Todos los días le agradezco a Dios el haber podido ser madre

Ya transcurrieron las primeras horas de un miércoles otoñal que desafía al calendario con sus 27 grados. Los rayos del sol se hacen sentir fuerte en el barrio Los Sauces de Nordelta, y entran sin pedir permiso a la moderna casa que habitan Marisa Brel, su marido, el director teatral Carlos Evaristo, y su hermosa hija Paloma, de 8 años. Enseguida, la jurado de «Soñando por Bailar» nos atiende con una sonrisa mientras espera ansiosa la llegada de «Pali» del colegio.
«Desde que tengo uso de razón quiero ser madre», suelta. No obstante, para lograrlo, la periodista tuvo que atravesar un calvario.
«Hicimos todo lo que había que hacer pero no quedaba. Y ahí empezó una historia que nunca en mi vida hubiera imaginado que iba a tener que padecer.
Recién a los dos años pude embarazarme, pero fue ectópico y casi me muero. Los estudios dieron que no podía tener hijos.
La trompa derecha me había explotado y la izquierda la tenía tapada. Sólo me quedaba la fertilización asistida», relata ya como una anécdota Marisa a quien la sonrisa, que tanto esfuerzo le costó, no se le borra ni un segundo. «Entonces, empezó la búsqueda a través de la ciencia. Encontré al doctor Sergio Pasqualini y a la fundación Halitus y gracias a ellos pude, porque yo no hubiese podido pagar los 10 mil dólares que cuesta cada tratamiento.
Hice seis y, después de cinco años, logré embarazarme de Paloma. Una vez que ví a mi bebé salir de mi cuerpo, las inyecciones, y el sufrimiento, pasaron a ser una anécdota. Le agradezco a Dios el haber podido ser madre».
Es que pese a que la Organización Mundial de la Salud considera la infertilidad como una enfermedad, el sistema de salud no. Por esa misma razón, Marisa, transformó su lucha personal en una lucha para todas las mujeres y tras sacar su libro «Voy a ser madre a pesar de todo» se comprometió con la Ley Provincial de Fertilización. «Acá una obra social te cubre una cirugía plástica y no un tratamiento de fertilización.
El 5 de octubre en la presentación de mi libro, se me acercó el diputado del FPV Raúl Pérez y me dijo que el había presentado el proyecto de ley por la fertilización asistida, me emocioné y me involucré. Así fue que con él y con Daniel Scioli empezamos fuerte con las campañas, y en diciembre nació esta ley provincial.
Sé que falta mucho, pero es emocionante, a la fecha de hoy, ya hay 19 embarazadas. Y yo, tengo 20 hijos».

Fuente: Semanario