Vanina Escudero & Alvaro Navia: “Fue una búsqueda dolorosa, pero nos fortaleció como pareja”

Seguimos de festejo en festejo”, sintetiza Vanina para explicar el fin de semana familiar en el Uruguay. El viernes 25 cumplió 32 años y el domingo anterior celebró el Día de la Madre ¡por primera vez! Tras años de búsqueda –les cuesta precisar cuántos- los Navia están embarazados de tres meses. Viajaron a Punta porque Alvaro (47, uruguayo, nacido en San José de Mayo) tenía un compromiso laboral en el Conrad. Su mujer le dijo: “¡Vamos todos con vos! Mamá, papá, Sil y su novio”. Traducción: Carmen, Enrique, Silvina y Martin Amestoy, novio de la menos de la familia y productor de Cuestión de peso. Entonces partieron, en dulce montón, a seguir celebrando el cumple más feliz de la chica Multitalent. Ese festejo que había empezado el jueves, con una reunión de amigos en su casa de Don Torcuato. “Vinieron José María –que espera su segundo hijo-, Campi y Denise, Sebas Almada…Charlábamos de lo grande que están los hijos de Pachu, de cómo crecen nuestras familias y de lo contentos que estamos con las panzas de nuestras mujeres. ¡El año sabático de Marcelo fue productivo para todos a nivel paternidad”, ríe Alvaro sobre la ola de embarazos y partos que envolvió al dueño de Ideas del Sur y a sus hombres más notables José María Listorti y Pedro Alfonso. Pero ahora es domingo en el Este, y Alvaro y Vanina acaban de almorzar con los Escudero. El año pasado, de tanta búsqueda y frustraciones, parece haber quedado muy lejos….

-Vanina, ¿cómo viviste tu cumple del 2012? Imagino que poco que ver con éste.
-Hace un año acabábamos de dejar una clínica en la que habíamos hecho tratamiento y no habíamos obtenido buenos resultados. Estábamos bastante frustrados. No se daba. Fue un año de mucha saturación emocional. La búsqueda de un embarazo es una gran carga. Llega un momento en que no podes seguir aguantándola. En mi cumpleaños del año pasado estábamos totalmente paralizados, tratando de cargar energías para seguir más adelante. Empezamos a considerar mas seriamente que para ser papas íbamos a tener que adoptar.

-¿Qué pasaba dentro tuyo cada vez que no se daba?
-Lo único que hacía era llorar. Tenía una impotencia terrible. Me preguntaba un montón de cosas. Solo quería que llegara la noticia feliz. Fue muy difícil. No estábamos preparados ni teníamos elaborado el tema. Este nuevo año de búsqueda nos agarró más armados. Nos hizo bien empezar a compartirlo con nuestros amigos. Así, nos enteramos de muchos casos de gente allegada. No éramos uno en un millón. Lo cierto es que yo había puesto mi vida en pausa: no agarraba trabajos, no quería bailar por si quedaba…Solo quería estar embarazada. Además, como yo disfruto mucho mi profesión, me hacía peor rechazar todo lo que me ofrecían.

-¿Cómo salieron de eso?
– Sabíamos que no queríamos volver a la clínica anterior. Entonces, charlando con Campi y con Denise, que son muy amigos nuestros, salió el tema y nos hablaron de un médico del Instituto Halitus. Nos dijeron que era grosso y que nos iba a contener mucho. Nos contactaron y ese fue el empujón. Nosotros queríamos arrancar, pero no sabíamos para que lado.

-¿Cuánto tardo en llegar?
-Bueno…No queríamos que fuera una búsqueda eterna. Si no se daba este año, no íbamos a seguir intentándolo. Ya teníamos pensado buscar otra manera de ser papas. La búsqueda de un embarazo puede convertirse en un verdadero sufrimiento.

-¿A qué tratamiento recurrieron?
-Los detalles son íntimos…Pero te puedo contar que los dos nos tuvimos que hacer estudios de todo tipo. Queríamos ver si teníamos alguna dificultad de fondo. Descubrimos que no. Somos dos personas muy sanas. Una vez que lo descartamos, empezamos a someter el cuerpo a lo que es el tratamiento en sí. A mí al principio me frustraba mucho, pero Alvaro me decía que si íbamos a ir por ese método teníamos que confiar y apostar todo. Eso nos salvó.

-¿Qué pasó con ustedes durante la búsqueda?
-Fue una búsqueda dolorosa, pero nos fortaleció como pareja. Son momentos de la vida que te destruyen o te unen. Estás todo el tiempo en carne viva. Era fundamental que con Alvaro nos entendiéramos fuéramos sinceros sobre lo que nos pasaba. Si no nos hubiésemos acompañado o si hubiera habido culpas, seguramente nos habríamos distanciado. Para mí, hoy Alvaro es todo. Es la persona que nunca soñé. Jamás me imagine un marido así.

-“Así”, ¿Cómo?
-Un tipo que me entiende. Somos re compañeros. Alvaro viene mucho a Uruguay, porque conduce un programa de humor acá. A pesar de eso, yo me siento muy acompañada.

-¿Cómo llevas el embarazo? ¿Te sentís bien?
-Me siento plena. Solo tengo nauseas, pero ni siquiera las vivo como una molestia. Me siento genial cuando los jeans no me entran. Me encanta que mi cuerpo este cambiando, que asome una pancita. El médico me explicó que tener nauseas significa que está todo bien. No te digo que disfruto de sentirme mal, pero es parte de este camino de ser mamá. Despertarme con mi marido dándome un beso en la panza es impagable.

-¿Qué sentiste con la primera ecografía?
-Cuando escuchamos su corazón, no lo podíamos creer. Los dos mirábamos la pantalla, se nos caían las lágrimas, sonreíamos en silencio. Y en las siguientes, cuando se empezó a mover, nos alucinaba pensar que alguien tan chiquitito tenga tanta vida. Salimos de la eco y no entendíamos nada.

-¿Cómo vas a hacer con el trabajo?
-Mi laburo esta bueno para este momento de mi vida. Es tranquilo y no implica demasiada exposición. Soy jurado de El Baile Final, el reality de bailarines en el canal Quiero. Grabo solo una vez por semana. Además, tengo mi línea de muebles, Justa Vanidad, que se venden por Facebook. Puedo manejar los horarios de mi taller, que funciona en uno de los cuerpos de mi casa.

-Alvaro, ¿qué te pasa cuando ves a tu mujer embarazada?
-Desde que estamos juntos, todo crece entre nosotros. El amor es mucho más sólido. Siempre intentamos se r felices con lo que nos tocaba….Hasta cuando no nos iba bien con el tratamiento buscamos tomarlo de la mejor manera.

-¿Cómo te vas a organizar con los viajes a Uruguay?
-Paso dos o tres días en Montevideo. Por suerte es cerca y hay muchas frecuencias. Vani me va a acompañar bastante. Además, en el canal de Uruguay me apoyan en este momento de mi vida y podré cambiar días si hace falta. Por otro lado, Vanina nunca se queja ni reclama nada…Vamos a recorrer este camino juntos, a pesar de que haya días que nos encuentren separados.

-¿Ya eligieron nombre?
-Sí, ¡claro! Si es varón se va a llamar Benicio, y si es mujer, Justina. Veremos…Por ahora sólo disfrutamos de esta realidad con la que soñamos durante mucho tiempo.

Fuente: Revista Gente |30.10.13