Mirar mucha tele achica a los espermatozoides

Hay 50 millones de parejas en el mundo que no pueden concebir un hijo a pesar de haberlo intentado durante cinco años, según la Organización Mundial de la Salud. Los constantes avances en técnicas de reproducción asistida pueden ayudarlos a ser padres. Pero si los hombres siguen sentados durante horas frente a la televisión o la computadora no hay mucho que los médicos puedan hacer para mejorar la fertilidad masculina.

La disminución de la cantidad o la calidad de los espermatozoides causa casi el 50% de los problemas de fertilidad en la actualidad. En Francia, la concentración de espermatozoides en el semen de 26 mil hombres disminuyó un 32,2% entre los años 1989 y 2005, según una mega investigación publicada en la revista Human Reproduction. Un francés de 35 años hoy produce 59 millones de espermatozoides por cada mililitro de líquido seminal, mientras que hace 17 años contaba con 73,6 millones/ml. Los epidemiólogos dirigidos por Joëlle Le Moal también detectaron más irregularidades en la forma de los espermatozoides, aunque no en su habilidad para moverse.

En el sur de España también se identificó una disminución del 38% en el número de espermatozoides durante la última década. De acuerdo con un estudio publicado en enero pasado en la revista Andrology, el 40% de los estudiantes universitarios analizados en Murcia sufrían alteraciones en al menos un parámetro del semen (forma o movilidad). Un 15% de los varones cuyo semen fue analizado por Jaime Mendiola y sus colegas de la Universidad de Murcia no alcanzaba los estándares normales para concebir. Cada año, afirmaron los investigadores, la calidad del semen de los españoles jóvenes baja un 2 por ciento.

Si bien en la Argentina no existen estudios exhaustivos al respecto, los especialistas en reproducción también sospechan que los varones son menos fértiles hoy que décadas atrás.

“Los niveles de conteo espermático han disminuido significativamente en los últimos 50 años en países desarrollados; incluso los niveles de testosterona están descendiendo más allá de la reducción lógica por cuestiones de edad”, confirma Sergio Pasqualini, director científico de Halitus. “Teniendo en cuenta que la disminución en la salud reproductiva masculina ocurrió en pocas décadas, esto sugeriría que ese descenso fue causado por factores medioambientales y del estilo de vida, más que por factores genéticos”, agrega el especialista en fertilidad.

Existen muchos factores ambientales –como los agrotóxicos y ciertos plásticos– que modifican el funcionamiento hormonal y, por lo tanto, pueden perjudicar la fertilidad. “Las alteraciones en la calidad de las gametas humanas (espermatozoides y óvulos) pueden ser considerados marcadores críticos de los efectos del estrés ambiental”, señaló Le Moal.

Muchos expertos en fertilidad culpan al estilo de vida que llevan actualmente los hombres, pero pocos pudieron probarlo. Recientemente, un estudio británico no encontró relación entre el consumo de tabaco, drogas recreacionales o alcohol y los bajos espermatozoides capaces de moverse. Los investigadores liderados por el andrólogo Andrew Povey, de la Universidad de Manchester, tampoco pudieron echarle la culpa de los pocos espermatozoides a la obesidad. “Esto podría dar vuelta muchos de los consejos que se les dan a los hombres para mejorar su fertilidad y sugiere que los estilos de vida no serían tan importantes como pensábamos”, subrayó Povey, quien confirmó además que usar calzoncillos boxer es mejor que slips para la fertilidad masculina.

A pesar de que los investigadores británicos no encontraron una asociación entre fumar o beber y las dificultades reproductivas masculinas, Pasqualini aconseja no fumar, no consumir grandes cantidades de alcohol ni drogas, como la cocaína y la marihuana, que pueden afectar el ADN fetal.

“Los hombres deberían evitar el uso de ropa ajustada porque favorece el aumento de la temperatura del escroto, disminuyendo la producción de esperma”, agrega Pasqualini. “Sería aconsejable que también evitaran saunas, jacuzzis y baños de inmersión para cuidar su fertilidad. Además, el uso reiterado de la computadora portátil sobre el regazo puede provocar variaciones en el esperma. El uso del teléfono celular –especialmente en la cintura– durante gran cantidad de horas podría provocar un descenso en la movilidad y cambios en la morfología espermática”, advierte el ginecólogo. Ni hablar de los anabólicos que se usan para desarrollar masa muscular, que disminuyen la cantidad de los espermatozoides y la producción de testosterona, y que pueden llegar a atrofiar los testículos.

El sedentarismo es un enemigo importante de la fertilidad masculina. Un estudio de la Universidad de Harvard acaba de revelar que 20 horas semanales de tevé disminuyen a la mitad el número de espermatozoides presentes en el semen. En cambio, según la investigación publicada esta semana en el British Journal of Sports Medicine, 15 o más horas de ejercicios físicos pueden aumentar significativamente la cantidad de células sexuales masculinas vivitas y coleando.

A la hora de evaluar la fertilidad de un hombre no sólo importa el número de espermatozoides que produzca, sino también su calidad, es decir, la forma de la célula sexual, su capacidad de desplazarse mediante el largo flagelo (la “cola”) y las mutaciones presentes en el ADN del espermatozoide.

Científicos de la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, pudieron leer por primera vez el genoma completo de cada espermatozoide de una muestra de semen, lo cual permitiría diagnosticar mutaciones dañinas del ADN antes de que un hombre decida concebir. Si bien es cierto que la técnica para analizar el genoma destruye la célula analizada, brinda información esencial sobre los otros 20 millones de espermatozoides que dispara un hombre en cada eyaculación.

Para evaluar la calidad de los espermatozoides, un grupo de científicos recomienda ahora analizar el tamaño de la “cola” en relación con la “cabeza” del espermatozoide y la variación entre estas células sexuales. “Los hombres que producen concentraciones altas de espermatozoides competentes muestran menos variaciones en el tamaño y la forma de éstos”, dijo Jim Mossman, de la Universidad de Brown, en Estados Unidos. Esto significa que las variaciones en la cabeza y la longitud del flagelo de los espermatozoides de una muestra de semen pueden funcionar como un indicador de infertilidad antes de hacer cualquier otro análisis.

Como sea, recientemente investigadores descubrieron que los hombres que comen 75 gramos de nueces diarias tienen mejor esperma. Los hombres mayores de 45 años que desean procrear también deberían consumir vitamina C, ácido fólico y zinc para volver su reloj biológico atrás. En cuanto a la cantidad de sexo recomendable para concebir, Pasqualini señala que lo aconsejable es “tener buen sexo con una frecuencia de tres veces por semana”.

Fuente: elguardian.com.ar