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Por: Buena Salud | 01/11/08

Nuevas soluciones farmacológicas que resuelven los problemas femeninos más frecuentes


Las disfunciones sexuales se encuentran atravesadas por un velo de tabúes, miedo y vergüenza.  Sin embargo, el ejercicio de una sexualidad plena es uan condición imprescindible para vivir bien y conservar la salud.

En el plano del sexo, una disfunción es considerada una alteración (cualquiera que sea) que impide el normal desarrollo y culminación de la relación sexual: en este sentido, la doctora Literat afirma que la gente todavía no cree que la sexualidad es una función fisiológica como la digestiva, la vascular, etc. Sin embargo, es una función que se relaciona con todas las demás del organismo: «si falla la función vascular, pulmonar, musculoesquelética o psicológica, falla la función sexual, y viceversa».
En esta nota, encontrará los trastornos sexuales femeninos más difundidos, su opción farmacológica y la explicación de la especialista en el tema sobre su tratamiento.


1-FALTA DE DESEO
• Explicación de la especialista: «El deseo sexual está sostenido químicamente por la testosterona, la hormona del deseo que también impulsa hacia todos los comportamientos activos de una persona. A veces, una paciente dice «no tengo orgasmos» y en realidad, el punto de partida esta en la ausencia de deseo. Aunque, a la inversa, también la falta de deseo puede estar originada en la anorgasmia, porque si la paciente sabe que el orgasmo no va a suceder, piensa generalmente ¡para qué va a desear tener una relación sexual!.
 • Opción médico-farmacológica: «Primero, debe hacerse una investigación clínica con estudios de sangre y orina para ver cómo funciona el hígado, como se encuentra el perfil hormonal de la paciente y verificar si existe hipercolesterolemia o si hay hipotiroidismo, diabetes u otra patología sistémica que puede afectar la función sexual. Si se comprueba que el problema tiene relación con estos aspectos, se debe solucionar la patología sistémica en primera instancia, si es necesario, recurriendo a un tratamiento interdisciplinario con los especialistas correspondientes. Luego del diagnóstico preciso viene la etapa de tratamiento. En esa instancia y luego de corregido el hipotiroidismo o las otras afecciones, se puede administrar testosterona, DHEAS, tibolona o terapia de reemplazo hormonal si la paciente se encuentra en etapa de climaterio o regular la prolactina con cabergolina u otro medicamento, dado que la prolactina alta también contribuye a la reducción del deseo sexual».


«LA SEXUALIDAD ES UNA FUNCIÓN DEL ORGANISMO COMO CUALQUIER OTRA. DE AHÍ, LA IMPORTANCIA DE TRATARLA EN CASO DE QUE EXISTA ALGUNA DISFUNCIÓN,»


2- DIFICULTADES PARA LA EXCITACIÓN
• Explicación de la especialista:
«El deseo y la excitación son fases voluntarias: una escalera que hay que ir ascendiendo con juegos que permiten prolongar en el tiempo la respuesta sexual. Cuando se llega al orgasmo es porque el cerebro, motor de la sexualidad, envió el mensaje de estimulación a través de la sangre. La misma se inicia con la percepción del entorno estimulante: el compañero, el medio ambiente, las palabras que escucha, los olores y
también de factores que pueden ser inactivadores o represores como por ejemplo, el timbre, cuando suena el celular, llegaron los chicos, una palabra que no gustó, algo incómodo de la cama… El cerebro funciona reprimiendo
o estimulando los neurotransmisores, enviando «e-mails» a través de los cuales el corazón empieza a bombear más sangre y la persona percibe que se esta excitando». Pero para esto, el corazón debe funcionar bien para enviar sangre, así como la tiroides debe estar en buen funcionamiento para que los mecanismos hormonales no fallen».
• Opción médico-farmacológica: «Los pacientes son complejos, suelen tener vergüenza, no saben cómo expresarse o «disfrazan» lo que les pasa para no afectar la autoestima del compañero. Por eso a veces se los invita a concurrir separadamente a las consultas, primero el paciente, después su pareja. Si ya se ha solucionado cualquier
trastorno en el deseo sexual, las disfunciones de la etapa de excitación se tratan con sildenafil, magnesio, selenio,
vardenafilo, tadalafilo, arginina o ginseng, en tratamientos de acción general y local».


