Es el mejor hombre del mundo”, explica de entrada Vanina Escudero (31), sentada en un confortable sillón del living de su casa de Don Torcuato, y señala cómplice a su marido, el humorista Alvaro Navia (47), que desde la cocina sonríe chocho ante semejante piropo, mientras improvisa una comida, actividad que ama. “Yo me ocupo de la decoración, y Al es el gourmet, y también hace el jardín. Es nuestra fórmula para mantener este hogar en orden”, agrega ella. Y sube la apuesta: “Nuestra convivencia es lo más, nos amamos”. Se conocieron siete años atrás, cuando hacían Palermo Hollywood Hotel en Canal 9, y comenzaron a vivir juntos hace cinco, después del casamiento. “Puedo parecer chapada a la antigua, pero nuestra historia fue y es súper romántica. Siempre creíamos que el amor nos iba a salvar de todo. Y hasta ahora ¿fue así!”, arriesga Vanina.
-¿Entonces niegan la comezón del séptimo año?
-Si, a nosotros el paso del tiempo nos potencia. Si tengo que decir que cosas me enamoraron de Alvaro, es difícil, porque no se pueden racionalizar los sentimientos. Su nobleza y la pureza de su corazón son únicas; escucharlo cantar me puede. Tiene una voz increíble. Siempre le pido que improvise. La mayoría de las veces se niega. “Es como si yo te pidiera que bailes”, me dice. Tiene razón, pero insisto, ¡y muchas veces me canta una serenata!
-Se casaron en 2008. ¿Van a agrandar la familia?
-Ya somos una familia. Tenemos dos perritos que amamos: Domingo –el labrador- y Haina –a quien la encontramos en una parada de colectivo-, pero nos faltan los hijos.
-¿A la hora de la búsqueda se fijan en las fechas? ¿Qué métodos utilizan para que llegue pronto el heredero?
-Uff, probamos varios….Pero hay cosas que no se pueden apurar. La vida te sorprende y listo.
-¿Hace mucho que están buscando el bebé?
-La verdad es que siempre quise que Alvaro fuera el padre de mis hijos. Hoy ya estamos súper consolidados como pareja, listos y preparados. Y desde el año pasado nos hacemos estudios, para ver porque no quedábamos embarazados. Los resultados dicen que estamos óptimos para ser padres. Somos sanos, pero no se nos está dando…
-Parece que no piensan bajar los brazos.
-Por eso decidimos empezar un tratamiento. Consultamos con la clínica Halitus, que se especializa en tratamientos de fertilidad. En esta búsqueda sentimos el respaldo y la gran contención de nuestra familia y amigos….Es que a veces te deprimís cuando los resultados del Evatest no dan “positivo”. No obstante, seguimos escribiendo a París, porque de una forma u otra vamos a ser padres. Un hijo sería la coronación de nuestro gran amor.
-¿Ya tienen nombre pensados?
-Un montón, pero hay que ir paso a paso. Por eso, mientras tanto vivo el momento. Estoy feliz trabajando para Multitalent y para canal Quiero, donde hago de jurado para elegir un bailarín en El baile final. También me apasiona el hobby de crear para Justa Vanidad, mi primera colección de muebles de diseño.
-¿Cómo surgió tu idea de dedicarte a esa actividad?
-De manera inesperada. Siempre busqué en el arte una manera de expresión, bailando, escribiendo, y también pintando. Hace poco retomé el disfrute por la pintura y me volqué a los muebles. Juego con mi parte de arquitecta y mi fascinación por el diseño. Venían a casa nuestros amigo, y nunca faltaba el comentario sobre lo que había decorado. Todos querían que pintara para ellos, y Alvaro me incentivó para que encarara el emprendimiento.
-¿Por qué “Justa Vanidad”?
-Quería un nombre que me representara. Es un juego de palabras entre mis dos nombres, Vanina y Julia.
-¿Cómo intervenís en el proceso de los muebles?
-Intervengo en todo. Elijo cada pieza o la mando a hacer. Después la trabajo íntegramente: lijado, preparación de la madera, diseño de color, sellado final. Cada mueble es una pieza única, porque son trabajados de manera artesanal. Tienen una impronta muy particular. No hay dos iguales.
-¿Cuándo decidiste estudiar Arquitectura pensaste en dejar el baile para siempre?
-Yo siempre creí que me iba a dedicar a ser arquitecta, pero cuando trabajaba en un estudio durante todo el dia, y hacía teatro a la noche, me di cuenta de que iba a tener que elegir. Ganaron las ganas de llegar a camarines y preparase para la función.
-¿Qué paso con tus compañeras del Nortblands cuando debutaste en el teatro de revistas?
-No fue fácil. Me alejé un poco de mis amigas del colegio. Era el envión que necesitaba para pegar el salto hacia lo desconocido. Aunque, la verdad es que siempre me sentí sapo de otro pozo, tanto en el colegio como en el teatro. Soy un mix difícil de entender.
-¿Conociste a Máxima Zorreguieta cuando iba a esa escuela? ¿Cómo era como compañera?
(Risas) Sos re malo. Ella es muchísimo mayor que yo. Jamás me la crucé. Pero vi en las exposiciones que se armaban en el colegio algún trabajo práctico de ella que se había exhibido. En el Northlands se formaron personas talentosísimas de diferentes ramas: Sandra Mihanovich, Mechi Margalot de Las Leonas, y muchas más.
-¿Después de cinco años de casados, qué cosas cambian en lo cotidiano?
-¡Lo que logré es cada vez más confianza para apilar ropa al costado de la cama! Soy un desastre con el orden…Tengo pinta de prolija, pero nada que ver. El ordenado es Alvaro. Pero, pobre…está un poco resignado. Amo la limpieza pero odio ordenar. Por eso busco tips que me resuelvan al tema, como un cesto gigante en el baño para la ropa sucia.
-¿Es verdad que piensan renovar los votos muy pronto?
-Sí. Este año cumplimos cinco de casados, y vamos a hacer una ceremonia en la que reafirmaremos nuestro amor, reponiendo las alianzas que nos robaron hace poco. Aunque Alvaro viaja mucho, porque esta haciendo un programa de humor súper visto en Uruguay, vamos a encontrar fecha.
-¿Te imaginás cómo serías como madre?
-Te puedo decir cómo me gustaría ser: muy liberal. Me encantaría que mis hijos exploren del mundo, que descubran y tengan sus propias vivencias. Quiero que se deslumbren con la vida. Sé que me va a costar, porque naturalmente voy a querer protegerlos. Lo mejor que te puede pasar como madre es descubrir que tus hijos sean felices.
Agradecimientos: Multitalent Agency, Luciano Marra,
Luna Garzón y Walium.Maquilló: Celeste Uría.
Peinó: Rodrigo Mesina
Styling/moda: Lucila Subiza
Asistente: Antonella Mammana