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Por: Revista Pronto | 13/05/14

Vanina Escudero después del susto: “Yo hago reposo y Alvaro me mima todo el tiempo”


Le dieron el alta tras sufrir contracciones y pérdidas y ahora está en reposo. “El embarazo no corrió riesgo, pero debo cuidarme mucho”, dice Vanina junto a Alvaro Navia, su marido. La fecha prevista para el nacimiento de Benicio es el 2 de mayo.

El camino que debieron transitar para quedar embarazados no fue nada sencillo: tratamientos, esperanzas, desilusiones. Y de nuevo volver a empezar, sin saber que podía pasar. La batalla fue larga y dura, pero finalmente Vanina Escudero (33) y Alvaro Navia (47) celebran que están viviendo el anhelado sueño de convertirse en padres gracias a la fertilización asistida. Aunque están felices, hace unos días se llevaron un gran susto porque la bailarina tuvo contracciones y pérdidas. Se fueron de urgencia al sanatorio Cantegril de Punta del Este, donde está instalado este verano, y Vanina pasó cinco días internada. “Por suerte, el embarazo no corrió riesgo. Pero de ahora en más tengo que hacer reposo absoluto”, confió. “El médico me indico que me cuide y no trabaje este tiempo así que tendré que hacer mucha reposera y silla. Y a escuchar a mi amor por la radio”, agrego. Todos los mediodías, Alvaro conduce el programa La siesta inolvidable por radio Cero y además hace tele y teatro. En cada hueco laboral se hace una escapada para mimar a su mujer, que luce con orgullo su flamante panza de seis meses. “Estoy específicamente de 24 semanas y tengo fecha de parto para el 2 de mayo. Estamos chochos de haber podido armarnos esta temporada acá en Uruguay, que tiene otros tiempos y podemos disfrutar más la dulce espera juntos”, explicó Vanina, quien por primera vez mostró su panza en la playa.

-¿Están ansiosos?.
-Alvaro: Sí, ya queremos que nazca. Pero tampoco nos volvemos locos, estamos disfrutando de la panza y de sacarnos muchas fotos.
Vanina: Entramos en una época en la que el bebe no para de moverse: ¡son todo el tiempo patadas y brazadas! Se ve que es un chico con mucha energía.

-¿Cómo fue el momento en que se enteraron de la noticia?
-V: Fue mediante un test de embarazo, después de tres días en los que me lo debería haber hecho. Teníamos miedo a hacerlo porque temíamos que nos diera negativo otra vez. Hacía mucho que queríamos ser papa y ya nos habíamos desilusionado con varios test. Nuestras esperanzas y nuestro amor estaban puestos ahí, y cuando vimos las dos rayas rojas no lo podíamos creer.

-¿Estaban juntos?
– V: Si, y cuando vi que había dado positivo no podía parar de moverme, corría de un lado a otro de la casa, iba de la cama al baño ¡locura total!
A: Se me cruzaron mil cosas por la cabeza en ese momento. Fue muy emocionante, es un bebe muy buscado y esperado. Ahí se nos aflojó el cuerpo y dijimos: “Lo logramos, todo el esfuerzo y el sacrificio valieron la pena”. Le pusimos mucho amor a esto.

-¿Fue difícil el tratamiento?
– V: Estuvimos en Halitus, la clínica del doctor Pasqualini. Veníamos buscando el bebe naturalmente y como no se nos daba, hace un año y medio recurrimos a la ciencia. Denise Dumas nos llevó a Pasqualini porque ella tenía una relación de muchos años con él, y quedamos embarazados ahí. Hicimos dos intentos que no resultaron y en el tercero se nos dio.

-En el medio, tuviste un viaje.
-Sí, me fui a España con mi hermana Silvina y mi papa, y estando allá me tocaba hacerme el evatest. No quise por nada del mundo porque estaba lejos de mi marido y aguante hasta el regreso. Cuando él me fue a esperar a Ezeiza, allí compramos el test de embarazo pero esa noche no lo pudimos hacer porque estábamos muy ansiosos.
A: Hacia diez días que no nos veíamos y preferimos esperar al día siguiente. Nos relajamos un poco, a la mañana siguiente nos levantamos más tranquilos y lo hicimos.