3- VAGINISMO
• Explicación de la especialista: «Es una situación muy frecuente. Hace 10 años, hicimos un trabajo sobre la prevalencia del vaginismo en la Ciudad de Buenos Aires, y los resultados de la investigación fueron de un 0,5% al 1%. Hoy día, esto se puede haber triplicado, no porque haya más casos, sino porque la gente se anima a buscar ayuda y a solucionarlo. El vaginismo es la contracción involuntaria de los músculos que rodean la entrada de la vagina, que
impiden así la penetración. La paciente no puede hacer absolutamente nada para aflojar sus músculos. No siempre es evidencia de fobia sexual; puede ser miedo a perder el control y es un cuadro que tiene el mismo peso clínico que la agorafobia, la claustrofobia o el miedo a volar. Las mujeres con vaginismo suelen tener también miedo al agua, a tomar pastillas enteras (las parten o las desmenuzan) y a los animales. En muchos casos este cuadro impide la posibilidad de embarazarse naturalmente y de la realización de exámenes ginecológicos».
• Opción médico-farmacológica: «El tratamiento debe fundamentarse en que la paciente vaya adquiriendo confianza en sí misma y aprenda a conocer su cuerpo y las reacciones del mismo. Ella debe poder asumir que un coito no la va a dañar ni va a perder el control, ni será una persona que deje de poder manejarse en determinadas situaciones. Para atenuar la idea del «no voy a poder», se prescriben algunos medicamentos que no curan el vaginismo pero facilitan la pérdida del miedo durante el tratamiento, hasta que la paciente logra realizar actividades que antes no podía como, por ejemplo, ponerse tampones o hacer algunos ejercicios. Los medicamentos que utilizamos tienen un efecto antifóbico, como los antidepresivos IRSS, pero no se recetan para toda la vida, sino hasta que la paciente logra conocer su cuerpo y pierde el temor. Estos son tratamientos cortos, de diez a quince consultas como término medio».


Las causas del vaginismo no son biológicas sino psicológicas.


