El éxito en los procedimientos de fertilización asistida depende en gran parte de la calidad del óvulo, que a su vez, está relacionada con la edad de la mujer. El crecimiento de la donación de óvulos se deriva de cambios sociales que llevan a la postergación de la maternidad. Factores ambientales como la polución y el estrés influyen en la fertilidad femenina y masculina.
Por Ana María Pertierra
Donación de óvulos
Según el especialista, la ovodonación es un procedimiento al que se recurre cuando las fertilizaciones in Vitro fallan por mala calidad de óvulos o embriones, o bien en casos de enfermedades hereditarias. Además, también se considera una necesidad derivada de la vida moderna que ha llevado a la mujer a postergar la maternidad.
Cada vez más mujeres buscan un embarazo en forma tardía. “Nosotros somos un centro de referencia con 1200 ciclos anuales de alta complejidad, con un promedio de edad para la mujer que ronda los 35 a 36 años”, señaló el especialista.
“La donación de óvulos creció muchísimo. En nuestro instituto, el año pasado el 12% de los procedimientos fueron con donación de óvulos y esta año el número es mayor”, confirmó Pasqualini. Esta práctica, en franco crecimiento en el país se realiza a través de una red informal de posibles donantes y según dijo Pasqualini se hace del “boca a boca”.
¿Quiénes son candidatas a donar óvulos? Cualquier mujer que tenga entre 21 y 32 años, sin antecedentes de enfermedades infecciosas y hereditarias, que ya haya sido madre y acepte ser estimulada para que su ovario madure 15 a 20 óvulos en el mismo ciclo. Las voluntarias deberán firmar un consentimiento escrito por el cual se someten al tratamiento hormonal que permitirá a los médicos la recuperación de óvulos por punción transvaginal. Éste es un acto anónimo por el cual las donantes reciben un “reconocimiento económico” que pretende compensar las incomodidades y el lucro cesante. En nuestro país no existe legislación sobre el tema de la fertilización asistida ni la donación de gametas. Sólo queda a merced de la ética médica de los profesionales debidamente acreditados.
La infertilidad y el medio ambiente
La fisiología de la ovulación y la producción de espermatozoides se podría decir que es un mecanismo de relojería perfecto en el cual el sistema endocrino mediante su mecanismo de feedback funciona con exactitud y precisión pero a su vez está relacionado con el sistema inmunológico y nervioso. Por su parte, el sistema nervioso está directamente conectado con el medio ambiente. Resultados recientes de una investigación de la Universidad Emory en Georgia, Estados Unidos vienen a confirmar lo que hasta ahora era una presunción: el estrés deteriora la fertilidad tanto en hombres como en mujeres. El estudio presentado en la última Conferencia de la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Fertilidad, en Praga, demostró que algunas personas con características psicológicas determinadas pueden ver deteriorada su fertilidad por los cambios orgánicos que provoca el estrés.
Otros factores, además del estrés, que pueden afectar a los ovarios y a la producción de espermatozoides son la polución, el hábito de fumar y distintos tóxicos ambientales. La situación más frecuente en el hombre –relató Pasqualini- es encontrar baja cantidad y calidad de espermatozoides. Para mejorarlas, se sugiere disminuir el estrés, aumentar la actividad física, suprimir el cigarrillo y consumir minerales y vitaminas. En la mujer –agregó- tanto el sobre peso como la delgadez extrema pueden determinar una falla ovárica aunque la mujer siga ovulando. “Muchas veces el embarazo viene simplemente poniendo las cosas en orden y la vida en armonía”, concluyó el especialista.