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Por: Revista Ahora Mamá | 01/03/16

Quedar embarazada después de un tratamiento, ¿es posible?




Después de una fertilización in Vitro, los embarazos naturales no son rarezas sino todo lo contrario: suceden con suma frecuencia.

El deseo de ser madre no siempre es fácil de concretar. A tal punto que algunas mujeres no consiguen quedar embarazadas en forma natural, y deben recurrir a tratamientos de fertilidad para poder cumplir su sueño.
Hace pocos días, la bailarina Vanina Escudero confirmó que está esperando a su segundo bebé, y que en esta oportunidad el embarazo “la sorprendió”, dado que se produjo espontáneamente. La sorpresa se debe a que a vez anterior, Escudero y su pareja tuvieron que recorrer un largo camino que terminó en un tratamiento de fertilización asistida para poder convertirse en padres de Benicio, su primer hijo.
Sin embargo, el doctor Sergio Pasqualini, director científico de Halitus Instituto Médico y presidente de Fundación Repro, asegura que “el seguimiento en el tiempo de las parejas que han transitado fertilizaciones in Vitro (FIV), fallidas o exitosas, demuestra que los embarazos naturales no son rarezas sino que ocurren con frecuencia”. Una investigación realizada en Francia lo corrobora de modo fehaciente.
El estudio-que incluyó 2134 parejas que habían iniciado tratamientos de fertilización in Vitro entre 2000 y 2002, y el seguimiento luego de 7 a 9 años tanto en gestaciones exitosas como no- comprobó que la tasa de embarazos espontáneos (seguidos de recién nacidos vivos) fue de un 17 por ciento para parejas que ya habían tenido un hijo mediante tratamiento, y de un 24 por ciento para las que aún no habían sido padres. En ambos grupos, la probabilidad fue mayor entre las mujeres más jóvenes y con una pequeña tasa de intentos de FIV, y cuando la infertilidad no obedecía a una causa evidente.
“Por eso, cuando una pareja consulta, lo primero que queremos saber es si existe la posibilidad de un embarazo natural. Para ello, el hombre debe tener una cantidad aceptable de espermatozoides, mientras que la  mujer tiene que ovular y sus trompas deben estar permeables. Si alguna de estas variables no se da, las chances de lograr el embarazo se van a presentar solo en los ciclos en los que se realice una técnica de FIV/ICSI (inyección intracitoplasmática de espermatozoides)”, explica Pasqualini.
El método FIV/ICSI es un excelente recurso, pero no para todas: hay quienes quedan embarazadas naturalmente pero no son buenas candidatas para obtener una adecuada respuesta a la estimulación ovárica. “Un ejemplo de ello son algunas mujeres que quieren vitrificar óvulos y cuando se las evalúa se detecta que la reserva ovárica está disminuida, y por lo tanto no van a responder satisfactoriamente. Ahora bien, eso no quiere decir que si buscan un embarazo en forma natural no podrían lograrlo”, explica el especialista.

Un antes y un después

Las razones para lograr un embarazo espontáneo después de haber tenido un hijo mediante un tratamiento FIV/ICSI pueden ser muy diversas. Una posibilidad es que en la primera gestación, los altos niveles de hormonas (estrógenos y progesterona) hayan contribuido a mejorar alguna patología –por ejemplo una endometriosis– y de esa manera se haya resuelto la causa que impedía convertirse en madre en forma natural. Otro motivo es que “se hayan desbloqueado ciertos factores que dificultaban el embarazo, como la ansiedad o el estrés”, señala Pasqualini.
ldquo;En el caso de intentos de fertilización fallidos, puede suceder que la mujer libere un óvulo de buena calidad en algún ciclo, y si se dan las circunstancias adecuadas el embarazo se produce en forma espontánea. Esto ocurre con mayor frecuencia en quienes tienen una reserva ovárica disminuida, y ovulan correctamente en algunos ciclos mientras que en otros no”, explica.
Por otro lado, los hábitos saludables, el bienestar anímico, y todo lo que la mujer haga para que su cerebro movilice sus propios recursos para funcionar en las mejores condiciones posibles, aumenta las posibilidades de quedar embarazada en forma natural. Sobre todo cuando la respuesta a la estimulación ovárica no ha sido satisfactoria. “En la mayoría de los casos en los que indicamos FIV/ICSI, no existe una causa que impida en forma absoluta el embarazo, como trompas afectadas o una escasa cantidad de espermatozoides. Pero como el resultado no se está logrando y en ocasiones inclusive se pasó previamente –y sin éxito- por técnicas de fertilización asistida de baja complejidad (IIU- inseminación intrauterina), se aconseja la FIV/ICSI. Es en estas situaciones, con o sin nacimiento logrado, en que las probabilidades de embarazo natural están presentes. Por eso es importante que los médicos seamos cautos al asesorar luego de un tratamiento fallido, porque existe la posibilidad de que el embarazo se logre de manera espontánea”, concluye Pasqualini.