4- ANORGASMIA
• Explicación de la especialista: «Cuando una mujer no puede lograr el orgasmo en la mitad de las veces de sus relaciones sexuales, ya se puede hablar de anorgasmia. Todas las disfunciones sexuales decantan en los problemas para llegar al orgasmo. La disfunción orgásmica de la mujer al igual que la disfunción eréctil del varón- dicen muchos especialistas en enfermedades cardiovasculares, podrían ser predictores de un infarto 10 años más tarde, porque la función orgásmica necesita de la irrigación sanguínea en las arteriolas del clítoris, así como la erección depende de la irrigación en las arterias del pene. Si no se pueden llenar de sangre estos plexos, como consecuencia de una incipiente arteriosclerosis, por ejemplo, ya no se trataría solamente de un problema sexual sino de un trastorno vascular que afectaría otras funciones y también a las arterias coronarias. El tratamiento dependerá de la causa:
• ¿No hubo suficientes estímulos?
• ¿La paciente está tomando un medicamento que impide que desde los neurotransmisores cerebrales pueda desencadenarse el orgasmo?
• ¿No produce suficiente lubricación y, en el momento de la relación sexual, le duele o le arde, por eso no llega al orgasmo?
• ¿Tiene una enfermedad sistémica que le obstruya los vasos del clítoris?
• ¿Carecen la paciente y su pareja del conocimiento suficiente y de técnicas sexuales?
• ¿En qué etapa hormonal se encuentra?
¿Está embarazada, toma hormonas, está en la menopausia o en la postmenopausia?
Si bien en cualquier etapa de su vida, una mujer tiene la posibilidad de tener función orgásmica, a veces necesita ayuda, en el caso de que esté transitando por un embarazo o por el climaterio. Si está en etapa de climaterio, tal vez piensa que le llegó la «jubilación sexual» y, como el cerebro tiene tendencia a creer en el diálogo interno de la persona, se cree esto mismo y actúa en consecuencia».
• Opción médico-farmacológica: «Lo más importante es eliminar los factores que pueden estar interfiriendo,
porque si partimos de la base de que todas las mujeres tienen biológica y emocionalmente la capacidad de lograr orgasmos, así como todas pueden parpadear, ¿por qué a algunas les resulta tan difícil? Si ella toma medicamentos
que alteran la función, se reemplazan con previa interconsulta al médico especialista en el área de la salud que dio origen a esa prescripción. Una vez despejada esta variable, pueden quedar elementos emocionales o de educación sexual, como cuando una mujer dice que su pareja no conoce su anatomía, no tiene experiencia o, si la tiene, pero a ella le gusta sentirse estimulada de otro modo. Si hay buena comunicación, ella podrá explicarle lo que necesita, siempre que primero conozca su cuerpo: si no lo conoce, en la consulta hay que enseñarle primero a ella para que luego le explique al compañero. Si el problema aún persiste, se llega al diagnóstico de una anorgasmia ´pura´.
En ese caso prescribimos un tratamiento en base a un preparado en gel de acción local que contiene sildenafil
y arginina, (que ayudan a la vasodilatación).Simultáneamente con esto, damos un tratamiento de acción general con oligoelementos (magnesio y otros). Además, podemos utilizar asociaciones de arginina con ginseng por vía oral. Es importante aclarar que el tratamiento local que utilizamos no tiene una función como la del viagra en el hombre, que se toma cada vez que el paciente desea mantener relaciones. Es más bien un tratamiento a mediano plazo, con una prescripción especifica».


3 MITOS ACERCA DEL ORGASMO
A pesar de la difusión actual de muchos temas de sexualidad, subsisten creencias equivocadas acerca del orgasmo femenino. Éstas son algunas de ellas:
• «La penetración es suficiente para el orgasmo»
Falso. Las mujeres necesitan que el estímulo comience en el cerebro y los sentidos y se extienda a todo su cuerpo; toda la zona pélvica debe estimularse, principalmente el clítoris, sin dejar de atender los demás aspectos sensoriales, ya que si no, la vía neuroquímica se interrumpe.
• «Hay mujeres que no pueden tener orgasmos y nunca los podrán tener»
No es verdad. En mujeres sanas, la anorgasmia generalmente sucede por falta de información y autoconocimiento.
También puede deberse a la falta de una buena técnica sexual con la pareja o a problemas de orden emocional. Todas estas situaciones pueden y deben ser tratadas.
• «Sin orgasmo la mujer no puede disfrutar»
Falso. Las mujeres disfrutan mucho del cortejo, de los juegos sensoriales, del intercambio amoroso con su pareja, cuanto más prolongado y creativo, mejor.
Muchas mujeres refieren disfrutar más de un juego prolongado que de un orgasmo fugaz.


5- DISPAREUNIA
.Explicación de la especialista: “Es el dolor durante la penetración. Puede deberse a causas exclusivamente ginecológicas como una vulvovaginitis, o bien a la falta de lubricación en el climaterio, lo que puede causar irritación, una herida o una secuela postquirúrgica. También puede ocurrir por endometriosis, una enfermedad ginecológica bastante frecuente.
• Opción médico-farmacológica: “La dispareunia requiere el tratamiento de cada caso en particular, de acuerdo con el diagnóstico ginecológico, pero si predominan causas emocionales, en los tratamientos sexológicos se utilizan diferentes técnicas que incluyen las cognitivo comportamentales, la desensibilización progresiva, la visualización dirigida, etc”.


Muchos tratamientos trabajan sobre la autoestima y el estado emocional de la paciente.


