Especialistas del Instituto Hallitus realizaron el seguimiento de 634 mujeres, con una media de edad de 35 años y con antecedente de un promedio de tres abortos tempranos recurrentes, que arrojó que en seis de cada diez de ellas se detectaron casos de trombofilia.
Las médicas Adriana Sarto y Cecilia Pappalardo presentaron dos trabajos científicos en el “simposio internacional de salud femenina: trombosis y hematosis” que se desarrolló en Praga, donde se estimó que cerca del 3% de las mujeres en edad fértil sufre de abortos recurrentes en esa etapa de la vida.
Sarto, especialista en hematología de la reproducción, explicó que “las trombofilias son desórdenes de la coagulación de la sangre que tienden a provocar hipercoagulación”. La hematóloga indicó que “esa situación incrementa el desarrollo de coágulos (trombosis) que pueden complicar el embarazo”.
En ese sentido, precisó que “los desequilibrios de la coagulación pueden ser adquiridos y/ o hereditarios y tienen una prevalencia estimada en la población de entre un 10 y 15%”.
Sarto añadió que “en los últimos años se observó que las mujeres portadoras de trombofilia presentaban mayor riesgo de padecer complicaciones durante el embarazo” y entre ellas, destacó “el aborto recurrente”.
Indicó que “también la trombofilia genera complicaciones vasculares placentarias tardías como la muerte fetal, debido a la formación de coágulos en la microvasculatura placentaria”.
Destacó que en la población estudiada “luego del diagnóstico de trombofilia se lograron 840 embarazos bajo protocolo terapéutico con el anticoagulante heparina de bajo peso molecular”. Pero aclaró que “aún no hay coincidencia entre los investigadores a nivel mundial si se deben usar dosis fijas o ajustadas de ese anticoagulante”.
El diagnóstico de la trombofilia es simple y requiere de la práctica de un análisis de sangre en un laboratorio específico de hemostasia, que debe efectuarse en un período que esté fuera del embarazo.
(Télam)