Adriana Iliescu, que a los 72 años de edad es madre de Eliza, una niña de cinco años, dice que le gustaría ser mamá de nuevo, aunque aclara que «no tiene prisa».
Asegura que no se siente vieja, y que si la edad se midiera en función de la energía que tiene una persona, tendría menos de 40 años.
A los 67 años esta mujer rumana se convirtió en la madre con mayor edad del mundo al dar a luz a una beba, como una manera de reafirmar la gran longevidad heredada en su familia.
«Siempre soñé con ser madre y viví el mejor período de mi vida esperando dar a luz a mis mellizas», afirmaba Adriana, que es profesora universitaria de Literatura y que nunca estuvo casada.
Al parecer, Iliescu no se resingaba a no tener hijos, por lo que desde hacía nueve años seguía un tratamiento para revertir el paso de los años.
Se sumó a esto su firme convicción de que «el destino de las mujeres es tener hijos», según declaró en distintas entrevistas televisivas y que informa el sitio Contexto, en las que también lanzó frases como que «quería redimirse al dar a luz» y que su embarazo fue «un milagro que llegó a ser posible con la ayuda de Dios y la ciencia».
El tratamiento al que el equipo médico dirigido por el doctor Marinescu sometió a la ahora madre más longeva del mundo fue un implante de tres embriones a partir de un óvulo fecundado de otra mujer. Finalmente, solo sobrevivió un embrión.
La donación de óvulos se utiliza cuando la mujer no puede producirlos o los que produce no pueden gestar un embrión. Los óvulos donados se fecundan en laboratorio y los embriones se transfieren entonces al útero de la futura mamá.
En el camino, los especialistas tuvieron que revertir los síntomas de la menopausia para poder transferir el embrión al útero.
«Durante la menopausia, el útero se atrofia por la falta de hormonas (estróngenos y progesterona) -explicó el doctor Sergio Pasqualini, director del Centro Halitus-. Entonces, lo que se hace es revertir los síntomas de la menopausia mediante hormonas para preparar al útero para albergar el embrión. Ahora, hay que subrayar que esto no devuelve el funcionamiento de los ovarios».
Fuente: cronica.com.ar