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Por: La Prensa | 01/06/08

Recomiendan no postergar el embarazo


Si tener un hijo es parte del proceso natural del ser humano de nacer, crecer, reproducirse y morir, a toda pareja le llega el momento en que la búsqueda de un bebé se vuelve necesaria por ser parte de este proceso natural. Sin embargo, la postergación de la maternidad y paternidad, hasta la decisión de vivir sin hijos empiezan a aparecer con más frecuencia en la Argentina y en el mundo.

Por su parte los especialistas en reproducción alertan sobre los peligros de postergar la maternidad en demasía. La conducta social de postergación de la familia estaría asociada a motivos personales, laborales y hasta económicos y enfrenta a los médicos, inevitablemente, con el mayor problema a tratar en la pareja que consulta por infertilidad, que es la función del ovario. La tasa de fecundidad viene cayendo desde hace más de 15 años y para ello no hace faltan estadísticas, basta con ver la edad promedio que las trae hasta el consultorio médico de un especialista en reproducción. Hay mujeres que por distintos motivos, sobre todo laborales, desean quedar embarazadas después de los 40 años y otras mujeres que, sin buscarlo, quedan embarazadas a esa edad. En general, estas últimas ya tienen otros hijos y, creyendo que ya no iba a sucederles, dejan de tomar los recaudos como lo venían haciendo. Según el doctor Sergio Pasqualini, director de Halitus Instituto Médico, «cuando una mujer de 40 años consulta a los médicos para quedar embarazada rápidamente, se realizan estudios fundamentalmente tendientes a evaluar la reserva ovárica desde el punto de vista reproductivo así como otros parámetros. A partir de estos estudios se detecta si es factible seguir adelante con el tratamiento que corresponda y saber así a corto plazo si es una de las privilegiadas que logran embarazarse después de los 40 años». Tratamientos Cada tratamiento varía según el caso particular, los antecedentes personales y los causales de infertilidad que se encuentren. Ahora bien, la mujer de más de 40 años puede presentar dos situaciones distintas: que consulte a los médicos ya embarazada o que la consulta se realice porque desea quedar embarazada. En el primer caso, los médicos acompañarán ese embarazo realizando el seguimiento necesario para llegar al parto tomando todos los recaudos.
En ese sentido, Pasqualini explica que «se recomienda a las mujeres embarazadas de más de 40 años realizar los estudios prenatales que pueden anticipar algunos problemas de salud del bebé y así tomar los recaudos necesarios para solucionarlos cuanto antes». En el segundo caso, los médicos deben -antes de encarar la búsqueda- evaluar el estado clínico y psicológico de la mujer para saber si se encuentra en condiciones de sobrellevar el embarazo. Asimismo, es importante no perder de vista que uno de los factores que juega un rol importante en el logro de la gestación es la edad. «Distintos estudios demuestran que la probabilidad de embarazo disminuye a partir de los 35 años en forma gradual y que aumenta el tiempo que se demora en lograr el embarazo. Es por ello que los científicos en distintos lugares del mundo se han preocupado por desarrollar técnicas que permitan preservar esa posibilidad a través del tiempo», señala el profesional. «La criopreservación de óvulos, por ejemplo, -añade- es una opción válida en mujeres que ya han pasado la pubertad ya que pueden extraerse óvulos maduros y criopreservarse para ser fertilizados en un futuro. El éxito del congelamiento de óvulos depende fundamentalmente de la calidad de los mismos, y esta calidad tiene relación directa con la edad de la mujer. En los últimos años se ha avanzado mucho». También debe tenerse en cuenta que después de los 40, un embarazo conlleva mayores posibilidades de complicaciones como la hipertensión o la diabetes. Las investigaciones científicas revelan que es dos veces más probable que una mujer de más de 35 años desarrolle alta presión arterial y diabetes que una mujer de entre 20 y 30 años. A los 40 años, existe el doble o el triple de probabilidades de que el bebé sufra enfermedades genéticas o malformaciones congénitas que en mujeres de entre 20 a 30 años.
«Es por esta mayor frecuencia de anomalías genéticas que se asesora sobre la conveniencia de realizar estudios para confirmar la normalidad de ese embrión ya sea por estudios ecográficos, dado que las ecografías son el método más simple de prevención y son, además, un estudio de rutina», destaca Pasqualini, al tiempo que recuerda: «Es recomendable que se realice el monitoreo cardíaco fetal, ecografía con Doppler y análisis genéticos para asegurarse el buen desarrollo de su embarazo