. (Programa Avanzado de Recuperación y Apoyo) creado por la Fundación Salud y las pautas del programa de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard para la infertilidad.
El P.A.R.A tiene su base en la psiconeuroendocrinoinmunología (PNEI), que estudia la interacción entre la psiquis, el sistema nervioso, el sistema endocrino y el inmune.
En el Entrenamiento, que tiene una duración de 3 meses, las participantes (mujeres pacientes con diagnóstico de infertilidad) se ejercitan en la utilización de recursos propios, habilitándose para modificar su química interna generando las drogas endógenas necesarias para optimizar los tratamientos médicos. Así podrán disminuir los niveles de estrés utilizando técnicas de relajación, inteligencia emocional y espiritual que las conecte con el verdadero propósito de sus vidas.
La mujer llega al consultorio con una carga importante de pensamientos negativos, algunos concientes y otros inconscientes. Pensamientos como “Nunca voy a lograr embarazarme», o peor aún, “Nunca seré feliz si no logro este embarazo” son comunes a todas estas pacientes. El entrenamiento contempla la utilización de reestructuración cognitiva, una herramienta eficaz para el abordaje de sistemas de creencias que generan estos pensamientos negativos.
Este Sistema de Entrenamiento Especial consiste en una experiencia individual y personal en el marco de un encuentro grupal. No es terapia de apoyo ni un grupo de autoayuda, como tampoco es psicoterapia de grupo. Las personas que participan en él sienten el acompañamiento de quienes comparten lo mismo: el ansiado deseo de tener un hijo y la imposibilidad transitoria de lograrlo.
El Sistema de Entrenamiento en Medicina mente-cuerpo persigue el objetivo de que quienes participan de él aprendan cómo influir sabiamente sobre sus sistemas de regulación cuerpo – mente para encarar cualquier tratamiento de fertilidad, tomar decisiones correctas optimizar el tratamiento de sus médicos. Convertir una situación conflictiva en una experiencia de vida trascendente y llena de significado es posible.
En ese contexto, el 22 de febrero se realizará una charla sobre «el rol de la medicina mente-cuerpo en la infertilidad», a cargo de Stella Maris Marusso, autora del libro «EL LABORATORIO DEL ALMA». Hotel Meliá (Reconquista 950), SALÓN TIRSO DE MOLINA.