El embarazo es una situación especial en la que aumentan las necesidades de energía, proteínas, vitaminas y minerales. Por eso en la dieta materna, debemos incorporar nutrientes energéticos (proteínas, hidratos de carbono y grasas) y no energéticos (vitaminas y minerales) en cantidad suficiente para el buen desarrollo del bebé y para mantener su metabolismo durante los nueves meses de gestación.
Beneficios
Dentro del grupo de nutrientes energéticos también encontramos al Omega 3, «éstos son ácidos grasos que no fabrica el cuerpo humano, por lo que resultan in-dispensables incorporarlos a través de los alimentos´: explica la nutricionista Lucia Molina. Dice que brindan múltiples beneficios, especialmente en el embarazo, ya que son precursores de muchas moléculas fundamentales para el buen desarrollo de la placenta, del bebé, y para el resultado final de la gestación. «Además, su consumo ha demostrado una gran mejora en el desarrollo del sistema nervioso central y de la vista del bebé. Los ácidos grasos poliinsaturados, principalmente los Omega 3, se depositan en las membranas de las células del cerebro y de la retina. Esto se ha con-firmado con estudios posteriores en la capacidad cognitiva del niño, y en el desarrollo de habilidades de coordinación visual´: agrega la especialista.
Donde encontrarlo
La Lic. Molina asegura que la mejor fuente de Omega 3 son los pesca-dos. Dice que durante el embarazo, lo ideal es consumirlos dos veces por semana, sobre todo salmón, merluza y arenque. Eso sí, siempre cocidos, porque como toda carne cruda o mal cocida, puede ser vehículo de enfermedades trasmitidas por alimentos. También aclara que hay algunos pescados que por su contenido elevado de mercurio, no son recomen-dables durante esta etapa, ya que el mercurio se deposita en los tejidos del bebé y puede ser tóxico para su desarrollo. «Los que mayor contenido tienen son el tiburón, el pez espada y el atún fresco. El enlatado tiene menos cantidad pero se sugiere que no se incorpore más de 1 o 2 veces por semana en porciones chicas (1/2 lata)”.
Excepciones
Para quienes no comen tanto pescado, o directamente su consumo es nulo, la nutricionista recomienda:
Semillas de chía y de lino.
Aceite de canola.
Frutos secos.
Alimentos fortificados: algunos panes, galletitas y leches adicionadas con Omega 3.
Por su parte, la obstetra Adriana Martirena señala que en estos casos, muchas veces es necesario recurrir a la utilización de suplementos, como vitaminas y minerales, con el fin de mejorar los resultados perinatales. Cuenta que hay suplementos diseñados específicamente para el embarazo recomendado para ingerirse una vez por día que contienen Omega 3, para aquellas que no lo consumen en la dieta. «Eso lo indicará el obstetra de cabecera, según el caso´: asegura.