EL ABANDONO DE LA PRIMERA CONSULTA
UN FENOMENO ALGO FRECUENTE EN LAS PERSONAS QUE ADVIERTEN SU DISFUNCION SEXUAL ES SOLICITAR TURNO PARA UNA CONSULTA SEXOLOGICA, PARA FINALMENTE CANCELARLA SIN DAR MOTIVOS. ¿COMO SALIR DE ESTA «TRAMPA»? RESPONDE NUESTRA
ESPECIALISTA. Dra. Beatriz Literat.


• Es común que la gente saque turno con el sexólogo/ a y luego no vaya…¿es por miedo o vergüenza?
Por las dos cosas. En principio, es el no-reconocimiento de que uno podría ser ayudado por un profesional especializado, porque la persona dice que va a consultar y después piensa: «qué me va a decir, se me va a pasar solo, ¿para qué me vaya exponer?». En algunos casos, ni siquiera le cuentan a la pareja que pidieron un turno.
• ¿Qué rol cumple la pareja en estas consultas y en el tratamiento?
Cuando una persona percibe su disfunción como un problema que afecta a su pareja tanto como a ella, vive la situación con mucho estrés y si no lo habla, el estrés se multiplica, porque está guardando un secreto. Pero la pareja puede ayudar muchísimo, porque cuando existe un compromiso y ambos han invertido en la pareja emociones, proyectos, tiempo y energía para ser más felices, el hecho de tener mejor comunicación, contribuye a una mayor intimidad y a la construcción de una relación más perdurable y más segura.
• ¿Cuándo se trata de una disfunción y cuándo de llevarse mal en la cama?
En las primeras consultas, los sexólogos, hacemos lo que se llama «anamnesis» que es la sumatoria del interrogatorio al paciente y la evaluación clínica. Si un paciente viene y dice «tengo falta de deseo», primero se le pregunta lo mismo que en cualquier otra consulta médica, cuándo empezó el síntoma, si se desencadenó de golpe o poco a poco, si se produce siempre o en forma intermitente, si le pasa con todas las personas o solamente con algunas, si quiere mejorar o tiene una razón secundaria que en el fondo la beneficia. También se evalúa cómo se lleva con su pareja, cómo es la técnica sexual que están utilizando, si alguno de los dos no está interesado en solucionar el problema, o si están enojados entre sí, o prefieren a otras personas. Después, hay que investigar la parte biológica, si existe algún fármaco que esté consumiendo la paciente y que pueda afectar la función, si padece alguna enfermedad crónica o tuvo recientemente alguna cirugía, se investigan los hábitos nutricionales de la paciente, si realiza ejercicio físico, si tolera el estrés ambiental. Todo esto influye en la sexualidad; repito lo que digo siempre, la sexualidad no es una acción trivial de la vida de las personas, y los profesionales que nos dedicamos a esta área de la salud tenemos una visión abarcadora que nos confirma cada vez más su importancia, para poder lograr un estado de bienestar integral. Recuadro 6: Menopausia
La sexualidad en el climaterio.
Durante el climaterio los órganos genitales cambian la calidad de sus tejidos, su turgencia, su composición celular, del mismo modo que cambian muchos otros tejidos como la piel. A nivel sexual, esto puede provocar disminución de la lubricación natural y, con frecuencia, dispaurenia. Sin embargo, es posible disfrutar de la sexualidad en esta etapa de la vida si sigue estos consejos:
 Es un buen momento para recibir información profesional que le permita mejorar la calidad de su vida sexual.
 La utilización de geles íntimos es una excelente opción para combatir la falta de lubricación.
 Si acarrea desde más joven alguna disfunción, puede tratarla. Nunca es tarde.
 Si apareció un trastorno, la consulta con el sexólogo es apropiada.
 Muchas veces, la buena disposición de la mujer a la consulta induce al varón a recibir el asesoramiento que también puede estar necesitando; los hombres también tienen climaterio.
  Una sexualidad plena, además de ser una actividad saludable y vital, la puede hacer sentir más joven y atractiva.