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Por: Clarín.com | 31/05/05

Sexualidad femenina. Esperando el Viagra.


Más de 80 millones de mujeres sufren alguna disfunción sexual. Pero los laboratorios, que ofrecen soluciones masivas para ellos, todavía no tienen respuestas para ellas.

Por Alice Pollina.
Especial para Clarín.com
conexiones@claringlobal.com.ar

¿Por qué todavía no se ha encontrado un medicamento equivalente al Viagra para las mujeres? Mientras un equipo de investigadores de la Universidad de Boston aseguró la semana pasada que quienes toman pastillas anticonceptivas podrían ver afectado su deseo sexual, un reporte de la agencia Datamonitor revela que 84 millones de mujeres del primer mundo sufren alguna forma de disfunción sexual como falta de deseo, excitación sexual inhibida, dificultad para lograr el orgasmo (anorgasmia), dispareunia (dolor coital) y vaginismo (contracción de las paredes de la vagina que impiden la penetración) entre otras. Queda claro: el descubrimiento de un Viagra para chicas generaría ventas billonarias al laboratorio responsable.

En nuestro país, un estudio realizado por el Hospital Durand en 2003 reveló que el 63% de las casi cuatrocientas mujeres de 18 a 75 años que fueron encuestadas, habitualmente no experimenta deseo sexual y el 30% indicó que le cuesta excitarse. “Existen causas orgánicas que pueden originar una disfunción sexual aunque los factores psicológicos como la educación recibida, las experiencias emocionales y vinculares son muchísimo más comunes. También pueden existir tabúes y miedos en relación a lo sexual, desconocimiento y no uso de un adecuado y efectivo método anticonceptivo, temor a contagiarse una infección o a quedar embarazada sin desearlo”, explica la Licenciada en Psicología Andrea Gómez, del Centro Latinoamericano Salud y Mujer (Celsam). Justamente, que los factores psicológicos sean tanto más frecuentes que los orgánicos dificulta la elaboración de un medicamento que pueda abarcar todos los aspectos de cada caso.

Las drogas que están disponibles actualmente en el mercado alivian sólo algunos síntomas de estos trastornos. Uno de los fármacos de probada efectividad para incrementar el deseo sexual en las mujeres fue elaborado con testosterona como principal componente. La compañía Procter & Gamble creó unos parches denominados Intrinsa, dirigidos especialmente a mujeres menopáusicas con el deseo inhibido. Aunque se reconoció que este medicamento podría transformarse en el Viagra femenino, su debut en el mercado farmacéutico se vio frustrado después de que un panel de la Administración de Alimentos y Fármacos de los Estados Unidos (FDA) encontrara que no había datos sobre los posibles riesgos a largo plazo de su utilización. En 1998 la FDA aprobó el Viagra de Pfizer y actualmente es uno de los medicamentos más vendidos del mundo.

También el laboratorio Nex Mex de Pekín está realizando ensayos clínicos con una crema que contiene la sustancia PGE-1, la versión sintética de una hormona del semen, que ayuda a expandir los vasos y acelerar el fluido sanguíneo. “Para la anorgasmia hay varios medicamentos en ensayo, el más importante de todos es una droga cuyo nombre de experimentación es PT141, de Palatin Technologies –explica el sexólogo León Gindin–. Es un spray nasal que produce un aumento en la respuesta orgásmica en las mujeres”.

Los laboratorios Pfizer y Sioux investigaron en 2003 el efecto del Viagra en las mujeres y detectaron que entre un 40 y un 50% de las mujeres respondieron favorablemente al sildenafil. Pero el porcentaje de mujeres que pueden verse beneficiadas por el efecto del sildenafil es muy menor teniendo en cuenta que son las causas psicológicas las principales enemigas del disfrute femenino. El pudor de tratar de estos temas con un especialista también suele ser un obstáculo para la curación de disfunciones sexuales. Según el estudio de Datamonitor sólo el 25% de las mujeres con síntomas vaginales recurre a una consulta médica y en general no se animan a hablar de sexo con su médico. Sin embargo, la doctora Beatriz Literat, ginecóloga, obstetra, sexóloga y miembro del departamento de disfunciones sexuales del Instituto Halitus y el Hospital Durand, alienta con un concepto optimista: “Desde que las mujeres son jefas de hogar y toman decisiones que trascienden lo doméstico, saben que han adquirido muchas obligaciones y también quieren ser felices sexualmente, entonces reclaman el placer sexual como lo que es: un derecho inalienable”.

Diagnóstico de disfunciones sexuales femeninas

En el Hospital Durand se realiza un estudio llamado Ecodoppler de clítoris. Es una ecografía dinámica similar a las del corazón o riñón y se utiliza para estudiar los vasos sanguíneos del clítoris. “Se hace una primera ecografía y luego se le da a la paciente un vasodilatador, como por ejemplo la arginina –-explica Beatriz Literat–-. Luego se vuelve a hacer otra ecografía que permite diagnosticar si el problema orgásmico se debe a un trastorno vascular. Si es así, los vasos se ven más dilatados que en la ecografía anterior.”
Existen muchas causas que pueden originar la obstrucción o el angostamiento de los vasos sanguíneos como la mala alimentación, la falta de ejercicio o el cigarrillo: “El tabaquismo en las adolescentes es prácticamente un envenenamiento progresivo. El día de mañana no solamente les afectará el corazón sino también su sexualidad.”