Las semillas son aperitivos ideales, nutritivas, transportables y con poca grasa saturada. Es necesario recordar que tienen nutrientes muy valiosos pero también muchas calorías, con lo cual hay que moderar su consumo dentro de una alimentación equilibrada.
Algunos ejemplos de las semillas que encontramos en nuestro medio son:
Semillas de calabaza: son ricas en proteínas, hierro, zinc y fósforo. Además de todas estas sustancias nutritivas, estas semillas dan textura y sabor a risottos o alteados de vegetales.
Semillas de sésamo: fuente de proteínas, calcio, hierro y niacina. Mezclada en la sal, las semillas de sésamo molidas son un buen condimento.
Semillas de girasol: son ricas en minerales, como potasio y fósforo. Son excelentes para aderezar ensaladas.
Semillas de lino: son una fuente estupenda de fibra y ácidos grasos omega 3; si se muelen, puede agregarse a batidos, yogur, jugos de fruta.
Lic. Lucía Molina
Dpto. de Nutrición
Halitus Instituto Médico