La ausencia de deseo sexual tiene raíces físicas o psicológicas. «A nivel corporal, una alimentación inadecuada, la falta de ejercicio y de horas de sueño y el consumo de tabaco y de alcohol atentan contra el erotismo masculino», explica Beatriz Literat, sexóloga clínica de Halitus (www.halitus.com). A nivel mental, un estado de constante tensión, malhumor o excesiva competencia también pueden jugar contra su libido. «Ante el estrés, el cuerpo segrega hormonas que afectan al cerebro, que es el principal motor de la sexualidad», concluye Literat.
(Halitus Instituto Médico)