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Por: Revista Mi Bebé | 01/09/15

Tratamientos para celulitis y estrías




En el transcurso de la gestación y en los meses siguientes, el cuerpo de la mujer, y mucho. Pero la medicina estética avanza a pasos agigantados y hoy son varias las opciones para tratar los problemas de estrías, flaccidez o celulitis, entre otros.

Es muy beneficioso ayudar al organismo en su proceso de recuperación natural luego del parto. La piel del abdomen, que ha permanecido “estirada” durante meses, habitualmente presenta estrías y flaccidez. Por su parte, en el rostro pueden verse manchas marrones o rojas, y el presenta un aumento marcado de la caída. Así, los tratamientos reparativos permiten recobrar rápidamente un aspecto fresco y saludable del cuerpo y el rostro. ¿En qué consisten los mismos? ¿Cuándo se pueden realizar?

En el embarazo

Desde la semana 13 hasta la 28, si el embarazo se desarrolla con normalidad, existen distintas opciones. Es posible recurrir a la presoterapia suave, que favorece la eliminación y disminuye la retención de líquido. Los masajes reductores pueden aplicarse en las piernas para lograr un drenaje y una eliminación de adiposidad localizada.
Los cambios hormonales provocan modificaciones en la piel y la deshidratan, pero es posible tratarla con pulidos corporales y, en ese mismo sentido, la microdermoabrasión, la limpieza de cutis y las máscaras pueden ser de mucha utilidad para hidratar tanto la piel corporal como la del rostro.
Por otra parte, aquellas mujeres que no amamanten podrán iniciar tempranamente los diferentes tratamientos de mesoterapia y lipoescultura enzimática, que acelerarán los beneficios antes mencionados.

En el postparto

El descenso de peso posterior al parto debe llevarse adelante sin dejar de lado la necesidad de una alimentación balanceada y equilibrada, acompañada de algunos tratamientos que ayuden a esa mamá a verse mejor. En su mayoría, las mujeres que atraviesan esta etapa se enfrentan a celulitis, flaccidez y adiposidad localizada. Para ello, existen diferentes técnicas que pueden estimular la microcirculación venosa, la síntesis de tejido elástico y la destrucción de tejido adiposo.
Durante la lactancia no es recomendable recurrir a ninguna de las opciones inyectables, pero es posible utilizar toda la aparatología disponible: radiofrecuencia tripollar para flaccidez, luz pulsada intensa para cicatrices (no puede dejar de mencionarse que aquellas mamás que deben pasar por una cesárea también, antes o después, llegan a la consulta por su cicatriz), ultracavitación para adiposidad y recuperación del contorno corporal, criolipólisis para modelación, electroestimulación para hipotonía muscular y presoterapia para retención de líquidos. El láser también se utiliza para tratar las arañitas que suelen aparecer y para tratamientos faciales.
Una vez que el período de lactancia finalizó, pueden incorporarse al plan agentes inyectables reductores de grasa en zonas de acumulación de adiposidad, y hasta es posible combinarlos con aparatología para mejorar los resultados.
Para las estrías, muy frecuentes durante el embarazo, pueden utilizarse la microdermoabrasión, el peeling y la mesoterapia. Es muy útil recurrir al láser, y esto también es un buen recurso para tratar las manchas que aparecen en la piel durante la gestación, aunque para estas el peeling da buenos resultados. Si bien las manchas no pueden ser tratadas con toda la fuerza necesaria durante el embarazo para cuidar a la mamá y su bebé, es posible realizar prevención indicando un buen factor de protección solar (FPS) y recomendaciones sobre las horas de exposición al sol.
La mesoterapia (únicamente postparto y fuera del período delactancia) puede ser un buen tratamiento para caída del cabello, celulitis, flaccidez o adiposidad.
Para que la modelación del cuerpo sea rápida, lo ideal es una combinación de distintos tratamientos disponibles, dependiendo de cada mujer y cada etapa, y siempre teniendo en cuenta que cada paciente es particular. Lo más indicado es trazar un plan de recuperación del contorno corporal a su medida.

Las estrías

Son un motivo de consulta frecuente, sobre todo durante la gestación del bebé, época en la cual la piel se estira en forma brusca. Las estrías son lesiones de la piel con forma de líneas, producidas por ruptura de las fibras elásticas y de colágeno. En sus comienzos, cuando se encuentran en estado inflamatorio, tienen color rojo violáceo. Con el paso del tiempo se vuelven crónicas y adquieren un color blanco nacarado. Generalmente, aparecen sobre una piel que ha sido traumatizada por la distensión brusca y excesiva de las fibras de colágeno y elastina, como por ejemplo durante la gestación del bebé. Las zonas más frecuentes donde se producen son: abdomen, mamas, muslos, glúteos, caderas y brazos.
Los dermatólogos siempre aclaran que las estrías no se curan, sino que se mejoran. Y no todas responden igual a los tratamientos. Por eso, cuanto más pronta sea la consulta y más nueva sea la estría, se obtendrá una mejor respuesta.
No existen los tratamientos preventivos, ya que su aparición depende del tipo de piel. Las muy firmes y tensas no soportan el estiramiento y se rompen las fibras elásticas. Para prevenir la aparición de estas marcas, se recomienda humectación y no aumentar mucho de peso.
Hoy, con la nueva tecnología desarrollada para su tratamiento, las estrías se corrigen y reparan definitivamente, pero no se garantiza que la paciente no tenga nuevas estrías, ya que ello depende de su predisposición.
Los tratamientos de gabinete buscan disminuir el grosor de las estrías, haciéndolas menos visibles y mejorando la calidad de la piel de la paciente. En su mayoría, actúan estimulando la formación de colágeno nuevo, el que devuelve al tejido las fibras que se rompieron y contribuye a su elasticidad, aspecto saludable y renovación permanente, dando como resultado una piel más firme, lozana y con las marcas atenuadas.
El tratamiento más reciente que se está usando es el Láser NIR, infrarrojo profundo. El NIR es mensual. En 3 ó 4 sesiones mensuales, el “borramiento” de las estrías es efectivo, sin dolor ni molestias posteriores. Se puede hacer en cualquier época del año. No duele; tampoco requiere cubrirse del sol, ya que trabaja en forma profunda.

La celulitis

Después del parto, se recomiendan tratamientos que mejoren latonicidad del abdomen, que es lo que más se resiente en el embarazo.
Masajes reductores, tonificantes y modeladores asociados a tecnología de ondas rusas e interferenciales, son ideales para tratar esta zona. No se aplica mesoterapia si hay lactancia de por medio. Una vez terminada la lactancia, se la puede asociar.
Las ondas rusas sirven para tonificar los músculos, y las interferenciales se usan para mejorar el tejido, como en el caso de la celulitis. Las ondas rusas deberían ser utilizadas 3 veces por semana, al igual que las ondas interferenciales. Nada de esto debe usarse como tratamiento “mágico”.
La paciente lo tiene que combinar con gimnasia aeróbica (caminata o natación), y anaeróbica, para estimular ambos metabolismos y reducir más rápido las medidas.

Asesoramiento: Dra.Claudia Sanchez, Halitus Dermatología y Estética.