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Por: Revista Tendencia Mujer | 16/09/10

Ser mamá es posible


Tan sólo dos meses atrás Louise Brown cumplió 32 años. Su nombre puede ser desconocido para algunas, pero su nacimiento transformó el área de la ciencia, de la reproducción y la vida de muchas parejas. Ella fue la primera "bebé de probeta", aquella que llenó las portadas de los diarios. Desde aquel punto de inflexión, se calcula que en el mundo han nacido alrededor de 4,3 millones de bebés.

Y así lo aseguran los médicos que estudian el tema. «El avance más importante, sin duda, es la difusión y generalización del uso de los tratamientos de fertilización asistida. Con el tiempo se han ido incorporando mejoras en las técnicas, mejoró la calidad de la medicación, se simplificó mucho la captación ovocitaria al pasar a usarse una vía ecográfica en lugar de la tradicional laparoscopía (para ésta se necesitaba pasar por una anestesia, un post operatorio y una corta internación). Además, los medios de cultivo se estandarizaron, contamos con mejor material de cultivo, mejores incubadoras, mejor óptica y posibilidades de entrenamiento a más embriólogos, entre otros cambios», asegura Sergio Pasqualini, ginecólogo, especialista en fertilidad, director de Halitus Instituto Médico. En materia de tratamientos hubo dos avances fundamentales, que han pasado a ocupar un lugar en el vocabulario de muchos pacientes: ICSI y vitrificación. «Hace algunos años el ICSI cambio absolutamente la forma de trabajar con hombres con muy pocos espermatozoides, que no se movían o que incluso faltaban en ele espermograma. Con esto la donación de semen se dejó de lado. Luego, aparece la posibilidad del estudio genético de los embriones antes de colocarlos. Y, más tarde, aparece la vitrificación, y con ella se mejoran los resultados de la congelación de óvulos y de embriones. Hoy estudiamos la información genética del espermatozoide y de acuerdo a ella indicamos tratamientos para seleccionar espermas sanos mediante esferas que pegan a los malos para que naden sólo los buenos (columnas de Anexina) o utilizamos otros métodos bioquímicos para seleccionarlos. Diagnosticamos a estos espermatozoides mediante un test que se realiza en un espermograma llamado TUNEL, y podemos también congelar ovarios para posterior transplante en pacientes oncológicas que se curaran y que pueden quedar estériles por la quimioterapia o radioterapia», describe Ramiro Quintana, director de Preservar Fertilidad.
Tasa de embarazo
Los números que indican el éxito para lograr la concepción varían según los centros, pero hay un punto en el que todos coinciden: la postergación de la maternidad, llevándola cerca o después de los 40 es un factor que resta posibilidades. «Los resultados en cuanto a tasa de embarazo van mejorando lentamente conforme avanza la técnica, pero los resultados dependen de muchos factores, y sobre todo de la edad de la mujer, que sigue siendo el principal problema, cada vez las mujeres postergan más y más la maternidad y esa es una limitante biológica que no se puede mejorar con ningún tratamiento», analiza Marcos Horton, director médico de Pregna Medicina Reproductiva y presidente de la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva (SAMeR). «Las chances de embarazo van disminuyendo a medida que se cumplen años, fundamentalmente a partir de los 37. Luego de los 43 años las posibilidades de embarazarse con los propios óvulos bajan de manera significativa. Y hay que tener en cuenta que la edad promedio de las mujeres que consultan por primera vez es de 36 años», enfatiza Andrea Marazzi, directora médica Fertilab.
Postergar la maternidad
A partir de 2006 la vitrificación ha empezado a sonar como una posibilidad para muchas mujeres. En aquel año nació el primer bebe que provenía de gametas vitrificadas. «Nos llegan todo el tiempo consultas de mujeres por la vitrificación de óvulos. Son sobre todos mujeres que se acuerdan tarde que desean ser madres, y vienen con más de 38 años al consultorio. Lo óptimo es vitrificar antes de los 37, porque a partir de los 42 las gametas ya no están óptimas. Por su parte, él útero está perfecto hasta los 45, luego empieza a tener una disminución en la normal vascularización», señala Fernando Neuspiller, director médico de IVI Buenos Aires.
«Por lo general recurren a esta técnica mujeres solas, sin pareja, que llegan a determinada edad sin hijos y no tienen otra opción. Algunas vitrifican para postergar porque primero quieren dedicarse a su profesión, otras porque esperan encontrar novio en un futura y otras porque saben que igualmente querrán ser madres, aunque estén solteras. Incluso, éstas suelen recurrir al banco de semen. Pero también es un proceso sumamente útil para las pacientes oncológicas», recuerda Neuspiller. Por su parte, Stella Lancuba, autora del libro Las 101 respuestas sobre fertilidad, y directora médica del Centro de Investigaciones en Medica Reproductiva (Cimer), señala que «El 90% de las consultas son en pareja, y alrededor de un 5% es para buscar un embarazo con donación de gametas. Luego de los 45 años, el porcentaje de éxito por ciclo es menor al 16% usando óvulos propios, pero asciende hasta el 50% si se recurre a la ovodonación o a óvulos propios pero congelados años antes». De todas maneras, la especialista no postergar la maternidad más allá de los 50 años porque el embarazo acarrea riesgos para la madre y el feto, además de que se tiene encuesta lo social para el niño por nacer. Todos los especialistas coincidieron en que en el país no se realiza la técnica de vientre subrogado -o alquiler de vientre en su denominación más popular- pues no hay legislación que lo avale, es complejo desde el punto de vista psicológico y no coinciden éticamente.

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