on exactamente tres décadas en las que no sólo se mejoró ese modo de procrear sino que también aparecieron nuevas alternativas. Un informe de la revista «Nature» presentó lo que los investigadores creen que sucederá en los próximos años. Como escenario de ficción hasta se especula con bebés cuyos cordones umbilicales estarían atados a máquinas.: Por Martin De Ambrosio
Los más osados arriesgaron un futuro en el que las personas podrán tener un bebé a cualquier edad, con 100 años o con unos pocos meses. No habrá limitaciones. Imaginaron también fetos creciendo en un fluido en el que flotarán, atados por el cordón umbilical a máquinas que les darán el alimento. Por supuesto, enseguida señalan que los desarrollos de las técnicas son imprevisibles y que lo que hoy se imagina no necesariamente sucederá.
Pero cosas como ésas dijeron algunos de los investigadores más destacados en el campo de la reproducción por medios no convencionales, consultados por la revista Nature para una edición especial que recuerda los treinta años del nacimiento del primer bebé mediante fertilización in vitro (fiv): Louise Brown cumple años el viernes próximo.
Tres fueron los principales adelantos planteados por los especialistas. En primer lugar, los avances para conseguir óvulos y espermatozoides a partir de células de otros lugares del cuerpo. «Será posible obtener células madre de células de la piel para conseguir células reproductivas y luego combinarlas para hacer embriones humanos», escribió Davor Solter, biólogo del desarrollo del Instituto Médico Biológico, de Singapur.
El segundo será intensificar los criterios de exclusión genética. En ese sentido, los expertos se mostraron preocupados por las cuestiones éticas derivadas del desarrollo tecnológico, ya que sobrevuela la sombra de la selección de caracteres secundarios (bebés rubios y de ojos celestes) y no sólo para evitar enfermedades. Pero Susannah Baruch, de la Universidad Johns Hopkins, lo desestimó y dijo que «la fiv es cara e incómoda; el modo tradicional es más barato y más divertido. No creo que cambie en los próximos treinta años».
El tercer punto, de los más imaginativos, es la utilización de placentas artificiales. «No tengo idea qué tan fácil será pero puedo visualizar un feto flotando libremente en un fluido y el cordón umbilical atado a una máquina», arriesgó Solter. Si bien ninguno de sus colegas lo acompañaron hasta tan lejos, casi todos coincidieron en que tampoco nadie hubiera podido sostener que la propia fiv llegaría a dónde está hoy.
Freno. No tan entusiastas se mostraron los especialistas argentinos consultados por PERFIL respecto de esos escenarios futuros. Sí hablaron de perfeccionar las técnicas y la selección de embriones hoy usadas. Susana Kopelman, subdirectora Médica del Cegyr, señaló que «hoy tenemos un 40% de éxito en un ciclo de tratamiento. Eso no era así hace treinta años. En el futuro, la tasa será del doble», agregó. Ella no cree en la posibilidad de tomar células del cuerpo y obtener óvulos y espermatozoides. «También estamos muy lejos del cordón umbilical atado a la máquina. Hay una parte orgánica, de nutrientes, pero la maternidad implica también asuntos emocionales», dijo.
Por su parte, Sergio Pasqualini, director médico de Halitus, sostuvo que lo que se viene es un mayor estudio genético de óvulos y embriones, y que está cada vez más instalada la preservación en frío de óvulos. Como su colega, cree que la clonación de células sirve más para animales que para seres humanos. «Un animal fallado se puede descartar, un bebé no», especificó.
Como conclusión, Ramiro Quintana, director del Centro Argentino de Fertilidad, hizo un resumen de cómo avanzó la Fiv en estas décadas. «Antes, la medicación para inducir la ovulación era intramuscular; para hacer una ecografía la mujer tenía que beber un litro de agua y los óvulos se sacaban por laparoscopia, lo que requería internación. Todo eso, con un 10% de chances de éxito. Ahora, las inyecciones son subcutáneas y se las aplica la misma paciente, las ecografías son transvaginales y no hay que beber agua. La extracción de óvulos es con anestesia suave. Y todo con 40% de posibilidades de embarazo», resumió.
Hitos y números
*El 25 de julio de 1978 nació Louise Brown, la primera bebé concebida a través de fertilización in vitro.
*Aunque generó un escándalo y numerosas polémicas, el método se extendió y solucionó problemas de fertilidad de millones de parejas en todo el mundo.
*Luego se sumaron otros desarrollos como el denominado ICSI (mediante el que se inyecta un espermatozoide directamente en un oocito) o el diagnóstico preimplantatorio.
*Aunque no hay cifras exactas, se estima que hay 20 mil argentinos que nacieron por esa vía.