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Por: Revista Única mamá | 01/08/06

Señales de alerta


Durante el embarazo, siempre aparecen temores. Algunos infundados y otros, no tanto. En esta nota, te contamos cuándo preocuparte y las señales a alas que les tenés que prestar atención

La primera etapa

Los primeros tres meses del embarazo son sumamente importantes en el desarrollo del bebé. Es fundamental consultar ante cualquier complicación, ya que de haber problemas que no se subsanen, no es viable que el embarazo prosiga.
* Si desaparecen los síntomas propios del embarazo, como turgencia mamaria, somnolencia, cansancio, eventualmente náuseas o vómitos, malestares digestivos. Acompañan los tres primeros meses de gestación y es conveniente consultar si desaparecen de golpe, pero no si se van atenuando de a poco.
* La aparición de alguna pérdida de sangre. En los primeros meses las pérdidas de sangre pueden deberse a distintos motivos: desprendimiento de la placenta del útero, procesos ginecológicos, pólipos, inflamación mala producción de hormonas (para lo cual se receta progesterona). Hay que verificar mediante ecografía que todo sigue en orden. Luego de los exámenes, el obstetra indicará si la embarazada debe hacer reposo, de acuerdo con los resultados obtenidos.
* Debe motivar la consulta la aparición del dolor tipo menstrual en forma continua.
* Cuando el flujo se acompaña de sintomatología como ardor o picazón hay que comunicarse con el obstetra para descartar cualquier tipo de infección.
* Olor o ardor al hacer pis. La infección urinaria es más común durante el embarazo y ocasiona que se contraiga más el útero, y eso, no es bueno para esta etapa.
* Fiebre: ante una temperatura corporal superior a la normal, hay que diagnosticar rápidamente.
* Contraer rubéola: de acuerdo con la etapa del embarazo en la que se contraiga la enfermedad se dan sus consecuencias. Vale destacar que provocar mayor grado de complicaciones al principio.

Segunda etapa

Es la etapa que se desencadena en el parto. Por eso, cualquier problema no tratado a tiempo puede ocasionar un parto prematuro. Para que tu pancita llegue a término en excelentes condiciones, se impone la consulta en casos de:
* Hemorragias: cuando ya el bebé es viable cumplido el quinto mes, al consulta se hace sumamente importante.
* Presencia de contracciones: son un signo de alarma cuando se vuelven regulares. No es que duela o que no duela, el elemento que marca la diferencia es la regularidad: cada 20 minutos o menos.
* Desaparición de síntomas: si la mamá pasó 12 horas sin sentir los movimientos fetales debe llamar a su obstetra. Hay que tener en cuenta que durante las últimas semanas de embarazo, los movimientos disminuyen. Por ende, no hay que asustarse ante la reducción en esas cuatro últimas semanas.
* La pérdida de sangre por la nariz: tiene que ver con la fragilidad capilar y las mucosas congestionadas propias de la embarazada. Pero hay que realizar una evaluación para descartar que el episodio de sangrado no se deba a un cuadro de hipertensión. Este punto es muy importante, por eso siempre se le toma la presión a la embarazada en la consulta (los dolores de cabeza y de estómago pueden ser un signo). La hipertensión (gestosis) es mala para la madre porque puede traer problemas vasculares. En cuanto al bebé, la alta presión hace que caiga el flujo sobre la placenta y se pueda restringir el crecimiento del feto, desprender de la placenta o provocar sufrimiento fetal. Hay que tener en cuenta que la retención de líquido normalmente se percibe en la hinchazón de los miembros inferiores. Si hay edema generalizado en abdomen y miembros superiores, se debe consultar.
* Prurito o picazón: cuando se inicia en las palmas de las manos y en las plantas de los pies y se extiende hacia el cuerpo, con una picazón intensa que aumenta por la noche, es necesario asesorarse. Puede tratarse de un problema a nivel hepático de la mamá llamado colestasis gravídica.
* Mareos, cansancio o palpitaciones: hay que observar que ésta puede ser una forma de presentarse la anemia.
* Pérdida de un líquido claro: a veces verdoso, en cantidad variable (a veces se empapa y otra s gotea): podría corresponder a la rotura prematura de membranas o a la fisura en la bolsa.
* Hemorragia de sangre roja y continua: sobre todo si se acompaña de contracciones y dolor en el útero, es una emergencia. No hay opción sobre consultar o no.
* Caídas: en genera no son graves, por que el útero es elástico, tiene movilidad y protege bien al bebé.