TIC- TAC MASCULINO - Halitus Instituto Médico - Líder en tratamientos de Fertilización asistida

Mundo Halitus

Inicio - Mundo Halitus - En Los Medios

Por: Revista Tendencia | 01/08/07

TIC- TAC MASCULINO


¿Pensabas postergar la paternidad indefinidamente y seguir con tu vida agitada? ¿Considerabas SER Padre después de los 70 como Charles Chaplin, Pablo Picasso o Julio Iglesias? Hoy se sabe que ésas son excepciones y que la fertilidad masculina también tiene reloj biológico.

Anthony Quinn fue padre por última vez a los 78 años, pero no es lo usual. Su caso es atípico, pero contribuye a la creencia de que los hombres no tienen límite de edad para procrear. Recientes estudios internacionales mostraron que, pasada determinada edad, existe en la mayoría de los hombres una disminución en la producción de espermatozoides. Porque si hasta ahora siempre se supuso que los hombres no tenían ninguna presión por el paso del tiempo y que podían tener hijos a cualquier edad, los estudios científicos mostraron que a medida que los hombres se hacen mayores, el riesgo de tener chicos con alguna anormalidad aumenta exponencialmente. La idea de paternidad “ilimitada” es producto de un mandato social, dice el doctor Ramiro Quintana, subdirector del IFER, Instituto de Ginecología y Fertilidad. “La gente espera una mayor performance por parte del hombre y es por eso que recién ahora se está derribando el mito de la reproducción masculina atemporal”, dice el especialista.

Hasta ahora sólo se hablaba de la edad “materna avanzada” (mujeres mayores de 35 años de edad) pero el concepto de “paternidad avanzada” no existía, explica el especialista. Y aunque muchos profesionales son escépticos sobre los hallazgos de los últimos estudios internacionales, otros hablan de la necesidad de los hombres de tomar medidas preventivas. “Históricamente se pensó que la edad sólo perjudicaba a la mujer por la disminución en su ovulación y la llegada de la menopausia. En los hombres existía la idea de que no había relación entre el paso del tiempo y la fertilidad”, dice Quintana.

Esto se debe a que la capacidad reproductiva del hombre es independiente de su erección, por lo que puede seguir produciendo espermatozoides independientemente de la afluencia de sangre al pene. Pero los recientes estudios muestran que, a pesar de ello, la edad afecta la salud reproductiva de ambos sexos. “Un reciente trabajo danés demostró que la disminución de los radicales libres, producto de la edad, en las personas puede conducir a la mala respiración de las células y puede afectar el ADN, información genética del embrión”, dice el subdirector del IFER.

Hoy la dificultad de concebir se potencia debido a la gran cantidad de parejas mayores que buscan tener hijos pasados los 30 y pico. Mientras que en los hombres la cuesta arriba- la disminución en las características del semen- existe luego de los 35, en las mujeres la dificultad se hace sentir luego de los 40, cuando se les hace más difícil llevar un embarazo a término. Por su parte, el doctor Omar Layus, andrólogo de Halitus Instituto Médico es más cauto que su colega a la hora de hablar del tema de fertilidad masculina. Él cree que el problema pasa específicamente por hombres mayores que quieren tener hijos con mujeres más jóvenes. La mayoría de las consultas que recibe es precisamente de parejas en las que los hombres tienen más de 50 años. “Varios estudios han demostrado que aunque con el paso del tiempo la calidad seminal disminuye, no hay nada concreto que demuestre que existe una menor tasa de fertilidad masculina”, dice el especialista. Para Layus, no hay un protocolo a seguir y cada historia particular debe ser analizada particularmente. La forma de hacerlo es mediante estudios como el Cromomicina A3 o FISH, dos estudios que miden la modificación de los espermatozoides. “Porque aunque un hombre puede ser padre a los 50, no hay nada que me pueda garantizar que todo saldrá bien; todo depende de la interacción de cada pareja”. Aunque los riesgos existen, los especialistas insisten en analizar cada caso individualmente. Todo depende de cómo está compuesta la pareja, sus edades y la historia familiar de la misma. “Hasta ahora se pensaba que el único freno que existía para la paternidad era el mandato social, pero ahora se sabe que existe un límite biológico cuando se quiere tener un hijo”, concluye Quintana.