Pocas parejas realizan la consulta preconcepcional, que de hacerse, evitaría problemas en el embarazo

Pocas parejas realizan la consulta preconcepcional, que de hacerse, evitaría problemas en el embarazo.

Tener un hijo es asunto de dos. Por eso los especialistas recomiendan hacer una consulta preconcepcional en pareja. ¿Es el momento indicado? ¿Qué hacer para planificar un embarazo seguro? “Hasta hace unos pocos años, las parejas ponían énfasis en la visita precoz al ginecólogo, es decir, en los comienzos del embarazo.
Hoy, la consulta debe ser preconcepcional. Consultar al inicio de la gestación significa haber perdido la oportunidad de prevenir, en su concepto más amplio”, describe el doctor Ricardo Illia, jefe del Servicio de Obstetricia del Hospital Alemán.
En la consulta preconcepcional hay tres pilares, según detalla el doctor Rodrigo Zlatkes, tocoginecólogo del Departamento de Ginecología y Obstetricia de Halitus: “Identificar los problemas individuales obtener información general sobre la salud de la mujer y proveer un asesoramiento personalizado sobre aspectos genéticos, nutricionales y de modificación de hábitos tales como el consumo de alcohol, tabaco o drogas”.
Por ejemplo, “si se toma alcohol en cantidades no saludables, el bebé puede nacer con síndrome alcohólico fetal”, aclara Zlatkes. “Por otra parte, el tabaco es considerado el factor de mayor injerencia en el nacimiento de niños con bajo peso, y además aumenta la mortalidad perinatal. Otra costumbre que se debe abandonar, obviamente, son las drogas”, advierte el especialista de Halitus.
¿Qué es importante indagar en la primera entrevista con el especialista? “Más que preguntar, la paciente debe manifestar su intención de embarazarse. Esto disparará un interrogatorio dirigido mediante el cual el médico intentará averiguar si la paciente ha realizado los controles periódicos que le corresponden por su edad (colposcopia, Papanicolaou, examen mamario) y el nivel de riesgo. Si corresponde, se agregará a la rutina algún control especial”, afirma el jefe de Obstetricia del Alemán.
Para Zlatkes, es importante prescribir a la futura mamá una serie de estudios de sangre que incluyan hemograma e índices de glucemia y de uremia. “También se piden serologías para detectar Chagas, HIV, hepatitis B y C, rubéola, varicela, sarampión, toxoplasmosis y VDRL (para diagnosticar sífilis). Incluso, se pueden buscar rastros para descartar infecciones perinatales y enfermedades de transmisión sexual”.
“Si los exámenes de rubéola y varicela son negativos, se recomienda vacunarse contra estas enfermedades y esperar un mes antes de quedar embarazada. En el caso de la toxoplasmosis, para eludir su contagio, no hay que comer carnes poco cocidas ni verduras de hojas mal lavadas, así como evitar exponerse a la materia fecal y a la arena higiénica de los gatos”.
En busca de nutrientes
“Está totalmente demostrado que una cantidad baja de ácido fólico en el cuerpo de la embarazada incide en posibles defectos congénitos graves: malformaciones en el cerebro y en la médula, además de otros problemas, como labio leporino o fisura del paladar, e incluso cardíacos —advierte Zlatkes—. Por eso se recomienda comenzar a tomarlo tres meses antes de la concepción y durante el primer trimestre de embarazo”.
Si bien esta sustancia está presente en algunos alimentos (jugo de naranja, pan integral o verduras de hoja verde, entre otros), “resulta casi imposible ingerir las cantidades necesarias de ácido fólico por medio de la dieta. Hay que tomar un suplemento alimenticio, en ayunas —agrega Illia—. La alimentación deberá ser variada. Es ideal adquirir el hábito de tomar leche enriquecida con calcio y hierro. Una buena práctica es la administración de un multivitamínico (unas 30 dosis), ya que, en líneas generales, desde el punto de vista nutricional, hoy es muy común que haya algunas deficiencias que es bueno resolver antes del embarazo”.
Algunos especialistas recomiendan visitar a un nutriólogo. También es bueno gestionar una consulta con el odontólogo. “Sabemos que la enfermedad periodontal parece asociarse a una mayor tasa de nacimiento pretérmino”, asevera Illia.
En la entrevista preconcepcional el médico no debe olvidarse de preguntar si la paciente está siguiendo algún tratamiento farmacológico (por problemas tiroideos, de diabetes, hipertensión u otros), pues a veces la medicación indicada puede no ser la ideal durante el embarazo.
De todos modos, internacionalmente se calcula que 50% de los embarazos no es buscado, por lo que la consulta preconcepcional no se realiza. Por eso, la recomendación de tomar ácido fólico es amplia: abarca a mujeres que desean o que tienen probabilidades de embarazarse.