En el año 1999, la mujer con 33 años de edad fue tratada por su infertilidad, que requería de fertilización in vitro, en Halitus Instituto Médico. Del total de ovocitos obtenidos como rutina del tratamiento, 15 fueron fueron criopreservados. En esa oportunidad no se logró el embarazo. Luego de algunos intentos infructuosos durante los siguientes años, finalmente, en el 2011, se fecundaron 7 de los óvulos que habían sido almacenados y mantenidos a 196 grados bajo cero desde el año 1999 y que resultaron en la transferencia de 2 embriones. Este último procedimiento dio lugar al feliz nacimiento de los mellizos en enero 2012 que gozan de perfecto estado de salud.
El Dr. R. Sergio Pasqualini, Director Científico de Halitus Instituto Médico, expresó: “La técnica de preservación de óvulos en frío, ya sea por criopreservación lenta o vitrificación de óvulos, ha demostrado una vez más su eficacia. Se recurre a ella no sólo para los casos de tratamiento de la infertilidad sino que en modo creciente como una herramienta de prevención.”
La criopreservación de óvulos es una técnica que en los últimos años ha pasado a ser de uso habitual en la reproducción asistida. Asimismo, es una aliada valiosa de la prevención cuando se la aplica a los casos en los que la mujer va a someterse a tratamientos que potencialmente podrían afectar negativamente sus ovarios. En el tratamiento del cáncer, por ejemplo, se recurre a una serie de opciones como la cirugía, la radiación y la quimioterapia que pueden afectar seriamente la fertilidad. Esta técnica se destaca también como es una alternativa válida para aquellas mujeres jóvenes que por distintas circunstancias van a postergar la maternidad. En este caso pueden anticiparse a los efectos negativos de la edad sobre la reserva ovárica y la calidad de los óvulos, criopreservándolos a una edad favorable como un reaseguro contra dichos efectos.
El interés de Halitus Instituto Médico en el tema de criopreservación de óvulos no es reciente, sino que está sustentado en años de experiencia e investigación sobre el tema. Este centro fue el primero en el mundo en introducir el uso de la de la colina en reemplazo del sodio en el medio de cultivo para la criopreservación de óvulos. Esa innovación, que fue motivo de una publicación de nuestro equipo en la revista Human Reproduction ya en el año 2002, reveló que ciertas modificaciones en el medio en donde se criopreservan los óvulos mejora notablemente resistencia al proceso de congelación y posterior descongelamiento. Hoy este aporte es visto como un punto de inflexión en los avances de la técnica.
