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Por: Crítica de Argentina | 19/10/08

Ser mamá con la ayuda de la ciencia


Día de la madre: mujeres que lograron TENER HIJOS gracias a la fecundación asistida: Para Mirna Vega y Gabriela Perctoczi hoy es un día especial: pudieron quedar embarazadas después de muchos esfuerzos. Más de tres millones de chicos fueron concebidos con diversas técnicas de fertilización.

Más de tres millones de bebés en todo el mundo nacieron gracias a técnicas de fecundación asistida, desde que en 1978 llegó al mundo Louise Brown, el primer ser humano concebido en una probeta de laboratorio. Desde entonces, las parejas con problemas de fertilidad encontraron asistencia científica para sortear muchos de los impedimentos que dificultan la gestación.
Dos mamás de criaturas gestadas in vitro compartieron con Crítica de la Argentina las historias de su lucha por quedar embarazadas, la experiencia de sus tratamientos y el sentimiento de madres orgullosas que las invade en cada víspera de su día. Mirna Vega se prepara para celebrar su segundo Día de la Madre. «Cuando algo te cuesta tanto, se disfruta mucho más», dice, mientras observa cómo Joaquín se columpia en una hamaca del Parque Rivadavia aferrado por los brazos de Marcelo, el orgulloso papá. El enano tiene un flequillo que deja sólo media frente al descubierto, debajo de la cual brillan sus ojitos oscuros. «Mi bebé nació el 26 de enero de 2007 luego de un largo proceso de incertidumbre porque yo no quedaba embarazada y empezábamos a perder las esperanzas. Desde ese día nuestra vida cambió para siempre», se sincera Mirna. El camino de la felicidad no estuvo exento de frustraciones y dolores. «Si bien no había ninguna razón aparente por la cual no pudiera quedar embarazada, lo cierto es que no quedaba, por eso decidimos consultar a un especialista», relata la mujer, de 34 años. La pareja se sometió a una técnica denominada ICSI, un procedimiento de micromanipulación que consiste en introducir el espermatozoide dentro del óvulo para facilitar la fecundación. El primer embarazo ocurrido en nuestro país por este método se logró en 1994. El pionero fue Sergio Pasqualini, especialista en fertilización asistida. «Indicamos la ICSI cuando la fertilización in vitro convencional tiene pocas o ninguna posibilidad de tener éxito», explicó Pasqualini.
Mirna recuerda que «al momento de hacernos el implante nos mostraron tres imágenes de los óvulos implantados, uno de ellos era Joaquín y yo miré la fotografía y dije: es éste». «Mami Mirna», grita Joaquín, mientras recorre los tres ambientes del departamento de Caballito pintando las paredes con cuanto lápiz encuentra a su paso. «Los chicos in vitro son especiales, seguramente por esa ansiedad que uno les transmite desde el momento del embarazo y cuando nacen, una los consiente más», admite la madre.


LA FAMILIA. Antes de conocer a Ernesto, su actual pareja, Gabriela Perctoczi afrontó una operación en la que le extirparon el ovario derecho. Tenía endometriosis y quistes. Sin embargo, cuando decidieron unir sus vidas, esto no parecía un impedimento para lograr la ansiada familia conjunta. La endometriosis es una enfermedad de causas inciertas que afecta a cuatro de cada diez mujeres en edad reproductiva con dificultades para lograr el embarazo. «Entre un 20 y un 40 % de las mujeres infértiles padecen algún grado de endometriosis y sin embargo, esto no implica que la causa de la infertilidad sea esta enfermedad», explica Pasqualini.
Como el embarazo no llegaba, consultaron un especialista. «Venía de diagnósticos que no me daban mucha esperanza de poder ser mamá naturalmente así que con todos los estudios acudimos a la consulta profesional y, la verdad, tuvimos suerte porque en tres meses llegó Lucía», relata Gabriela. Con 37 años recién cumplidos, la orgullosa mamá de Lucía recuerda que «perdí un embarazo hace como 10 años y nunca más volví a quedar embarazada, empezamos a tener respuestas negativas, no teníamos información clara, no nos explicaban exactamente lo que teníamos que hacer, hasta que decidimos realizar un ICSI».
También para Gabriela el Día de la Madre es especial. «Mi hija es un sol que nos ilumina desde que llegó a nuestras vidas, por eso hoy celebro con mucho entusiasmo y alegría tenerla conmigo y recibir ese abrazote con beso incluido que me da cada mañana», finaliza.