Durante los meses de invierno, las rutinas de belleza se deben ajustar al nuevo entorno que presenta el clima: frío intenso, viento y ambientes muy calefaccionados. La clave es aportarle a la piel un plus de hidratación a través de cremas más activas, diseñadas especialmente para ofrecer protección extra frente a la erosión que provocan estos factores externos. «Hay que conservar una de las funciones primordiales de la piel: ser una barrera de protección. Las principales agresiones asociadas a la llegada del frío provocan una gran deshidratación que a largo plazo lleva a un envejecimiento más acelerado», afirma María Laura Franco, directora técnica de la línea Cetaphil, de laboratorios Galderma. Para Franco, «un hidratante adecuado mantiene el equilibrio de los componentes de la piel de tal modo que se produzca la mínima pérdida de agua posible y proporcione una acción duradera».
Alternar ambientes excesivamente secos y calefaccionados con las bajas temperaturas y la humedad externa expone la piel a los contrastes muy pronunciados. «La piel contiene de un l()a un 13 por ciento de agua. Si este porcentaje baja, se deshidrata rápidamente y se torna opaca, áspera, quebradiza, poco flexible, frágil y vulnerable a irritaciones», apunta Cristina Pascutto, asesora médica del Laboratorio Pierre-Fabre y miembro de la Sociedad Argentina de Dermatología.
A pesar del frío, Jorge Laffargue, dermatólogo de Halitus Dermatología y Estética, recomienda no abandonar el hábito de tomar abundante agua e incorporar alimentos ricos en vitaminas, además de antioxidantes por vía oral. «La tirantez en la piel es señal de deshidratación por falta de aporte de antioxidantes y nutrientes, y, aunque cada piel reacciona diferente a las características del ambiente, las que más sufren son las naturalmente secas.»
Para el dermatólogo Miguel de Herrera, es propicio aprovechar el invierno para incorporar fórmulas con ácido retinoico y cremas con ácido hialurónico. En gabinete, el mix óptimo para proporcionarle a la piel lozanía y juventud es mesoterapia facial + radiofrecuencia, que estimula el colágeno y la elastina y aporta una nutrición intensa en manos de cosmiatras.
CONTRA LAS BAJAS TEMPERATURAS
1 • El invierno es ideal para experimentar el confort de cremas más consistentes, que forman un velo protector contra la intemperie y tienen más permanencia.
2 • La hidratación extra se obtiene si se aplican ampollas, cápsulas o serums concentrados debajo de la crema habitual.
3 • En ambientes muy secos y calefaccionados, es bueno recurrir a las brumas descongestivas ricas en agua termal.
4 • Para la limpieza facial, evitar el uso de agua y jabón. Reemplazarlos por cremas y lociones que se esparcen con discos de algodón.
5 • Preferir las duchas tibias y breves antes que largas sesiones de baños extremadamente calientes.
6 • Incorporar máscaras nutritivas faciales una o dos veces a ta semana. Se las deja actuar 10 minutos y se retiran con agua.
7 • Las pieles grasas también pierden agua y necesitan hidratación extra. Elegir fórmulas oil free, seborreguladoras y matificantes, que devuelven humedad sin brillo.
Fuente: Hola!