-Esperan un varón.
-V: Si, y nos enteramos el sexo del bebe antes de los tres meses. Alvaro presentía que era una nena y yo un varoncito.
A: Como siempre, ¡se salió de la suya! En realidad, me resultaba indiferente el sexo pero quería nena porque me imaginaba a Vanina de chiquita, con sus rulitos. Cuando hicimos la primer ecografía, nos dijeron que era un varón. Pero no estaba definido, las probabilidades eran inciertas porque era muy chiquito.

-Tiene nombre: Benicio. ¿Les costó elegirlo?
-V: Teníamos mas nombres de mujeres pero de varones no. No nos convencía ninguno hasta que apareció Benicio. Va a llevar el apellido de los dos. Suena lindo Benicio Navia escudero, ¿no?

-Sí. Más allá de este percance, ¿ha sido dulce la espera?
-Al principio tuve náuseas, vómitos, mareos, ¡todo junto! Y ahora disfruto del protagonismo en la familia porque soy la más mimada por todos. De mi lado, es el primer nieto y por el lado de Alvaro es un volver a empezar, los sobrinos ya son grandes. Ahora que estuve con estos problemitas, mis papas se vinieron de raje a acompañarme y los tengo todo el tiempo conmigo.
A: Yo la acompaño con todos los síntomas y más aún. Ahora ella esta bárbara y yo tengo que tomar cosas para el estómago porque tengo acidez, producto de la ansiedad. Ella esta divina y yo vivo antojado.
V:¿Podes creer que los antojos los tiene el? Quizá terminamos de cenar y a mitad de la noche me dice que necesita comer helado.

-Con tanto trabajo, ¿Cómo la acompañas a Vanina?
-Es cierto, estoy a full: además de la radio, estoy en dos obras de teatro: Más vale bien acompañado que solo y mi unipersonal, El Show de Waldo, en el Nogaró. Y tengo mi programa, Sé lo que viste, por canal Montecarlo los sábados a la noche. Vanina, por primera vez en ocho veranos, no hace temporada teatral y estaba re copada con su debut en radio. Pero ahora tuvo que dejar el programa por el reposo.
V: Él se las arregla para mimarme. Me siento súper acompañada, igual que durante todo el año. Alvaro se la paso viajando a Uruguay porque desde hace tres años tiene su programa acá y si no nos vemos, vivimos conectados por el teléfono.

-¿Tienen armado el ajuar?
-Tenemos la habitación, la cina y los muebles. No la pintamos celeste sino verde, naranja y blanco. Queremos estimularlo, no somos muy tradicionales. Faltan algunos detalles de decoración, y cuando vuelva a Buenos Aires le voy a pintar un mural con animales en una de las paredes. Queremos inculcarle desde chiquito el amor por la naturaleza.
A: Además, va a tener que convivir con nuestras dos mascotas, que son parte de la familia: Domingo es un labrador y Jaina una perrita callejera. Están todo el tiempo con nosotros y Benicio se va a adaptar a los perros.

-¿Alguna vez cambiaron pañales?
-Los dos: Jamás en la vida, ¡nunca!
V: Igual te voy a decir una cosa. Una de mis mejores amigas acaba de parir a su cuarto hijo y el otro día, después de ponerle el pañal, alzo a su bebe y se le salió todo. Ahí dije: “Si ella se puede permitir esos errores con toda su experiencia, el mío también va a sobrevivir”.

-¿Están listos para lo que se viene?
-V: Estoy leyendo muchos libros sobre el embarazo pero ninguno de los dos tiene idea de lo que vamos a vivir en unos meses. Nos va a cambiar la vida completamente y estamos listos porque los esperamos esto con muchísimo amor.

Fuente: Revista Pronto | 29.01.14